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«Shock 2»: la caída de los regímenes comunistas según Andrés Lima

El director vuelve al CDN con la esperada segunda parte de la obra inspirada en «La doctrina del shock», de Naomi Klein
Bárbara Sánchez PalomeroCDN

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«Shock 1» terminó con Margaret Thatcher junto a Pinochet. Andrés Lima ponía frente a las butacas una relación amistosa que floreció cuando la Dama de Hierro visitó Chile en 1994, con ambos ya fuera del poder, y que perduró en el tiempo. «Ella sintió fuertemente que Gran Bretaña tenía una deuda por sus acciones secretas durante la Guerra de las Malvinas en 1982», señalaba el periodista británico Charles Moore en la biografía de la ex primera ministra.
Pero lejos de las horas de té que compartieron, lo que Lima quiso mostrar a lo largo de la obra fue el origen de la política monetarista de la Escuela de Chicago, cuando, a través de Nixon, se impuso el modelo en Sudamérica para, luego, extenderlo por todo el mundo. «Se valieron de una cosa muy vieja como es la violencia: Pinochet, Videla...», argumenta el director. Y a partir de este punto, la función desarrollaba su trama de forma paralela a la ampliación de la política neoliberal y su correspondiente tela de araña por todo el planeta. Aquel capítulo firmado por Albert Boronat, Juan Cavestany, Juan Mayorga y el propio Lima se subtituló «El Cóndor y el Puma», y lo que se pretendía (y se sigue pretendiendo), sobre todo, era ponerse en la piel «del otro». De igual modo que hiciera Esquilo en «Los Persas», la tragedia más antigua que se conoce. En ella, el dramaturgo cambió los papeles. Había participado en la Batalla de Salamina, pero no quiso contar su historia, sino la de los señores que tuvo enfrente.
De esta forma, Lima ya marca su posición desde la presentación de la obra, aunque asegura que se limita a abrazar el teatro verbatim (o documental): «El 80% de las escenas están basadas en palabras reales (...) Siempre hemos intentado ponernos en el lugar del otro. No criticar si una persona es mala o buena. Intentar saber qué sentía una mujer detenida sin pruebas y abusada en la prisión de Abu Ghraib –continúa–, pero también qué le sucede a los soldados que toman las fotografías que hicieron famosas esas torturas. Hacemos preguntas. De eso trata “Shock”, de reflexionar».
Es solo un ejemplo de las decenas de historias y personajes que se dejarán ver por el Teatro Valle-Inclán en «Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)». Una pieza en la que el director se reafirma en su idea de que «la guerra no debería existir, ni el mundo se debería mover por el interés», pero, dice parafraseando a Sandro Giacobbe, «la vida es así, no la he inventado yo». «¿Por qué no creer en la utopía? Nos llamarán ingenuos», sueña un Lima que no quiere ser «apocalíptico» porque asegura que «el futuro depende de nosotros mismos, de nuestra actitud», y pide, de nuevo, reflexionar «sobre lo ya ha ocurrido».
Como comenta el director del Centro Dramático Nacional, Alfredo Sanzol, era imposible no continuar una pieza que, sin exageraciones, está en el Top 3 de la cartelera teatral de los últimos dos años. Y no ya en términos de efectividad con la taquilla y la crítica, que también, sino porque «había un melón abierto que Andrés Lima quería seguir investigando» y dar continuidad al discurso inspirado en «La doctrina del shock», de Naomi Klein. «Se sigue con un argumento que nos conecta con la realidad que vivimos y, además, hace una revisitación de los momentos históricos en los que se creó la estructura neoliberal de hoy», añade Sanzol. Incluida una reflexión desde el presente en la que la Covid también encuentra su espacio, aunque algo más ligero que los otros debates, pues, según el equipo, «para hacerlo con la misma profundidad que el resto necesitaríamos que pasase más tiempo». Aun así, queda la sensación de que «la pandemia es una catástrofe natural que supone un gran “shock” que puede afectarnos» como todos los episodios que relatan.
Así, la nueva pieza arranca en el mismo punto que se quedó el primer fragmento, con Thatcher en el centro de la trama. Pero ya no se mueve entre los 50 y los 80, sino desde la «revolución conservadora», con ella y Reagan a la cabeza, hasta la actualidad. «A partir de ahí se desarrolla “la fiesta del shock neoliberal”, que se dice de forma irónica. Se inician las caídas de los regímenes socialistas y comunistas y todo ese entramado se queda sin enemigo. Solo hay un sistema ganador», explica Lima de unos protagonistas que entonan un «hemos vencido». Sin embargo, la historia no acaba ahí y se deben buscar nuevos rivales. «Entonces, se pone el punto de vista en Oriente y en el petróleo, donde siempre había estado, pero esta es la oportunidad real». Es la forma que encuentra el montaje para llegar hasta la primera Guerra del Golfo pérsico. Pero también se tocarán los atentados de las Torres Gemelas, lo que, en palabras del director, «son los orígenes del terror como concepto sin un enemigo concreto», incluida la «almendra central», define, de «Shock 2»: la segunda guerra de Irak.
Para Lima y Albert Boronat –de nuevo responsables de los textos junto a Cavestany y Mayorga– tanto sinsentido de guerras se basa en un sistema que tiene en el interés «un pilar básico». Y ahí es donde se detienen para analizar «cómo, a través del “shock”, o las crisis provocadas o naturales, se defiende esta sociedad». Eso sí, no tiran balones fuera. Reconocen parte de la culpa de un mundo que no definirían como perfecto: «No me gustaría utilizar términos perversos porque esta obra dice que pertenecemos a un sistema que legitimamos con nuestra forma de ser y estar en él –prosigue–. Llamamos a la reflexión del público. Para vivir como hoy llevamos muchos años permitiendo esta política».
En el elenco estarán Antonio Durán «Morris», Alba Flores, Natalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa para interpretar a más de cuarenta personajes como Yeltsin, Xiaoping, Mandela, los Bush, Cheney, Saddam, Thatcher, Reagan, Karol Wojtyla... «Siete actores cómicos, que, gracias a su importante sentido crítico, son capaces de representar cualquier obra trágica», cierra Lima.
  • Dónde: Teatro Valle-Inclán, Madrid. Cuándo: del 27 de abril al 13 de junio. Cuánto: 25 euros.

LA EXPERIENCIA COMPLETA EN UN DOS POR UNO

Normalmente, el término «doblete» se asocia con aquel Atleti del bueno de Radomir Antic del 96 (Copa y Liga). Sin embargo, Andrés Lima ha decido que para doblete, el suyo. Hacer de «Shock» toda una experiencia que vaya de la mañana a la tarde, y, por ello, el Centro Dramático Nacional ha reprogramado la primera parte del conjunto. Aunque solo lo hará durante seis fines de semana. Momento en el que los más rápidos en pasar por taquilla (apenas quedan entradas para el 12 de junio) podrán disfrutar de la «experiencia completa», que llaman. Entrar a las 12 en el Teatro Valle-Inclán, salir a las 14:30 para estirar las piernas y comer algo, y volver a la butaca a las 16:30 de la tarde para terminar de ver la propuesta más esperada por el público general en lo que va de año.