José María Álvarez del Manzano: “No habría aconsejado la mudanza de Génova 13″

Es el alcalde «récord» pues estuvo doce años gobernando la Villa de Madrid. Dice que el confinamiento lo llevó con tranquilidad porque «afortunadamente me llevo bien con mi mujer», reconoce tras 54 años juntos. ¿El secreto? «Conservar el amor, respetarse, ser flexible y pedirse perdón rápidamente cuando uno se equivoca».

Habla de su Madrid, como una ciudad moderna, activa, con incorporación de las nuevas tecnologías, pero con tradición. Aún le siguen llamando «alcalde». No se ha jubilado, sigue siendo profesional de la abogacía en el despacho de Cremades y Calvo Sotelo

–¿De niño ya se veía con el bastón de mando?

– Nunca pensé en ser alcalde, quería ser útil a la sociedad y defender los intereses públicos.

-Siendo estudiante nunca suspendió un examen...

-Pero en la carrera, en la que sacaba buenas notas, hubo un mal entendido con un catedrático de economía y en el examen final no me quiso puntuar, porque, en el exámen oral, rectifiqué un eje de abscisas que había pintado una compañera. El catedrático me reprochó que si yo sabía más que mi compañera. Me llevó a septiembre y cuando llegué, el bedel me dijo que no me tenía que examinar, que yo tenía ahí la papeleta, que era un notable. Fue el único examen que no hice y saqué notable.

–¿Es de los que toma una «relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor»?

–Sí que echo de menos el Madrid de los Austrias. Debo decir que Ana Botella repitió la frase que le habían dicho los organizadores. No me pareció mal, era una forma de reflejar la personalidad de la ciudad. Yo nunca hice mucho caso de los guiones, no sé qué hubiera dicho en su lugar.

–De su obra como alcalde, ¿de qué se siente más orgulloso?

–Del Samur. Lo creamos con el concejal de Sanidad Simón Viñal y José Luis Gilarranz. Pensé que había que quitar las casas de socorro y se nos ocurrió sustituirlas por ambulancias medicalizadas. Luego se extendió por toda España y Francia. Con haber salvado algunas vidas, me siento satisfecho.

-¿Alguna vez ha sido el comodín de la llamada para algún alcalde?

-Alguna llamada hemos tenido y algún consejo hemos dado a los alcaldes que me han precedido. Yo siempre he respetado mucho a los que me han sucedido y he procurado nunca hacer crítica de ellos porque uno, cuando se va, debe ser respetuoso con lo que te sigue. Sí que hice crítica con los que me precedían, porque esa era mi obligación, pero he sido respetuoso con todos.

–¿Qué trama política le tiene más enganchado, modo culebrón?

–Estoy siguiendo muy de cerca el tema de Bárcenas, porque afecta a compañeros y eso siempre me preocupa, y sigo las andanzas de la tarjeta perdida y la niñera con un título de grado superior. Me preocupa el deterioro en las instituciones y los ataques al Rey, la Monarquía debemos defenderla entre todos.

-Ha coincido muchas veces con el emérito...

-Tantas, que le conozco desde que éramos niños. Yo asistía a los exámenes que hacían en el instituto de San Isidro a los que éramos niños de papás monárquicos. Luego he tenido una relación permanente. Ha sido un rey excepcional, le debemos muchas cosas. Desgraciadamente, hay algunas actuaciones de los últimos tiempos no deseables, pero no pueden emborronar lo que ha significado esa monarquía. Y el Rey Felipe, afortunadamente es un Rey competente y preparado y lo está haciendo bien. A mi juicio, debe reivindicar más el papel que le corresponde. Tiene un papel importantísimo que jugar y debe mantenerse en un papel de moderación del resto de los poderes del Estado.

–¿Qué le parece la polémica entre Bárcenas y Aguirre?

