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10 frases y un misterio: lo que debe saber de Charles Darwin

Un día como hoy de 1809 nacía en Reino Unido uno de los científicos más influyentes de la historia, destacado por su icónica obra “El origen de las especies”
larazonJohn Collier

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Es inevitable que se corte algún suspiro al ver que Charles Darwin es tendencia en las redes sociales. Pero tranquiliza saber que quienes están recordando su figura es en alusión a su cumpleaños: nació un día como hoy de 1809. El naturalista inglés pasó a la historia gracias a su teoría sobre la evolución biológica, que justificó en “El origen de las especies”, así como otros grandes estudios. Murió en abril de 1882 y durante su vida dejó una serie de lecciones que aún se tienen en cuenta, así como fue protagonista de un misterio que aún carece de explicación.
Digamos que la evolución de los animales Darwin la tenía totalmente controlada. Durante un viaje por las islas del Pacífico, el científico llegó a la conclusión de que las necesidades de las diferentes especies de adaptarse al medio dieron lugar a una serie de cambios genéticos que les hacían diferentes entre sí, a pesar de proceder de la misma raíz en común. No obstante, había un detalle que se le escapaba y que le atormentó durante toda su vida: las plantas.
Si bien sus estudios habían conseguido determinar cómo los animales habían cambiado a lo largo de los años, nunca consiguió explicar la evolución de la flora. Él aseguraba que las plantas con flores aparecieron de manera repentina en el Cretácico y se fueron diversificando rápidamente, con diferentes formas y colores. No obstante, el misterio que Darwin tildó de “abominable” estaba en cuál fue la planta “original” que generó al resto de especies.
El naturalista acuñó la expresión “misterio abominable” en 1879, en una carta a su mejor amigo, el botánico y explorador Joseph Hooker: “El aparente rápido desarrollo de todas las plantas superiores en los últimos tiempos geológicos es un misterio abominable”, escribió. Asimismo, en 1881, poco antes de su muerte, demostró seguir tan atormentado como asombrado por la cuestión, escribiéndole a Hooker: “Nada es más extraordinario en la historia del Reino Vegetal, me parece, que el desarrollo aparentemente muy repentino o abrupto de las plantas superiores”. “A veces especulo si no existieron en algún lugar durante mucho tiempo, en un continente extremadamente aislado, quizá cerca del Polo Sur”, confesó.
Más allá de sus dudas, suposiciones y teorías, Darwin dejó para la historia varias lecciones que estudiosos han ido recuperando con el tiempo. Han servido de inspiración y motivo de recuerdo al científico más influyente, quizá, de todos los tiempos. Su vida y obra, por tanto, podrían resumirse en las siguientes frases:
  • “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio”.
  • “Un hombre que se atreve a desperdiciar una hora no ha descubierto el valor de la vida”.
  • “La humanidad tiende a incrementarse a una tasa más grande que sus medios de subsistencia”.
  • “No puedes depender de tus ojos cuando tu imaginación está fuera del foco”.
  • “La historia se repite. Es uno de los errores de la historia”.
  • “Un mono americano, después de emborracharse de brandy, nunca más lo tomaría, y esto es mucho más sabio de lo que harían la mayoría de hombres”.
  • “El amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo del hombre”.
  • “Sin duda no hay progreso”.
  • “No hay ninguna diferencia fundamental entre el hombre y los animales en su capacidad de sentir placer y dolor, felicidad y miseria”.
  • “La ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento”.