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Cine

Agathe Riedinger: "Las redes sociales vulgarizan la belleza de las jóvenes"

La francesa analiza sin paternalismos la tóxica relación con la fama de las nuevas generaciones y las presiones estéticas a las que se ven sometidas en "Diamante en bruto", que participó en Cannes

La actriz Malou Khébizi protagoniza "Diamante en bruto"
La actriz Malou Khébizi protagoniza "Diamante en bruto"Imdb

Viven pendientes de las vibraciones de un aparato que se ha transformado en una prolongación contemporánea del cuerpo, de la estimulación digital constante que les ofrecen las redes sociales, de recibir un mensaje de validación de alguien completamente desconocido a quien nunca han visto en persona, de recibir likes con la periodicidad desbocada de un río, de ser aceptados, halagados, admirados, envidiados, de generar necesidades, de fingir que las tienen cubiertas, de ser siempre y en todo momento mucho más que suficientes. Supeditan su autoestima al resultado obtenido de su exposición en el grotesco escaparate circense de los vídeos cortos de TikTok o los post de Instagram sin llevar a cabo un análisis del origen de sus carencias, sin explorar la naturaleza real de sus huecos no rellenados y después de horas depositadas en la contemplación de las vidas posibles que se suceden a través de los escenarios ilusorios de una pantalla, se sorprenden por no conseguir ser felices cuando intentan que la suya propia se parezca a las que han visto y no son capaces de que suceda.

La dignidad y el amor

Esta visión ligeramente reduccionista y generalizada de una juventud actual desnortada y errática, ahogada en un inmenso océano de expectativas mal gestionadas, no solamente podría ser el decálogo analítico de cualquier persona que en términos generacionales sobrepase los 40, sino que también podría ser –sustituimos rápido el condicional por el presente–, es, de hecho, el caldo de cultivo inspiracional de una cantidad de películas portadoras de una inevitable estela creativa, de un sello autoral independiente que gritan Sundance o Cannes, enmarcadas narrativamente en el retrato de las derivas de una juventud que de manera constante parece empeñada en demostrar que no tiene absolutamente nada que decir, ni que aportar, ni que manifestar.

A ese tipo de juventud lindante con la marginalidad social y fuertemente influida por los programas de televisión tan presentes en el cine de Harmony Korine, Andrea Arnold o Sean Baker interpela e incluso recuerda la que figura en el debut de la cineasta francesa Agathe Riedinger, "Diamante en bruto". En esta cinta que tras su paso por la sección oficial del pasado Festival de Cannes a pesar de tratarse de una ópera prima aterriza mañana en salas españolas, la valoración que propone la directora sobre su protagonista (una joven atrapada en el contexto geográfico y económico de la periferia del sur de Francia donde vive con su hermana pequeña y su madre y está obsesionada con el subrayado permanente y artificial de su cuerpo y con hacerse famosa a través de su participación en una suerte de "Isla de las tentaciones" gala) no está atravesada en ningún momento por el juicio, tal y como reconoce en entrevista con este diario.

"¿Sabes qué ocurre realmente? Que me encanta Liane. Tengo un amor y una admiración muy grande por este personaje y por las niñas que ella simboliza. Es verdad que hace tiempo que siento cierta tendencia de juicio y menosprecio por parte de gente que está a mi alrededor hacia este tipo de mujeres jóvenes, y eso me ha forzado mucho a preguntarme por qué yo en cambio sentía amor por ellas. He llegado a la conclusión de que en Liane hay una valentía, un coraje y una humanidad extremadamente fuertes. Mi objetivo con este retrato de alguien como ella era mostrar dónde estaba la dignidad y dónde el origen de esa demanda de amor que en el fondo está solicitando", asegura Riedinger.

¿De qué manera las redes sociales han modificado o condicionado la percepción que se tiene actualmente sobre el canon de belleza de las mujeres?

Creo que el canon de belleza cada vez es más exagerado y la popularización de la cirugía estética, por ejemplo, ha uniformizado la propia noción de la belleza en todo el mundo. Los prototipos en este sentido son mucho más feroces que antes y ahora hay que ser hermosa y deseable tengas la edad que tengas, hay que estar obligatoriamente inscrita en esta carrera por la perfección que ahora concierne a todo el mundo, no sólo a las artistas, cantantes o actrices, y es algo que me parece dramático. En ese sentido, las redes sociales están cambiando el sentido mitológico de la belleza de las chicas jóvenes para vulgarizarla y desvirtuarla.

¿Qué papel juega la ausencia de amor en la aceptación personal de la juventud actual?

Te diría que uno muy importante. Las jóvenes como Liane necesitan que alguien confíe en ellas, que les quieran, tener un sitio, ser vistas.