–Nunca tuve contacto con Bárcenas y sí mucho con Aguirre y, te aseguro, que es una persona competente y honrada. Si tuviera que elegir entre ambos, no dudaría: me inclino por Aguirre. Fue mi colaboradora, la primera mujer teniente alcalde de Madrid.

-Un día dijo que si fuera de Cataluña votaría a Cs. ¿Ahora a Vox?

-Yo sigo siendo del PP y creyendo que debe decir muchas cosas de las que hoy está diciendo Vox, creo que tiene que recuperar su terreno. No votaría a Vox, pero comprendo que muchas de las cosas que dice y la decisión que tiene al decirlas están bien. Y algunas cosas tendríamos que decirlas nosotros desde el PP.

–¿Qué le pareció la ruptura de Pablo Casado con Vox?

–Mal. Creo que en aquella moción habría que haber votado «no», pero reconocer que la crítica a Sánchez que hacían era razonable. Me parecieron mal las referencias personales. Yo en política siempre he respetado mucho a mis adversarios.

–¿Habría aconsejado la mudanza de Génova 13?

–No lo habría aconsejado. Yo estoy en eso de «en época de tribulación, no hacer mudanza».

-¿Cómo ve una posible fusión de PP y Cs?

-El día que no consigamos, lo que hizo Aznar, unir a todo el centro derecha nunca ganaremos unas elecciones. Nuestros adversarios políticos no están en el centro derecha sino en la izquierda. Podremos tener Sánchez durante muchos años si no hacemos el esfuerzo de que los partidos vuelvan a unirse.

–¿Qué le parece la nueva generación de políticos y sus discursos?

–Creo que los políticos antes hablaban más de los intereses generales que de los intereses partidistas. Son gente distinta, son políticos en general que creo que han bajado un poco el nivel con relación a los que había antes.

–¿Carmena le invitó alguna vez a magdalenas o es más de comentar partidos con Martínez- Almeida?

–No, nunca me invitó. La conocía porque ella fue la juez decana cuando yo era alcalde y tuvimos entonces algunos problemas. Cuando se presentó a la candidatura le pregunté: «¿Te vas a meter en esto?». Cuando era alcaldesa fui respetuoso, pero le presenté mi dimisión de Ifema.

José Luis creo que es un alcalde fantástico, se parece de alguna manera a la forma en la que yo actuaba, conecta mucho con la calle. Respeto sus gustos futbolísticos, pero yo soy del Betis.

–¿Recomendaría a Almeida poner la mano en los alfileres de San Antonio?

– Soy muy partidario de las tradiciones de Madrid y de conservarlas. Yo no creía en ese carácter especial, creo que está en la ilusión y, si la tienes, es la que sirve. Pero San Antonio debe dedicarse a otras cosas aparte de eso.

–¿Y qué le parece Díaz Ayuso?

– No la conocía y la recibí con cierta duda. Pero me está pareciendo con una personalidad extraordinaria y gran valentía. No es normal ahora entre los políticos actuales.

-¿Y Casado?

-Me parece una persona fantástica, competente, que tiene sus errores como todo el mundo, pero creo que debiera reflexionar en lo que estoy diciendo de unirse y no separarse.

-Se habló mucho de que Gallardón iba para presidente. ¿Se lo plantearon a usted también?

-Nunca me lo plantearon porque yo siempre dije que el alcalde, tiene que ser alcalde. Y cuando hablaban de mi como ministro o embajador siempre dije que no, que el alcalde tiene que dedicarse a la alcaldía. El alcalde, es el alcalde, y tiene que serlo. Yo en broma le decía a Gallardón, cuando le nombraron ministro que había descendido de ser alcalde a ministro.

-¿Que tal sería ahora como alcalde 2.0?

-Se me habría dado mal, porque soy de la generación analógica. Vivía más tranquilo en la analógica. Le dije a mi mujer que teníamos que incorporarnos a la digital porque nuestros nietos no nos pueden ver como analfabetos. Lo que pasa que nos cuesta. Ahora en el despacho han cambiado el sistema por otro y me está costando.