Así fue el trágico final de Lluís Companys, el presidente golpista de la Generalitat, hace 84 años
El 14 de octubre de 1940 el líder de ERC, encarcelado en el castillo de Montjuic, fue juzgado sumarísimamente
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No son pocos los que se preguntan quién es el tal Lluís Companys que da nombre al Estadio Olímpico de Montjuic donde transitoriamente juega el FC Barcelona. Precisamente, a la vera de este campo de fútbol, en el foso del castillo que corona la montaña barcelonesa fue fusilado el 15 de octubre de 1940 Companys. ¿Pero quién fue y por qué lo mataron?
El que fuera presidente de la Generalitat (y efímeramente Ministro de la Marina de la República Española) entre 1934 y 1939 Lluís Companys (uno de los fundadores de Esquerra Republicana de Cataluña), fue un personaje escurridizo, con sus luces y sus sombras. En octubre de 1934 fue encarcelado por el Gobierno de la Repúblca al declarar el Estado catalán dentro de la República Federal Española (sic). Esto hizo que él y la plana mayor de su gobierno dieran con sus huesos en la cárcel.
Sin embargo, en 1936, con la llegada al poder repúblicano del Frente Popular, él y los demás presos de la Generalitat fueron amnistiados. Un episodio de resonancias actuales.
Restituido en sus funciones como máximo responsable de la Generalitat de Cataluña, Companys resistió en Barcelona hasta enero de 1939 cuando las tropas franquistas entraron en la Ciudad Condal. Entonces, como el resto de líderes republicanos, atravesó Los Pirineos rumbo a Francia.
En París se reencontró con su esposa y con su hijo enfermo, internado en un hospital psiquiátrico. Pero la ocupación de Francia por parte de la fuerza nacionalsocialista llevó a Companys a abanadonar la capital francesa para refugiarse en un pequeña localidad al noroeste de Francia.
Una orden de busca y captura contra todos los gobernantes republicanos en el exilio emitida por el embajador de España en Francia José Félix Lequerica (personaje fundamental en la novela 'Mil ojos tiene la noche', de Juan Manuel de Prada), acabó con la Gestapo capturando al líder catalanista, y con el siniestro policía franquista Pedro Urraca (otro personaje de De Prada) llevándolo hasta la Dirección General de Seguridad en Madrid, donde fue torturado durante el mes de septiembre de 1940.
De ahí se le trasladó al castillo de Montjuic, que a la sazón servía de prisión, donde el 14 de octubre fue juzgado sumarísimamente, acusado de "adhesión a la rebelión militar", y ordenado fusilar a la madrugada siguiente. "¡Por Cataluña!", dicen que fue las últimas palabras que pronunció antes de ser asesinado.
A fines de 2018, el consejo de ministros presidido por Pedro Sánchez aprobó condenar el consejo de guerra que juzgó de aquella manera a Companys.