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Los Oscar, otra vez en jaque por la Covid

Los asistentes deben hacerse una PCR antes de entrar y muchos temen dar positivo o que los resultados lleguen demasiado tarde y no puedan estar presentes
NEIL HALLEFE
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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Los Oscar. El gran evento del cine. Docenas de cadenas y países estarán pendientes de lo que ocurra. Pero la gala puede verse deslucida una vez más como consecuencia de la Covid, como informa el diario británico Daily Mirror. Según este periódico, muchos invitados empiezan a ponerse nerviosos porque no les llegan los resultados de una PCR que confirme que están libres del virus. Esta prueba es necesaria para poder acceder al acto, el cual, ninguno de ellos, desea perderse.
Uno de los grandes perjudicados sería el actor y director Kenneth Branagh, de 61 años, que la semana pasada dio positivo. Ahora está esperando otra prueba para confirmar su asistencia. Su nombre ha estado últimamente ligado a los remakes de “Asesinato en el Orient Express” y “Muerte en el Nilo”, donde encarna a Hércules Poirot, pero este años puede ser su año gracias a su filme “Belfast”. Una película que está nominada en tres de las categorías principales, de hecho, las más deseadas candidaturas: director, película y guion.
De hecho, para muchos, esta debería ser la película que saliera victoriosa de la presente edición, pero ya se sabe que la Academia de Hollywood tiene su particular perspectiva y opinión. Y, de hecho, entre las favoritas está “El poder del perro”, de Jane Campion, un desasosegante western que ha impactado y que parte como una de las grandes candidatas para alzarse como triunfadora.
El requisito para que los participantes accedan al acto es que estén vacunados y que sean negativos en las pruebas de detección del virus de la Covid. Esta decisión se tomó a raíz de la ceremonia de los BAFTA que se celebró este pasado 13 de marzo. Ahí, por lo visto, hubo varios contagios y eso despertó todas las alarmas. Sobre todo en esta edición tan especial, cuando los Oscar regresan al Dolby Theatre. Al contrario de lo que sucedió en el año pasado, esta vez se ha preparado una ceremonia que no induzca al sueño, lo que ha animado a muchos a estar ahí. Es irónico que uno de los representantes expresara cuál es la ambición de este año: que esta cita se parezca más que nunca a una película. Bueno, por algo es la gran gala del séptimo arte.
Hay que tener en cuenta que los Oscar no son solo una ceremonia. También conllevan una serie de eventos, fiestas y encuentros que podrían convertirse en focos indeseados para propagar la enfermedad. Por eso, los responsables han decidido ser prudentes y exigir una serie de pruebas para salvaguardar la salud de actores, directores y otros invitados. El problema es que para muchos de los que acuden es la única oportunidad de estar ahí y de disfrutar de la posibilidad de subir a recoger un premio que suponga su gloria y apuntalar su nombre a través de la estatuilla más codiciada de la industria del cine. Por eso ahora los nervios están a flor de piel