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Asesinos en serie (VII): Manuel Delgado Villegas, el depredador sexual más terrible

Quizá uno de los criminales más sangrientos de la historia de España, mató a ocho personas aunque él reconoció que habían sido veintiséis
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La Razón
  • César Alcalá

    César Alcalá

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Es el asesino en serie sexual más terrible que ha habido en España. Asesinó a 8 personas, 14 no pudieron ser probadas y él confesó 26. Su primer abogado defensor, Juan Antonio Roqueta Quadras-Bordes, declaró: «Si el “Arropiero” sale en libertad, no tardaría en aparecer, a las pocas horas, cuatro o cinco cadáveres». Manuel Delgado Villegas nació en Sevilla o Málaga el 25 de enero de 1943. Su madre murió como consecuencia del parto. Era una familia más bien humilde. El padre era vendedor de arrope. Por eso se le conoce como El Arropiero. Tanto a él como a su hermana los cuidó una abuela. El padre desapareció. Estuvo poco tiempo en la escuela. En 1961 fue llamado a ingresar en la legión. La vida delictiva se inició en 1961 y finalizó en 1971.
Tenía un defecto que le convirtió en un personaje muy atractivo dentro del mundo de la prostitución tanto masculina como femenina. Padecía anaspermatismo. Es decir, ausencia de eyaculación. Podía alargar el coito durante horas. Pronto se convirtió en un personaje famoso y codiciado tanto por los hombres como por las mujeres. Nunca se supo si padecía o no ataques epilépticos. Algunos consideraban que los fingía. Estos ataques les sirvieron para abandonar más tarde el ejército. A partir de ese momento, con 18 años, empezó a vagar por Francia, Italia y España. Se prostituía y robaba casas para sobrevivir. Nunca se le conoció un trabajo estable y vivía como un mendigo.
El primer asesinato lo cometió el 21 de enero de 1964. Estaba en la playa de Llorach, en el Garraf (Barcelona). Ese día asesinó a Adolfo Folch Muntaner, un cocinero que había ido a esa playa para recoger un poco de arena. Le vino sueño y decidió dormir un rato. Nunca más se despertó. El segundo asesinato se produjo el 20 de junio de 1967 en Ibiza. La víctima era Margaret Helene Boudrie. La joven ese día había cumplido 21 años. Lo estaba celebrando con un amigo llamado Jules Morton. Mezclaron alcohol con LSD. El joven quiso mantener relaciones sexuales con ella. Al negarse, el joven decidió abandonar la casa. Por casualidad Delgado pasaba por allí y decidió asesinarla. El tercer asesinato se produjo el 20 de julio de 1968. La víctima era Venancio Hernández Carrasco. Era de Chinchón y fue el inventor del eslogan: «Chinchón, anís, plaza y mesón». Según parece Delgado se acercó a él y le pidió comida. Venancio Hernández le dijo que era joven, que si quería comida, que trabajara. Delgado le dio un golpe de karate y lo abandonó en el río Tajuña, un afluente del Jarama. El cadáver apareció más tarde sin pantalones y desprovisto de calcetines.
El cuarto asesinato se produjo el 5 de abril de 1969. La víctima era Ramón Estrada Saldrich. Este era el dueño de un almacén de muebles de la Avenida Diagonal número 437 de Barcelona. Se conocieron en un bar y entablaron amistad. Decidieron ir al almacén a practicar relaciones sexuales. Delgado le pidió 1.000 pesetas. Ramón Estrada estaba dispuesto a pagarle 300 pesetas. Discutieron y le propinó un golpe en el cuello desnucándolo. Le robó la cartera, dinero del almacén y el reloj.
El quinto asesinato se produjo el 23 de noviembre de 1969. La víctima era Anastasia Borrella Moreno, que vivía en Mataró. Era una anciana de 68 años. Intentó mantener relaciones sexuales con ella. Al negarse este la mató en plena calle. Trasladó el cadáver a un túnel de la riera Sirena y mantuvo relaciones sexuales con el cadáver durante tres días. El sexto asesinato se produjo el 3 de diciembre de 1970. La víctima era Francisco Marín Ramírez. El suceso tuvo lugar en el Puerto de Santa María. El séptimo asesinato se produjo el 18 de enero de 1971. La víctima era una deficiente mental, Antonia Rodríguez Relinque, que vivía en el Puerto de Santa María.
Manuel Delgado nunca fue juzgado por los crímenes cometidos. Es más, se pasó alrededor de seis años como detenido preventivo y sin abogado. Una vez solventado este fallo de la justicia, Delgado fue conducido al centro psiquiátrico de Carabanchel. Le diagnosticaron enseguida el cromosoma XYY, es decir, tiene un cromosoma más. Los que poseen esta alteración suelen tener dificultades de aprendizaje y de comportamiento.
Delgado no era consciente de sus actos. Su instinto, marcado por el cromosoma, lo había llevado a cometerlos. Era un criminal nato, sin sentido de la culpabilidad. A pesar de ello, estudios médicos rebaten esta teoría de XYY. Fue liberado en 1998, falleciendo poco después, 2 de febrero de 1998, a causa de una enfermedad pulmonar.