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Aramburu: la patria es su alma

El escritor cambia de registro tras el éxito de su anterior novela y publica una obra basada en recuerdos y confesiones en las que nos abre su intimidad sin el peso del fenómeno literario.

Fernando Aramburu, ayer, en el Instituto Cervantes de Madrid
Fernando Aramburu, ayer, en el Instituto Cervantes de Madridlarazon

El escritor cambia de registro tras el éxito de su anterior novela y publica una obra basada en recuerdos y confesiones en las que nos abre su intimidad sin el peso del fenómeno literario.

Cuando era niño, Fernando Aramburu odiaba confesarse en la iglesia. «Para mí, era una tortura tener que abrirme así», contaba ayer en Madrid. «Entonces, durante bastantes años he estado utilizando artimañas literarias para decir sin decir, para confesarme sin que se sepa que lo estoy haciendo», comentó el escritor vasco ayer, paradójicamente confesándose ante un auditorio ávido de las primeras noticias sobre su nuevo libro, «Autorretrato sin mí». Y es que el autor del fenómeno «Patria», que ya cultiva en Italia y Alemania el mismo éxito que en España, comenzó a escribir estos textos «a solas, a escondidas, en lugares más bien insólitos para la escritura». Así es como nació el cuentista y el novelista, y así es como siguen funcionando los resortes de su actividad creativa.

«No existe ningún texto que no surja de mi pequeña y modesta verdad personal. No hay ficción en ningún texto, todo lo que hay ahí me refleja», añade. «Todo lo escrito en el libro lo he sacado de ese núcleo íntimo, que algunos llaman alma, por lo que va en muchas ocasiones a contracorriente del pudor, contra el que también he triunfado sin eliminarlo del todo». Aramburu ha cambiado por completo el registro, evitando reincidir en el realismo para entregar una obra poética que supone «una ventana abierta a mi interior» y a aspectos íntimos pero no como si fuera un cajón de sastre. Son evocaciones, recuerdos e imágenes en las que se observa casi como una autobiografía. El Premio Nacional de las Letras 2017 definió estas páginas como un ejercicio vital frente a la «ópera» que supuso «Patria» y, claro, no pudo esquivar las preguntas sobre ETA y la actualidad política española, que él mira desde la lejanía de su residencia en Alemania. Sobre la banda terrorista, que podría estar estudiando su disolución tras siete años sin violencia, dijo que «su mera existencia es terrorismo, aunque no actúe», y añadió que, para opinar al respecto, esta posibilidad «debería concretarse».

El paso del tsunami

En caso de que esa situación se produjera, consideró que tendría una repercusión altamente positiva para la sociedad vasca, que está en un proceso «de recomposición de lazos sociales y afectivos. Se podría hablar de un triste y sangriento periodo histórico concluido», añadió. Del efecto de «Patria» en su propia vida, comentó que «en lo literario, este tsunami pasó de largo. Ya está fuera del escritorio y no influirá para nada en lo que voy a hacer en el futuro. Porque en mi escritorio mando yo». De la misma manera, reveló que se mantiene al margen de la adaptación del libro a serie de televisión que prepara HBO, aunque le han pedido su opinión. Sobre la situación en España, dejó una reflexión acerca de la dificultad de que se formen amplias coaliciones políticas en nuestro país: «A veces parece que nos comportemos como vecinos mal avenidos, como si nos gobernaran unos histéricos y, sin embargo, la gente va por la calle y está tranquila y se puede hablar con cualquiera. No sé si tengo una visión de turista de mi propio país».