Inteligencia artificial
Hollywood tantea el futuro con Tilly Norwood, la primera actriz generada por inteligencia artificial
El fenómeno de la IA abre un nuevo capítulo en la industria audiovisual
Tilly Norwood es una actriz generada íntegramente mediante inteligencia artificial que ha empezado a atraer la atención del sector audiovisual. Según adelantó Deadline, varios representantes de Hollywood ya han mostrado interés en trabajar "para ella", mientras que algunos estudios siguen de cerca su evolución para evaluar la viabilidad de incorporar a este tipo de intérpretes digitales en proyectos de cine y televisión.
Norwood ha sido creada para desempeñar papeles como una actriz real, con una apariencia fotorrealista y capacidad para reproducir expresiones, diálogos y movimientos en pantalla. A diferencia de otras aplicaciones de la IA en el cine, como el rejuvenecimiento digital o la recreación de voces de actores ya existentes, se trata de un personaje totalmente nuevo, sin equivalente humano, que comienza a situarse en el circuito profesional.
El interés de los agentes responde a la posibilidad de integrar figuras virtuales en el mismo sistema de representación que hasta ahora solo gestionaba a artistas de carne y hueso. De confirmarse este paso, se trataría de la primera ocasión en la que una intérprete creada por ordenador se vincula a representantes artísticos, un terreno que hasta ahora pertenecía exclusivamente a los actores tradicionales.
El caso de Tilly Norwood se enmarca en una tendencia más amplia: la creciente presencia de la inteligencia artificial en la industria audiovisual. En los últimos años, se han utilizado estas tecnologías para generar escenas imposibles, sustituir extras digitales o replicar voces. Norwood representa un salto cualitativo al plantear la existencia de una intérprete autónoma, concebida desde el inicio como producto de la IA.
La noticia ha abierto un debate en torno a la gestión de este tipo de figuras. Los estudios, agentes y sindicatos deberán determinar cómo regular aspectos como los contratos, los derechos de imagen o la autoría de las interpretaciones. De momento, Tilly Norwood se presenta como un experimento que podría marcar un precedente en la manera en que Hollywood concibe y organiza el talento en la era de la inteligencia artificial.