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Eva Lootz se instala entre el fuego y el agua del Reina Sofía

La reconocida artista experimental fundamental en el panorama artístico español, recorre con una exposición en el museo hasta cinco décadas de pensamiento y experimentación sobre la materia, el lenguaje y los temas que le preocupan
Exposición 'Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?'
Exposición 'Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?'FERNANDO ALVARADOEFE
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Madrid Creada:

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Una gran lengua negra de betún tan densa como la propia muerte o las lágrimas lorquianas de Yerma se expansiona por el suelo rodeada de otras lenguas menguadas edificadas sobre cobre, bronce, plomo, estaño, fieltro, lacre, parafina o lana que cuelgan de la pared como simbólicos telares suspendidos. La materia desparramada, vencida por el eventual peso de la encarnación del habla. Laguna de palabras no pronunciadas, charco oscuro de lenguaje primitivo.
Eva Lootz, generosa, verborreica, inconscientemente divertida y en pleno alarde de unas fresquísimas facultades comunicativas a sus 84 años, pronuncia para que los presentes que nos encontramos empotrados en una de las enormes salas del Museo Reina Sofía adquiramos un marco teórico con el que sazonar lo que nuestros ojos están contemplando: "El órgano físico que es umbral entre el alimento para el cuerpo y la capacidad de expresión: la lengua", indica en referencia al término de elemento puente, de órgano bisagra, con el que le gusta delimitar conceptualmente a la húmeda, que es una de las grandes imágenes presentes en muchas de sus obras.
Las instalaciones «La agonía de las lenguas» (ubicada en las paredes) y «Gran lengua de betún» (situada en el suelo) son algunas de las obras que integran la muestra
Las instalaciones «La agonía de las lenguas» (ubicada en las paredes) y «Gran lengua de betún» (situada en el suelo) son algunas de las obras que integran la muestraMuseo Reina Sofía
En esta ocasión además, en el marco de la exposición "Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?" –que podrá disfrutarse desde hoy mismo hasta el 12 de septiembre y está comisariada por Fernando López–, se transfigura en un motivo que le sirve para alertar sobre la extinción de lenguas que sigue produciéndose en territorios sujetos a dinámicas coloniales. "Hoy en día, solo en América Latina existen 773 lenguas en peligro de extinción", advierte la consagrada artista plástica austriaca, exponente de las tendencias experimentales del arte español de las últimas décadas y extraordinaria interventora de la materia.
A través de las trece salas por las que se realiza un recorrido no cronológico pero sí panorámico de la muestra, el viaje sensorial producido atraviesa una obra diversa y multimedia –pinturas, esculturas, instalaciones, vídeos, series fotográficas y obras sonoras representativas de su trayectoria– con una atención especial a sus lúdicos y cromáticos dibujos sobre elementos líquidos, canales fluviales, nudos y formas de atascamiento orgánico que constituyen una suerte de escritura paralela que acompaña sus investigaciones y funcionan, por momentos, como un verdadero diario.
Exposición 'Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?'
Exposición 'Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?'FERNANDO ALVARADOEFE
Menciona la artista, en un momento del recorrido en el que nos sumergimos en una sala dedicada a la devaluación de la materia –que se corresponde coyunturalmente a la década de los 80, tiempo en el que Lootz se interesa por la extracción de los minerales, con sus consiguientes repercusiones en el paisaje y la sociedad– que las materias primas son "como la ropa interior de la Historia", calificando de "escultura negativa" las intervenciones de extracción pozos, canteras o minas que dan lugar a las grandes obras de transformación del entorno, hechas, claro, sin voluntad artística. Monumentos negativos de la revolución industrial. Perforaciones antiéticas y antiestéticas en nuestro respiradero natural.
"Necesitamos aprender a ver de nuevo", subraya profética sobre una de las conclusiones extraídas como consecuencia del cambio radical de la visualidad y de la proliferación imparable de la multipantalla sufrido en los últimos años. En esta muestra que empieza con un volcán y termina con una suerte de instalación sobre el Guadalquivir, lo primero que vemos es el fuego y lo último el agua. Como si en una hermosa y metafórica analogía de recursos, Lootz nos estuviera preguntando lo mismo que nos plantea López y para lo que seguimos sin tener respuestas claras: ¿hacia dónde va el viaje?