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Del árabe al latín: cuando el alfabeto turco cambió para siempre (en 1928)

En solo unas pocas semanas, el idioma turco cambió su alfabeto por completo y omitió la Q, W y X

Un retrato del presidente turco Atatürk de la década de 1930
Un retrato del presidente turco Atatürk de la década de 1930UnknownWikimedia Commons

“La lengua turca ha estado prisionera durante siglos y ahora está soltando sus cadenas”, declaró el presidente Mustafa Kemal Atatürk en 1928. El antiguo sistema turco usaba la escritura árabe, que tenía una apariencia tan extraña que era extremadamente difícil de dominar. Muchos extranjeros que habían vivido en Turquía durante años, y podían hablar turco con fluidez, todavía no sabían deletrear ni leer los letreros de las calles. Fue por eso por lo que este país decidió adoptar la escritura latina.

El antiguo alfabeto árabe tenía casi quinientos caracteres, una pesadilla para un tipógrafo. El nuevo alfabeto turco, sin embargo, contaba con solo 29 caracteres, que difieren del alfabeto latino estandarizado a través de algunos caracteres especiales, que se agregaron para acomodar los matices de la pronunciación turca, y las letras Q, W y X, que se eliminaron por completo.

Q, W y X quedaron prohibidas por completo, haciendo que su uso en público fuera un delito. La única forma de usar legalmente estas letras era si formaban parte de una palabra prestada del inglés u otros idiomas. El argumento era que estos caracteres se podían escribir con las letras K, V y KS, respectivamente. Todo esto tuvo un final en octubre de 2013, cuando el gobierno levantó la prohibición.

Los kurdos, fueron los que más sufrieron con el veto de las tres letras debido a que usaron los tres caracteres prohibidos mucho más que los turcos. El turco era el único idioma oficial en el país, lo que obligó a los kurdos a usar los nuevos alfabetos turcos, pero sin las cruciales Q, W y X, muchos kurdos tuvieron que cambiar sus nombres porque esos alfabetos no estaban permitidos en sus identificaciones oficiales.

Cambiar el idioma escrito de una nación entera de catorce millones de personas en el espacio de unas pocas semanas fue un logro educativo sobresaliente. Se requirió que todos los ciudadanos entre las edades de dieciséis y cuarenta años aprendieran el nuevo alfabeto. Solo en Estambul, casi doscientos mil hombres y mujeres se matricularon en las clases.

También hubo que cambiar cientos de miles de todos los letreros públicos. Los nombres de las calles, las tiendas, las paradas de autobús, los establecimientos comerciales, las estaciones de tren, todo tuvo que ser escrito con el nuevo alfabeto, mientras que los periódicos y revistas descartaron las antiguas tipografías y se actualizaron los documentos oficiales.