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La quiniela de los Oscar: ganan Penélope Cruz y la mediocre “Coda”, que se impone a “El poder del perro”

Las numerosas quinielas favorables para Penélope Cruz salvarían esta noche de los Oscar en la que la bienintencionada “CODA” se postula como vencedora
La Razón
  • Sergi Sánchez

    Sergi Sánchez

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Aquí y ahora, cuando las quinielas de los Oscar vaticinan el “sorpasso” más inverosímil que jamás habríamos podido imaginar, lo único que importa es que las predicciones también son favorables para Penélope Cruz, la primera actriz que se llevaría un Oscar por una película española. ¿Que “Coda” le robará el premio gordo a “El poder del perro”, “Drive My Car”, “Licorice Pizza” y “West Side Story” en esta 94 edición de los Oscar? ¡Qué más da! En un año en que la marca España ha convertido la ceremonia en un juego de patriotas, Cruz puede salvarnos la madrugada del domingo. Bardem, en la categoría de actor por “Being the Ricardos”; Alberto Iglesias en la de compositor por “Madres paralelas”; y Alberto Mielgo en la de corto de animación por “The Windshield Wiper”, lo tienen más crudo.
Cruz puede hacer historia en una edición llena de excelentes películas, que, paradójicamente, tiene toda la pinta de convertirse en una celebración equivocada de lo políticamente correcto. Hubo un momento en que algunos optimistas blandieron la bandera del triunfo para “Drive My Car”, convencidos de que Ryûsuke Hamaguchi podía hacerse un “Parásitos”. Sus tres horas de duración, su exigente (aunque empática) reflexión sobre el duelo y su taciturna (aunque luminosa) melancolía no son, a priori, tan atractivas para los académicos como fueron las bondades del filme de Bong Joon-ho, mucho más occidental en sus agresivos agravios. Luego, cuando la interminable ristra de premios de la crítica estadounidense empezó a elevar a las alturas a “El poder del perro”, parecía innegable que el excelente antiwestern de Jane Campion no tenía rival.
Pero “Coda”, “remake” de la francesa “La familia Bélier” que apuesta por la visibilidad de un colectivo (el de los sordomudos) poco representado en el cine, se ha abierto paso con decisión como película de consenso. Es el signo de los tiempos, y los votantes de los Oscar pueden seguir siendo tan conservadores en cuestión de identidad sexual como cuando decidieron premiar a la inefable “Crash” en perjuicio de otro magnífico western “queer”, “Brokeback Mountain”. El vídeo que circula por Twitter en el que la Primera Dama Jill Biden recibe al reparto de “Coda” en la Casa Blanca legitima el éxito de una película para toda la familia, diseñada para ablandar las sentimentales conciencias de los académicos. No todo, claro, serán malas noticias: el futurible Oscar de Penélope Cruz por “Madres paralelas” podría aparecer de la mano del Oscar a la mejor dirección para Jane Campion, en lo que sería el segundo premio consecutivo para una cineasta después de que el año pasado Chloe Zhao lo ganara por “Nomadland”.
Lo que está claro es que, gane “Coda” o “El poder del perro”, el Oscar a la mejor película significará la validación oficial del cine para plataformas (Apple TV y Netflix respectivamente). Es evidente que la batalla de los Oscar se libra en la era del streaming, y, atenta a las mutaciones en los modos de consumo, las altas esferas de la industria han decidido bajar al ágora de las redes sociales para convertir los premios en un reflejo de lo que el público exige y celebra. El gesto de crear comunidad entre los espectadores de a pie, concediéndoles el beneplácito de votar su película favorita del 2022, es significativo. La Academia, que ha decidido marginar a buena parte de las categorías técnicas de su emisión televisiva, está decidida a captar a nuevos públicos, reacios a los espectáculos de larga duración y afines al tiktokeo.
Es una medida que ha despertado la ira de la industria del cine en bloque, pero ni siquiera el enfado de Spielberg ha conseguido que pongan el freno de mano. Si, en los últimos años, la cuestión de la diversidad racial ha sido crucial en la actualización de la imagen de los premios, ahora toca recuperar a esa audiencia que parece haber perdido el contacto con la ceremonia aligerando contenidos y discursos, lanzando consignas no más allá de lo que duran 280 caracteres. Así las cosas, la Academia resopla aplastada entre la espada y la pared, o lo que es lo mismo, entre el instinto de supervivencia de un arte que aún tiene mucho que decir y un público que cada vez tiene menos ganas de escucharle.
La quiniela

Lo que debería ganar

  • Mejor película: “El poder del perro”
  • Mejor director: Jane Campion (“El poder del perro”)
  • Mejor actriz: Penélope Cruz (“Madres paralelas”)
  • Mejor actor: Benedict Cumberbatch (El poder del perro)
  • Mejor actriz secundaria: Kirsten Dunst (El poder del perro)
  • Mejor actor secundario: Kodi Smit McPhee (El poder del perro)
  • Mejor guion original: Paul Thomas Anderson por “Licorice Pizza”
  • Mejor guion adaptado: Ryûsuke Hamaguchi y Takamasa Oe por “Drive My Car”
  • Mejor película extranjera: “Drive My Car”

Lo que ganará

  • Mejor película: “Coda”
  • Mejor director: Jane Campion (”El poder del perro”)
  • Mejor actriz: Penélope Cruz (”Madres paralelas”)
  • Mejor actor: Will Smith (”El método Williams”)
  • Mejor actriz secundaria: Adriana DeBose (”West Side Story”)
  • Mejor actor secundario: Troy Kotsur (”CODA)
  • Mejor guion original: Kenneth Branagh (”Belfast”)
  • Mejor guion adaptado: Siân Heder (”CODA”)
  • Mejor película extranjera: “Drive My Car”