Crítica de cine

Keitel, genial secundario

Harvey Keitel celebra el premio
Harvey Keitel celebra el premiolarazon

Unas 6800 personas incómodamente sentados en Piazza Grande vieron aparte de la película el premio a la carrera a Mario Adorf. Este majo actor toda su carrera es de actor secundario. Es curioso lo pobre de algunos premios. Bill Pullman no es nadie. Jane Birkin tampoco. Pero lo más curioso es que Harvey Keitel, otro galardonado, es genial y magnífico como secundario, aparte de su magnífico Teniente corrupto.

Vamos con las películas. En el concurso O Ornitólogo, película portuguesa de joão Pedro Rodrigues. Extraña película que a medida que uno la va viendo empieza a pensar que estupenda película estoy viendo. Vemos los pájaros que observa cómo empollan. Él busca pájaros y yendo en canoa por un río que transcurre entre montañas tiene un accidente. Le recogen medio muerto dos chinas que hacen el camino de Santiago. Son malvadas y le atan y martirizan. Se escapa y ahora es una lucha con todo lo que ocurre en el bosque hasta culminar con un estallido de violencia. Falta poco para terminar y de pronto un final grotesco, absurdo, falso en medio de una ciudad estropea toda la película. Hasta el punto es estúpido ese final que el personaje que se llama Fernando cree que es San Antonio de Padua.

En Piazza Grande Le ciel attendra, de Marie-Castille Mention-Schaar. Se podría decir el viejo dicho de que el que mucho abarca poco aprieta. Una joven francesa es captada por el ISIS por internet y este tema es interesante pero la autora mete otros tres personajes que tenemos que deducir que les pasa lo mismo. Deducir con Hitchcock, no con esta señora. Antes de hacer otra película, que aprenda.

Para terminar por hoy, a concurso, Marija, opera prima de Michael Koch. Se nota que es una primera película y por culpa de la tecnología digital abundancia abusiva de primeros planos y el personaje principal que camina mucho siempre se le ve la espalda. A pesar de estos defectos, es una película interesante proque muestra todo el complejo submundo de emigrantes en la ciudad alemana de Dortmund. Gangsterismo barato y un final demasiado feliz. Pero podríamos decir que es lo mejor del día.