Crónica
Alizée hace las delicias de París para celebrar su consagración como reina del pop francés
El mítico Olympia del noveno distrito de la capital gala fue el escenario elegido por la autora de 'Moi... Lolita' para conmemorar el 25º aniversario de su carrera musical
El eclipse lunar del pasado domingo no fue el único fenómeno que los fans de Alizée pudieron vivir con emoción. Después de haber cambiado la canción por el baile y haberse dedicado a llevar su propia escuela de danza, la estrella del pop francés decidió celebrar en París dos noches cargadas de música y emociones fuertes en homenaje a sus 25 años de trayectoria artística.
Para los más de 2.000 asistentes a la primera de las dos veladas del especial '25 ans déjà', el espectáculo estaba lleno de incógnitas. Sin embargo, la 'X' más importante de la ecuación ya llevaba despejada horas antes del inicio del espectáculo: la fila para poder entrar al Olympia rozaba las paredes de la Ópera Garnier, corazón del noveno distrito parisino.
A las 20:45, el telón del escenario se hizo a un lado para dejar que el público soñara despierto. Los maniquíes con los trajes que la de Ajaccio lució durante su etapa como vocalista marcaron el compás de inicio de un concierto que se extendió durante aproximadamente dos horas.
Abrir el baúl de los recuerdos, el mejor remedio para encandilar
Anunciado el año pasado, Alizée tenía claro que quería hacer del espectáculo una experiencia colectiva donde todos tuvieran voz y voto. Es por ello que prácticamente la totalidad del repertorio fue escogido por los seguidores de la cantante a través de redes sociales. La decisión recayó en un público ferviente que había agotado las dos fechas del especial en menos de una hora desde su salida a la venta.
Con seis álbumes lanzados al mercado, la noche coronó como favoritos a los dos primeros discos de la francesa. 'Gourmandises' y 'Mes courants électriques' consiguieron aportar seis y siete canciones respectivamente, alzándose como campeones indiscutibles. El resto de proyectos de Alizée también estuvieron representados en el Olympia, aunque en menor medida, claro está.
Entre los temas más populares en directo destacaron 'L'Alizé', 'J'en ai marre!', 'Blonde', y 'Fifty-Sixty'. Su canción más reconocida internacionalmente, 'Moi... Lolita', fue recibida con gran entusiasmo entre el público, desatando un tramo 'a cappella' donde los cánticos recordaron a la artista el impacto de su obra alrededor del mundo.
No olvida a quienes han formado parte de la aventura
En paralelo a la atmósfera nostálgica del concierto, Alizée quiso aprovechar para hacer una importante retrospectiva de este último cuarto de siglo. En un ligero guiño a Dua Lipa, quien la versionó durante su 'Radical Optimism Tour', la francesa se atrevió a interpretar dos éxitos que llevan acompañándola todos estos años: 'Ella, elle l'a' de France Gall y 'La isla bonita' de Madonna.
Otros de los grandes homenajeados durante la noche fueron los instrumentalistas del espectáculo, precisamente los mismos que la acompañaron en 2003 durante su primer concierto en el Olympia. El público también recibió una gran ovación, además de verse recompensado durante la cálida interpretación de 'Parler tout bas', cuando los bailarines de Alizée lanzaron múltiples osos de peluche a la pista.
Durante el espectáculo, la cantante se cambió de indumentaria hasta en cuatro ocasiones, con cada traje rindiendo tributo a los momentos más importantes de su carrera. Sin embargo, el homenaje más importante que los asistentes pudieron presenciar fue el que se realizó a su familia y amigos, desplazados desde Córcega para disfrutar del show.
Además, es preciso hacer énfasis en la combinación entre pasado y presente que Alizée quiso llevar al escenario. En canciones como 'Lui ou toi' o 'J.B.G.', la artista se lanzó a bailar junto a su marido, Grégoire Lyonnet, a quien conoció en 2013 gracias a su participación y victoria en la versión francesa de 'Bailando con las estrellas'.
Para finalizar el concierto, la cantautora quiso despedirse por todo lo alto, con una evidente indirecta al paso del tiempo. Su 'J'ai pas vingt ans' sirvió como colofón a una experiencia donde, si bien "uno es viejo a los 20 años, todavía hay tiempo" para reafirmar el cariño de un pueblo que ha celebrado la vuelta de su reina a los escenarios.