Roma

Robert Downey no tiene escrúpulos

Robert Downey no tiene escrúpulos
Robert Downey no tiene escrúpuloslarazon

Todos tenemos nuestras raíces, nos guste o no, aunque nos hayamos alejado de ellas, viviendo como si hubiera dejado de existir el lugar donde nacimos y crecimos y se hubieran evaporado las personas que nos acompañaron en el pasado. Hank Palmer, un exitoso abogado de Chicago al que le sobra el prestigio pero le faltan escrúpulos («los inocentes no pueden permitirse contratarme», dice orgulloso), se enfrenta a este axioma cuando el funeral de su madre le obliga a volver al pueblecito agrícola de Indiana de donde salió al comenzar a estudiar en la universidad. En este retorno a las raíces, Robert Downey Jr, el intérprete de Palmer en «El juez», se enfrenta cara a cara con los fantasmas de su pasado. El que más le asusta es su propio padre, Joseph, el respetado magistrado de la localidad durante los últimos 42 años al que le tocará defender tras ser acusado de asesinato. Al «juez», como le llama incluso su hijo, lo encarna Robert Duvall, por quien demuestra veneración: «Genera respeto porque él es un hombre que respeta. Me parece genial», señala. En esta cinta, dirigida por David Dobkin, Duvall forma una extraordinaria pareja con su tocayo Downey Jr. Más allá de la tensión narrativa que va desarrollándose con el juicio (él mismo asegura que «es la película más rara que he hecho porque interpreto a un tipo que se da cuenta de lo miserable que puede llegar a ser», confiesa), en el que al mayor de los Palmer le toca estar a un lado de la Justicia que nunca habría imaginado, la película se encamina por un territorio poco trillado en el cine, pero muy cercano a todos nosotros hoy: el terremoto emocional y la responsabilidad inesperada que supone para un hijo adulto tener que cuidar a su padre anciano. «El juez» explora este terreno con maestría, acompañando las escenas más duras con otras más frescas y divertidas.

En el cuarto de baño

En la tragicómica secuencia que padre e hijo comparten en el baño de la casa familiar queda claro que más que un filme sobre la ley estamos ante un drama familiar. Eso fue precisamente lo que más atrajo a Downey Jr. para comprometerse con el proyecto, pues además de interpretar es también productor junto a su mujer, Susan. Ha invertido en ella una parte de los ingresos millonarios logrados con las entregas de Marvel. «Para mí es como una película clásica pero llevada a la pantalla como se hacen los filmes en el siglo XXI», comentaba en la reciente presentación de la cinta en Roma.

El actor dio entonces una pista de cuál puede ser su próximo proyecto junto a su esposa, más allá de las siguientes entregas de la saga de Marvel. «Estamos trabajando en el guión de ‘‘Pinocho’’, una historia con espíritu y actores americanos, y nos gustaría rodar una parte de ella en Italia». A Robert Downey Jr. le resulta «una liberación» poder dejar por un tiempo de interpretar a héroes y superhéroes para encarnar a un tipo tan imperfecto y humano como Palmer. Este filme le ha permitido «volver a desarrollar los personajes y la trama. Esta historia no es algo sólo aplicable a Indiana, queríamos que se entendiera fuera de Estados Unidos», asegura el actor. Lo corrobora el director de la cinta, David Dobkin, cuando reflexionó sobre la relación entre los hijos y los padres ancianos tras la muerte de sus padres.