Cine
Maryam Touzani, la cineasta marroquí que desnuda a Carmen Maura
Su nueva película, "Calle Málaga", es un alegato a envejecer con dignidad y poder disfrutar de la vida y sexualidad en la tercera edad
La directora marroquí Maryam Touzani vuelve este año al panorama audiovisual con "Calle Málaga", película rodada en español y que cuenta con el protagonismo de Carmen Maura. En una entrevista otorgada a EFE, reivindica su trabajo en orden a "dar voz a aquellos que no tienen necesariamente una voz".
Efectivamente, la filmografía de esta artista ha estado marcada siempre por la crítica social. Su ópera prima, "Adam", versaba sobre las madres solteras en el país magrebí. Su segunda cinta, "El caftán azul" abordaba otro tema tabú: la homosexualidad, la cual sigue penada en la nación. No obstante, esta producción le valió un gran éxito dentro y fuera de sus fronteras, llegando a ser el filme escogido para representar a Marruecos en los Oscar. En esta ocasión, la problemática seleccionada es la vejez femenina. Para ello, ha conseguido que Maura se desnude por primera vez en su carrera antes las cámaras.
Reflexión sobre la belleza en la vejez
"Para mí era esencial mostrar la belleza en la vejez también, sobre todo porque en el cine los cuerpos de las personas más ancianas no se muestran, no los queremos ver", explica Touzani, que presenta en estos días la película en el Festival Internacional de Cine de Marrakech, el más importante del país. "He querido, ante todo, celebrar el hecho de poder envejecer", continúa.
El audiovisual sigue la historia de María Ángeles, una mujer española de 80 años residente en Tánger que ante la decisión de su hija de vender el apartamento donde vive, hará todo lo posible por poder permanecer en ella. La idea de acercar la comunidad ibérica nace del dolor de Touzani tras la muerte de su madre, que era hija de españoles, y expresa que es una comunidad que "ha ido desapareciendo poquito a poco".
Maryam Touzani asegura que hace cine inspirado en historias humanas "porque cada película que escribo es una idea que no puedo callar". No obstante, no considera que el cine tenga un "deber" de contribuir a una transformación social, sino que es algo "personal" y "cada cineasta tiene que saber lo que quiere".
Admira que en el estado norafricano haya un "verdadero deseo de hablar de todo, de confrontarse a opiniones diferentes". Subraya cómo sus anteriores creaciones contaron con financiación pública, lo que le hace sentirse orgullosa de que haya "dinero del Estado que apoya la libertad de expresión".