Polémica
Decía que era un jefazo de Netflix, ofrecía consejos y engañaba a aspirantes a cineasta: descubren el fraude de un influencer británico
Marco Robinson acumulaba condenas y usaba títulos falsos para reforzar su imagen
El sector audiovisual británico se ha visto sacudido por la polémica en torno a Marco Robinson, un gurú motivacional que durante años se ha presentado como emprendedor de éxito, conferenciante y autor de autoayuda. Una investigación periodística ha puesto en duda su supuesto papel como alto cargo de Netflix.
Robinson se presentaba como “productor número dos” de la plataforma, un título inexistente que utilizó como carta de presentación para impartir masterclases de hasta 12.000 euros. Según la investigación publicada por el periódico especializado Deadline, llegó a usar esa supuesta credencial para atraer a jóvenes cineastas con la promesa de contactos en Hollywood y acceso a rodajes, aunque en la práctica muchos de esos programas se limitaban a charlas genéricas, con materiales incluso elaborados con inteligencia artificial. La compañía de streaming ha desmentido de forma tajante cualquier vínculo con él.
Las inconsistencias en la trayectoria de Robinson son numerosas. Sus supuestas colaboraciones con celebridades como Russell Crowe se reducen a simples interacciones en redes sociales; su fundaciónbenéficaFreedomX apenas recaudó 4.700 euros; y su uso de títulos honoríficos como “Sir” o “Dato Seri” carece de validez oficial. Este último es una distinción malasia comparable a un título nobiliario, pero las autoridades del país no reconocen que le haya sido concedida y, además, la legislación británica prohíbe utilizar tratamientos honoríficos extranjeros.
Incluso en el cine ha inflado su participación: en la película Legacy of Lies, donde presumía de haber invertido casi 520.000 euros, su aportación real fue de apenas 65.000 euros, según confirmaron los productores. En los tribunales británicos ya pesan condenas contra él. Tres escritoras lograron demostrar que fueron engañadas y obtuvieron reembolsos que superan los cerca de 40.000 euros, incluidas costas judiciales. Sus testimonios apuntan a un patrón de falsas promesas, manipulación emocional y cursos o mentorías que nunca ofrecieron lo que se anunciaba.
Pese a todo, Robinson continúa mostrándose en eventos internacionales como el Festival de Cannes, donde presenta proyectos con credenciales dudosas y mantiene su discurso de superación personal.