Estreno

Lars von Trier: ¿el gran misógino?

El polémico director estrena en Navidad la primera parte de «Nymphomaniac». El rodaje de su nuevo filme le ha alejado también de Charlotte Gainsbourg

Gainsbourg asegura que lo más humillante del filme han sido las escenas sadomasoquistas
Gainsbourg asegura que lo más humillante del filme han sido las escenas sadomasoquistaslarazon

Seguidor de la máxima de Hitchcock: «Hay que tratar a los actores como si fueran ganado», según comentan algunos de los intérpretes. A juicio de sus detractores, sus guiones son una repetición sofisticada del lema: Debemos quemar a las mujeres en la hoguera. Si lo hicieron en el pasado, es porque estaba justificado, porque son todas locas, manejadas por una naturaleza y una sexualidad satánicas e incontrolables. En cualquier caso, su película «Anticristo» (2009) ha sido tachada como «el alegato más misógino de toda la historia del cine», según el jurado ecuménico del Festival de Cannes el año en que se presentó allí la cinta. Todo este magma asoma en la prensa internacional como lava con ocasión de su estreno navideño: «Nymphomaniac», que lejos de ser un filme familiar promete secuencias de porno duro que causaron problemas con la protagonista, Charlotte Gainsbourg, la única estrella que había repetido con el creador del Dogma en tres ocasiones. La actriz ha estallado en una entrevista y asegura que Lars Von Trier le llevó más al límite de lo que esperaba (y eso que ella en «Anticristo» tuvo que simular ante la cámara una amputación genital): «Las escenas de sexo no fueron tan duras como las de masoquismo. Esas resultaban vergonzosas y, sí, un tanto humillantes», declaró la intérprete a «Vanity Fair», que admitió que von Trier se ha pasado de «explícito» en este filme y que lleva sus obsesiones «demasiado lejos». Ella puso la línea roja en masturbar a un actor porno y en aparecer con él en el mismo plano mientras realizaba esta práctica. ¿Se habrá acabado la magia entre Gainsbourg y el director danés? La francesa había roto el maleficio tras rodajes tan accidentados como «Bailar en la oscuridad» (2000), en el que cuentan que Bjork escupió al realizador, se escapó durante tres días del rodaje y ni siquiera el premio a la mejor actriz y la Palma de Oro de Cannes les pudo reconciliar. Nicole Kidman también sufrió interpretando «Dogville» (2003); tanto, que se negó a protagonizar la segunda parte, «Manderlay» (2005). Cuando «Nymphomaniac» parecía que iba a ser el momento de la reconciliación entre ambos, la protagonista de «Las horas» se descolgó en el último instante. Argumentó que le era imposible conciliar el rodaje sobre Grace de Mónaco y el nuevo del danés. La excepción es Kristen Dunst, que también logró el galardón en Cannes gracias a «Melancolía» (2011), con un papel escrito a medida para Penélope Cruz: «Lars es el director que mejor entiende a las mujeres, tal vez con la excepción de Pedro Almodóvar», asegura la actriz. Sus defensores argumentan que más bien es admiración por lo femenino: le cuesta imaginar a personajes masculinos tan generosos como para llevar su lucha contra los tabúes hasta esos extremos. El propio Von Trier también se defiende de esta acusación: «No creo que las mujeres deban ser sojuzgadas, y menos aún con violencia. Estoy totalmente en contra». Aunque luego realiza matizaciones que inquietan aún más: «No pienso que las mujeres ni su sexualidad sean perversas, pero dan miedo» o «estoy muy abierto a la igualdad de géneros, pero no creo que llegue a ser una realidad. Los sexos son demasiado diferentes, y menos mal».

Grandes tormentos

- En «Rompiendo las olas», con Emily Watson, comienza el afán del realizador por retratar a mujeres cuyo sacrificio convierte en mártires.

- «Necesita a las mujeres. Las envidia y las odia por ello. Así que tiene que destruirlas», escribió Bjork en su blog tras el rodaje de «Bailar en la oscuridad».

- Nicole Kidman tampoco quiso repetir tras «Dogville». Y cuentan que llegó a preguntarle: «¿Por qué tratas tan mal a las mujeres?».

- Kirsten Dunst parece ser la excepción. La protagonista de «Melancolía» asegura que el director «nos entiende mejor a nosotras que a los hombres».