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Documento histórico

La carta en la que la viuda de Lincoln señala al inductor del asesinato de su marido

Cuatro páginas manuscritas escritas por Mary Todd un año después del magnicidio salen ahora a subasta

Abraham Lincoln
Abraham Lincolnlarazon

El 20 de marzo de 1865, Abraham Lincoln era para muchos un héroe. Había acabado con una sangrienta guerra civil en Estados Unidos. Ese triunfo le había permitido ser reelegido como ocupante de la Casa Blanca, contando con Andrew Johnson como vicepresidente. Ese 20 de marzo, Lincoln decidió ir al Ford Theater de Washington, en compañía de su esposa Mary Todd, para ver una comedia musical titulada “Our American Cousin”. Sin embargo, lo que debía ser una velada de diversión se convirtió en una de las grandes tragedias de la historia estadounidense. Un actor llamado John Wilkes Booth, simpatizante de los Estados Confederados durante la guerra, se coló en el palco presidencial y disparó con toda frialdad contra Lincoln. Tras el disparo mortal, Booth saltó al escenario y gritó: “Sic semper tyrannis”, es decir, y en latín, “Así siempre con los tiranos”, frase que se cree que Bruto dijo tras matar a César.

Booth formaba parte de una conspiración que en un primer momento quiso secuestrar al presidente, pero que acabó en el último momento desembocando en su asesinato. Los cómplices fueron cayendo poco a poco y, en la mayoría de casos, acabaron en la horca. Otros posibles instigadores han sido señalados, pero el rastro de la especulación se ha ido a veces desdibujando, como sucede con el vicepresidente Andrew Johnson. Quien sospechaba de él era la mismísima viuda de Lincoln.

Así lo demuestra una carta manuscrita de cuatro páginas que estos días ha sido puesta en venta por RR Auctions. Se espera que pueda ser subasta por 40.000 dólares, aunque en el momento de escribir estas líneas se oferta por 9.572 dólares.

La carta de Mary Todd
La carta de Mary ToddArchivo

Estamos hablando de un documento muy importante y casi contemporáneo a los hechos. Firmada como Mary Lincoln, en ella la que fuera primera dama se ponía en contacto con su amiga Sally Orne de Filadelfia. Mary indicaba en la primera página la palabra “Privado” para referirse a todo lo que venía a continuación: “Mi propia miseria intensa ha aumentado, por el mismo pensamiento, que ese miserable y ebrio Johnson, tenía conocimiento de la muerte de mi esposo... ¿Por qué, se encontró esa tarjeta, de Booth, en su caja? Creo que tuvo un acuerdo con los conspiradores y ellos conocían a su hombre. ¿No dijo Booth: ‘Había una cosa que él no diría’?” Una dolida Mary añadía a continuación que “se dice que hay honor entre ladrones. Nadie ha oído hablar nunca de Johnson lamentando la muerte de mi santo esposo, nunca me escribió una línea de condolencia y se comportó de la manera más brutal. ¿Por qué no se lleva a juicio a [Jefferson] Davis [el presidente de los Estados Confederados]? Tan seguro como que usted y yo vivimos, Johnson tuvo algo que ver en todo esto, si él no recibe su condena aquí (y creo que la está recibiendo), si hay un lugar de recompensa y castigos, como seguramente lo hay, su destino será sufrir, está demasiado endurecido para sentir, en este mundo. No te molestaré más hoy o tal vez, por algún tiempo”.

En la postdata, Mary Todd se centra en Preston King, un exsenador y amigo cercano de Andrew Johnson, y quien fue en gran parte responsable de la nominación vicepresidencial de Johnson. La viuda de Lincoln creía que King sabía algo, pero el peso era tan fuerte que se había acabado suicidando el 13 de noviembre de 1865. “Otro elemento más importante, en este caso, ¿por qué se suicidó Preston King? Lo conocía bien”, deja escrito en la carta.