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“Blue Moon”: Concha de Oro en el Festival de San Sebastián a las mujeres a contracorriente

La 69.ª Edición del Festival de San Sebastián presentó su palmarés completo, en el que también hubo premio para X a la Mejor Dirección y X a la Mejor Interpretación
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  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

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Aunque por cuestiones etimológicas el vulgo y la fe se lo apropiaron, convirtiendo la simple decisión en error, el «fallo», en su origen, solo servía para juzgar. Por eso, si las previsiones meteorológicas «fallan», los jurados también. Antes de que comenzara la 69.ª Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, los meteorólogos avisaban de un tiempo terrible, lleno de lluvias y vientos huracanados.
En realidad, recorrer los cinco minutos entre el Hotel María Cristina —hogar de las estrellas en el certamen— y el patio de butacas del Kursaal —paritorio de las obras a concurso—, provocaba siempre el sofoco. Algo parecido ha ocurrido con el jurado de la Sección Oficial del Zinemaldia, sobre el que, se especulaba, caería la maldición de lo estrictamente contextual y minimalista. El fallo, ahora sin comillas, del comité liderado por la georgiana Dea Kulumbegashvili (ganadora de la Concha de Oro del año pasado por su «Beginning»), decidió que las convenciones, y sobre todo las quinielas, apenas quedan ya para que un puñado de críticos cinematográficos puedan hacer el ridículo negro sobre blanco. Los pronósticos, cuando cayó la noche sobre Donostia, saltaron por los aires.
Alberto San Juan, que en la última edición de los Goya aprovechó para atizar al PSOE, nos dio la bienvenida a una ceremonia de clausura con mucho arte abstracto, raíz vasca y un par de Conchas, la de Oro y la de Plata, presidiendo el escenario. «En un muelle de Normandía», dirigida por el escritor Emmanuele Carrère y «Petite Maman», de la también francesa Céline Sciamma se llevaron los Premios del Público, y desde ahí en adelante, todo viró hacia lo dramático.
Un palmarés discutido
Después de la correspondiente actuación musical, Gaspar Noé recogió el premio Zabaltegi-Tabakalera, el de las propuestas más alternativas, por su «Vórtex», una reinterpretación del amor en la vejez y una oda, si cabe, al baile con la muerte. «Mi padre me dijo que la vida era una broma. Y resulta que no. Me dije, si he hecho tantas películas divertidas, igual es tiempo de hacer una un poco más triste», explicó con mirada perdida el director franco-argentino. Justo después, la mexicana Tatiana Huezo recogió su tercer premio de la noche, esta vez el Horizontes Latinos, por la extraordinaria y durísima «Noche de fuego», sobre los roles de género y la violencia en la misma infancia. Además, había recogido el premio Otra Mirada, que entrega RTVE, y el de Cooperación española, ambos dotados económicamente: «Vivas nos queremos», dijo sobre el escenario del Kursaal.
Para cuando la justicia parecía imponerse del todo en el Festival de San Sebastián, el jurado de la Sección Oficial hizo acto de presencia sobre el escenario. Thierry de Peretti, director de «Undercover», recogió el premio a la Mejor Fotografía en nombre de Claire Mathon, y se despidió del escenario con un extraño «Mucho Asko», mezclando el euskera con el español. Terence Davies se llevó el premio al Mejor Guion («Benediction»), y luego fue el turno de todo el elenco de chavales de «Quién lo impide» (Jonás Trueba), que se repartieron el premio a la interpretación secundaria.
Sin polémica, y sin Bardem
Uno de los grandes misterios de la noche quedó resuelto justo después, cuando Flora Ofelia Hofmann («As In Heaven») y Jessica Chastain («Los ojos de Tammy Faye») se tuvieron que conformar, por la vía ex aequo, con el primer premio a la Interpretación Principal sin género de por medio en los 69 años de historia del Zinemaldia. Hecha efectiva la pedrea, y con todas las películas bien posicionadas de cara a los premios más importantes, la Concha de Plata a la Mejor Dirección fue a parar a la danesa Tea Lindeburg por «As In Heaven», un retrato casi mitológico sobre la complicación de un parto que podría entenderse, sin miedo, como un cruce entre el cine de Ingmar Bergman y el de Terrence Malick. Si es que lo compran, que deberían. En ese momento, todo parecía indicar que también se haría con la Concha de Oro, pero tras la Mención del Jurado para «Earwig», fueron la rumana Alina Grigore y su «Blue Moon», sin ningún otro premio en el palmarés, las que hicieron el silencio.
El fallo, tremendamente discutible, se puede entender como una especie de premio de Kulumbegashvili a las autoras que, como ella, quieren contar a las mujeres a contracorriente. La película de Grigore, «Crai Nou» en su lengua original, no deja de ser una especie de extensión de su propia figura narrativa, ahora en una niña que lucha por sus estudios, por ser más de lo que le han dicho que debe ser y por, de algún modo, trascender sus propias condiciones materiales. El relato, duro, es digno de un festival de este calibre, pero cuesta entender cómo ha podido ser considerado como el mejor, a competición, en un certamen en el que películas como «El buen patrón» o «Distancia de rescate» se han ido de vacío. El fallo, ahora sí en su acepción moderna, parece más un ataque de personalismo que una decisión con poso histórico, pero solo el tiempo, el de los años, será juez válido.

Palmarés completo del Festival de San Sebastián de 2021

Concha de Oro a la Mejor Película Alina Grigore, por «Blue Moon»
Premio Especial del Jurado Lucile Hadzihalilovic, por «Earwig»
Concha de Plata a la Mejor Dirección Tea Linderburg, por «As In Heaven»
Concha de Plata a la Mejor Interpretación principal Flora Ofelia Hofmann («As in Heaven») y Jessica Chastain («Los ojos de Tammy Faye»)
Concha de Plata a la Mejor Interpretación de reparto Todo el elenco de «Quién lo impide», dirigida por Jonás Trueba
Premio del Jurado al Mejor Guion Terence Davies, por «Benediction»
Premio del Jurado a la Mejor Fotografía Claire Mathon, por «Undercover»
Premio Horizontes Latinos Tatiana Huezo, por «Noche de Fuego»