Cultura

La educación en la Corte

Alfredo Alvar: «A las princesas no les enseñaban a bordar, eso es una estupidez»

El historiador publica su estudio sobre la educación de príncipes y princesas durante los siglos XVI y XVII, “Espejos de príncipes y avisos a princesas”, un libro que inaugura la Colección Historia Fundamental de la Fundación Banco Santander

Los historiadores Alfredo Alvar Ezquerra (izda.) y Enrique Krauze en la nueva sede de la Fundación Banco Santander
Los historiadores Alfredo Alvar Ezquerra (izda.) y Enrique Krauze en la nueva sede de la Fundación Banco SantanderEnrique CidonchaLa Razón

Para el historiador mexicano Enrique Krauze, también director de la revista «Letras Libres», el volumen que se presentó ayer en la Fundación Banco Santander, «Espejos de príncipes y avisos a princesas. La educación palaciega de la Casa de Austria», se trata de una invitación a introducirse en un cuadro como «Las Meninas»: «Es una ventana directa a la intimidad de los personajes que estamos acostumbrados a ver en las pinturas. Como si entrásemos en un Velázquez y habláramos con los allí presentes, pero no de forma engolada, sino tratando la vida más cotidiana y los aspectos más delicados», explicaba de un volumen firmado por Alfredo Alvar y que, además, significa el pistoletazo de salida de la Colección Historia Fundamental.

Como responsable de la serie, Francisco Javier Expósito justifica así el lanzamiento: «Hay una necesidad real en la sociedad de conocer más la Historia; cada vez tiene más aristas y se producen más miradas hacia el pasado. Para conocer el presente debemos mirar atrás. Y el objetivo es llenar los espacios sin tópicos ni ideologías a través de una investigación que ilumine las sombras en España e Iberoamérica entre los siglos XVI y XVIII, cuando compartían una misma realidad».

Aquí, el estudio ha corrido a cargo del profesor de Investigación del CSIC e historiador Alfredo Alvar, que reconoce que «el español que no conoce América tampoco conoce España. Está bien irse a Oriente a comer tallarines, pero si no entiendes nuestro pasado más directo del sur de Estados Unidos a Ushuaia uno no puede salir a la calle sin ni siquiera comprenderse a sí mismo». Y, para ayudar en la tarea, ha construido un ejemplar en el que «humaniza», en palabras de Expósito, a los protagonistas de la Corte. Reyes, reinas, príncipes, princesas, infantes... Todos sufrieron desasosiegos y desmayos. Y con ese espíritu, conforma un libro en el que ha querido «sintetizar», apunta, cómo era la educación de príncipes e infantas. «Se conocían cosas dispersas sobre la enseñanza y quiénes eran los maestros de la Casa de Austria, pero no existía una visión de conjunto», afirma el experto en el Siglo de Oro.

Evolución del Humanismo

Centrado en el XVI y XVII, se retrata la evolución de la cultura humanista y el pensamiento desde que Antonio de Nebrija fuera requerido por Isabel la Católica. Se avecinaban «grandes cambios en la intelectualidad y la cristiandad» impulsados por eventos fundamentales para esta época, como el Concilio de Trento. Quiénes eran los maestros de las élites, qué fuentes tenían o cómo se organizaban son varias de las cuestiones que desglosa en el libro de la Fundación Banco Santander. Los hechos y las anécdotas (como que «las mismas cartillas que se utilizaban para estudiar aquí se exportaban a América; o los libros de oportunidad sobre cómo educar a un príncipe que surgían cuando se anunciaba un embarazo», puntualiza) aportan al libro un carácter divulgativo que se complementa dando un paso más allá: con siete episodios en formato podcast disponibles en plataformas como Google y Spotify.

«Los reyes de la Casa de Austria tienen textos de educación para sus hijos espectaculares», asegura un Alvar que rescata documentos desde «los de Carlos V a Felipe II instándole a perfeccionar su latín» hasta los del propio Felipe II a sus hijas, preparándolas para su papel de gobernadoras, firmando «pactos y alianzas diplomáticas». Y es que la diferencia de educación no dependía del sexo, sino del horizonte que tuviera ante sí la criatura: «A las princesas no se las enseñaba a bordar y coser. Eso es una estupidez que no tiene ni pies ni cabeza. La hija de un rey iba a ser casada con un príncipe heredero en el extranjero y debía saber gobernar las virtudes y defectos del marido, que no sus vicios. “En el lecho se trazan paces y se desatan guerras”, se decía». El volumen también abarca las «grandes introspecciones que Felipe IV realiza para darle a Baltasar Carlos», además de reflexionar colectivamente sobre el papel de las madres reinas, que «elegían activamente los mejores maestros, incidiendo directamente en la educación recibida por parte de príncipes y princesas. Las reinas pintaban mucho. Eran muy incómodas en determinados aspectos».

De esta forma, Alvar y su obra inauguran una colección que pone en valor el Humanismo «porque es lo que necesitamos», clama un Expósito empeñado en que Historia Fundamental «enfoque miradas fuera de leyendas arraigadas».

  • «Espejos de príncipes y avisos a princesas» (Fundación Banco Santander), de Alfredo Alvar Ezquerra, 252 páginas, 20 euros.