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Lenguaje

¿De dónde viene la expresión "comer de gorra" o ser "un gorrón"?

Se trata de una expresión muy antigua que significa "conseguir algo gratis" o "aprovecharse de lo ajeno"

Gorra marinera de Pull & Bear
Una gorra de nuestro tiempolarazonCortesía de la marca

Es una expresión frecuente, al menos en el español que se habla en España. Se utiliza cuando alguien trata de comer o de acceder a una fiesta sin pagar. Entonces, decimos que aquellos vinieron "a comer de gorra" o estuvieron "bebiendo de gorra". La expresión, bastante común hoy en día, tiene un origen más antiguo de lo que parece. De forma más despectiva, cuando alguien hace eso habitualmente, se le llama "gorrón".

Estas dos expresiones son muy comunes y, mientras "ir de gorra" no entraña en sí mismo un juicio o una crítica, "ser un gorrón" es un calificativo que lleva implícito casi un insulto: el que se aprovecha de lo ajeno. Ambas expresiones son bastante antiguas y podrían tener su origen en la España de los siglos XVI y XVII, según recoge Sebastián de Covarrubias. En concreto, habría surgido en Salamanca, ciudad universitaria desde hace siglos, y donde los estudiantes tenían poco dinero para ir sobreviviendo.

Como buenos jóvenes, tenían que buscarse la vida y tener pocos reparos o vergüenzas a la hora de hacer lo necesario. Y, como jóvenes, en vez de llevar sombrero, acostumbraban a vestir gorra. Y como el hambre agudiza el ingenio, los estudiantes solían intentar colarse en banquetes y celebraciones que tenían lugar a lo ancho de la ciudad. Para entrar, tiraban de zalamería y realizaban grandes saludos, gorra en mano, para ser recibidos. Sus aspavientos y reverencias con la gorra en la mano eran su billete de entrada a la comida gratis.

En ese mismo tiempo y lugar, existía la figura del "capigorrón" (la capa y el gorro que vestían esos mismos estudiantes) y que se trataba de alumnos que recibían una compensación por hacer de ayudante y a veces de siervo de otros estudiantes mejor posicionados. Sus tareas y compensaciones variaban en función de los casos, pero eran una especie de subordinados a cambio de comida, dinero o acceso gratis a las clases de la universidad. Su uso fue acortándose al "gorrón" que hoy en día todos conocemos.