Martínez Almeida: «Que mis balones vayan a la cabeza explica parte de mi soltería»
El alcalde de Madrid tiene claro a dónde llevaría a Pedro Sánchez “de buen rollo”. Confiesa cuál es su criptonita y dice que ya desde pequeño no renunciaba a ningún objetivo
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Recita los artículos de la Constitución retando a la velocidad del sonido. Dice que si le persiguiera un dron se escondería «y no lo tengo difícil, quepo en muchos sitios». Asegura que tiene la capacidad de ponerse en la piel de los demás y entender por lo que están pasando. Su familia le llama «Pepito, a secas» y sus amigos «piojo, enano, Pepelu o Meja». Revela que se presentará para alcalde en 2023 y que en sus planes no está lo de ser presidente del Gobierno: «Solo pienso en ser alcalde»... ¿Y ministro? «Depende de lo que dijera el presidente correspondiente», aunque, asegura que el PP ahora «va sobrado de cantera».
¿Es usted el nuevo Superman?
No soy el nuevo Superman, soy un hombre corriente.
¿Quién es su Lois Lein?
Empezamos fuerte la entrevista... te diría que Isabel Díaz Ayuso, ¿no?
¿Cuál es su criptonita?
¿Ante qué me derrito? Ante una buena tortilla de patatas. Y lo que me vuelve débil... muy pocas cosas y conviene no revelarlas. Almeida tiene una coraza mucho más fuerte de lo que parece.
Si le concedieran una llamada al «más allá», ¿qué le diría a su madre de todo este tiempo?
Gracias, porque fue ella la que me inoculó la pasión política.
¿Cree en la «guapocracia»?
No, si no, no sería alcalde.
Últimamente a Ayuso y a usted se les ve menos juntos, ¿no será un «bache a la madrileña»?
Ni mucho menos, pero si en Madrid no tienes por qué encontrarte a tu expareja, tampoco la presidenta madrileña y el alcalde tienen por qué estar todos los días juntos, pero no quiere decir que sea un bache porque tenemos muy buena relación aparte de que ahora, además, Isabel tiene vida privada.
No sé si le acecha el espíritu de Álvarez del Manzano, Aguirre, Gallardón, Carmena...
Como en todo, hay que coger lo bueno de cada uno de ellos. Con Esperanza me inicié en política y tengo una gran admiración por ella; Alberto fue el alcalde que mejor visión para mí de ciudad ha tenido; José María es el que más quiere la gente, por ahora por la calle le siguen saludando y de Manuela aprendí que la cercanía es muy importante si uno quiere ser alcalde.
¿Por qué sus balones siempre apuntan a la cabeza?
Que mis balones vayan a la cabeza, a lo mejor, explica gran parte de mi soltería... Y es que encuentro más la cabeza que el corazón.
¿A quién se llevaría a un partido de fútbol con el riesgo que a su lado conlleva?
¿De mis adversarios? A Rita Maestre que es del Atleti. Creo que podríamos pasar un buen momento juntos animando a nuestro equipo.
¿Cuándo va a hacer el Camino de Santiago?
La última semana de agosto, ¿se anima? Es una invitación... está invitada, formalmente.
¿En qué quiere dejar huella Almeida?
En el recuerdo de la gente, en que cuando la gente piense en Almeida diga... ha sido buena gente.
¿Qué le va a pedir al Apostol Santiago?
En primer lugar por España, creo que cualquier ayuda es bienvenida tanto para los que creemos como para los que no creen. Y luego, especialmente por Madrid.
¿Qué sería para usted una «mesa bilateral»?
¿Una mesa bilateral? Una mesa a dos, en un restaurante, con unas velas.
Dijo que era latino de latas, ¿no ha pensado en hacerse un poco más ibérico?
Es que lo latino te lo resuelve todo demasiado rápido, es de una eficacia para una persona como yo que tiene muy poco tiempo... El otro día vi a un médico que me dijo que sustituyera la lata de atún por la de bonito porque aportaba más nutrientes.
¿Ha convencido ya a su hermano de Vox para que le vote?
Sí, puedo decir que mi hermano ha vuelto a la casa común.
Ahora que Madrid es la ciudad de la luz, ¿cuál ha sido su revelación?
Es que yo soy de los que viven muy apegado al terreno. Pero si me dijeras un momento en el que he recibido una revelación, creo que eligiendo al equipo de concejales que tengo en el Ayuntamiento.
¿Cuánto le queda del Harry Potter que fue?
La varilla que tengo encima de la mesa del alcalde todos los días me recuerda que algún día fui Harry Potter.
¿Qué plan haría con Sánchez por Madrid?
Enseñarle Madrid, todo, porque no lo conoce. Cuando uno no conoce Madrid, y la realidad de Madrid, lo mejor es enseñarle todo. Conoce La Moncloa. Me ofrezco voluntario para enseñarle los 21 distritos de la ciudad en la que vive y donde, además, fue concejal. Lo haría de buen rollo. Le llevaría en moto, pero no sé si me desequilibraría por su altura.
¿A quién le lanzaría una OPA hostil?
A nadie, eso sí, el que quiera venir o la que quiera venir será muy bien recibida.
¿Qué travesura recibió una reprimenda en su infancia?
De mi madre porque en la habitación que tenía pinté en la pared una canasta de baloncesto y en el suelo las líneas del campo para poder jugar con mi hermano mayor y no le acabó de convencer. Ojo al dato, al baloncesto... Yo no renunciaba a ningún objetivo, nunca.
Cuénteme alguna de sus manías...
Tengo la manía, siempre que llego a una mesa, de ordenar los cubiertos, los vasos y los platos. Se me quedó de la oposición, donde la mesa donde estudiaba tenía que estar siempre muy ordenada.