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Matthew Fox: «Es peor actuar cuando sobra tiempo y dinero»

larazon

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De un primer vistazo, cuesta reconocer bajo los harapos, la barba descuidada y las ojeras al atractivo protagonista de «Salvados». En el camerino, sin la peluca, pero con su barba natural que lleva meses dejando crecer y alguno de los tatuajes (múltiples) al aire, paladea su primera experiencia europea. «Este personaje es, sin duda, el mayor desafío que he tenido». Leyó el guión y quiso conocer inmediatamente a Miguel Ángel Vivas. Descubrió que el españolito que estaba al otro lado de la cámara de Skype llevaba dos años estudiando inglés para poder hacerse cargo del proyecto: «Tengo mucha fe en este director. Miguel es un visionario, tiene toda la película en su cabeza y asombra porque lo que te dice antes de rodar es lo que luego se ve en el plano», comenta admirado. Asegura que no le dio ningún miedo ponerse en manos de una productora española, aunque él nunca hubiera rodado fuera de Estados Unidos: «Puede haber más riesgo en Hollywood que aquí porque cuando sobra tiempo y dinero es más difícil lograr transmitir la desesperación en pantalla, y para películas como ésta es necesaria esa sensación de inmediatez e intensidad», declara a la prensa española. De hecho, subraya que el guión parece escrito por un nativo, pues apenas encontró un par de detalles en los que se notara que el autor no tenía la lengua que había escrito como propia. Encuentra algunas similitudes entre la situación de su personaje y su infancia, pues creció aislado en un rancho de la América profunda (de hecho, confiesa que no deseó ser actor hasta tarde porque no tuvo televisión hasta que alcanzó la edad de 15 años), aunque no le parece tan extraña la distancia entre los protagonistas: «En el mundo de hoy tampoco es que nos comuniquemos mucho con nuestros vecinos».
Le da seguridad en el proyecto el éxito de un pequeño test familiar: «Es más una película de personajes que de acción, pero acaba resultando una combinación perfecta. Mi hija, que tiene 16 años, acude al cine a ver películas de miedo con sus amigas. Leyó el guión y sintió terror de verdad. Aunque también es cierto que este filme cuenta con una profundidad que no tienen las cintas que ella va a ver normalmente», añade orgulloso. Cuando le preguntan por su pasado televisivo y por cómo ve su futuro, asegura, que, de momento, prefiere el cine: «Te aporta mucha más flexibilidad, pues puedes hacer personajes distintos en muy poco tiempo. Eso sí, les tienes que dedicar mayor intensidad, pero esto tiene sus recompensas». Es él quien alude a «Perdidos», la serie que le convirtió en famoso en los cinco continentes: «He rodado más de trescientas horas con dos personajes en sendas series. A pesar de que fueron bien y evolucionaron, necesitas hacer otras cosas. Seis años en lo mismo son demasiados», confiesa. Puestos a soñar, le gustaría protagonizar un «western» de ésos que ya casi no se escriben.