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Lola López Mondéjar gana el Premio Anagrama de Ensayo

La escritora y psicoanalista se alza con el galardón con la obra "Sin relato"

GRAFCAT9065. BARCELONA, 07/10/2024.- La escritora y psicoanalista murciana Lola López Mondéjar posa este lunes tras ganar la 52ª edición del Premio Anagrama de Ensayo, dotado con 10.000 euros, con la obra "Sin relato. Atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad". EFE/Toni Albir
Una imagen de Lola López MondéjarToni AlbirAgencia EFE

La escritora y psicoanalista Lola López Mondéjar es la nueva ganadora del Premio Anagrama de Ensayo con “Sin relato. Atrofia de la capacidad narrativa y crisis de la subjetividad". La obra se impuso entre los 167 originales presentados a la edición de este año de un galardón dotado con 10.000 euros y que tuvo como jurado a Jordi Gracia, Pau Luque, Daniel Rico, Remedios Zafra y las editoras Silvia Sesé e Isabel Obiols.

El texto se apoya en los nuevos fenómenos culturales para desplegarse entre la filosofía, la psicología y el psicoanalisis, construyendo una suerte de cartografía de la jibarización de la capacidad narrativa. En palabras de Remedios Zafra estamos ante una obra sobre “la complejidad de un mundo que anima a hablar de uno mismo todo el rato y que paralelamente boicotea la lógica narrativa y creativa que requiere todo sujeto para construirse como tal y para escuchar, quizá comprender mejor, a los otros”.

La autora, por su parte, explicó que “la socialización actual ya no tiene a la familia y escuela como eje sino las redes sociales. El 40 o el 50% socialización de los jóvenes es mediante redes sociales, por lo que el lenguaje humano está siendo cada vez más a través de las máquina, hasta el punto que omite las señales emocionales del lenguaje”.

López Mondéjar declaró que “tenemos una atrofia de dialogar con lo dado”. Por ello, admitió “nos encontramos en un momento en el que la individualidades hablan y hablan sin saber lo que dicen. Eso produce vaciamiento del mundo psíquico”.

La ganadora del Anagrama de Ensayo admitió que es “pesimista, muy pesimista”, aunque siempre hay espacio para la resistencia. Sin embargo, hoy “el lenguaje de las máquinas está conquistando nuestra individualidad, en ese blablablá mimético. Nos está convirtiendo en cyborgs psíquicos. No tenemos un lugar, un espacio transicional para la imaginación, para estar solos”.

Todo ello se está traduciendo, como expuso la escritora y psicoanalista, en el hecho de que “el deseo ha caído en las relaciones actuales, se prefiere tenerla con las máquinas antes que con las personas. Huimos de la presencialidad y usamos relaciones de usar y tirar”.