R Kelly, condenado a 30 años de cárcel por abusos y tráfico sexual de mujeres y niñas
El cantante de “I believe I can fly” ya fue absuelto en 2008 de un juicio por pornografía infantil
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El cantante y estrella del R&B Robert Kelly, conocido artísticamente como R Kelly, ha sido condenado a 30 años de cárcel. Esta sentencia llega 9 meses después de que fuera declarado culpable por abusar sexualmente de varias mujeres y niñas menores de edad, así como por cometer tráfico sexual con ellas. En el proceso judicial, que duró dos meses, decenas de personas testificaron contra el que fue bastante reconocido por su música durante los años 90. De hecho, la Fiscalía llamó al estrado a 45 testigos “y presentó cientos de pruebas, incluidas pruebas escritas, grabadas en vídeo y en audio del abuso al que el acusado, con la ayuda de sus empleados y asociados, sometió a sus víctimas”, detallan en la sentencia.
R Kelly, de 55 años, escuchó los testimonios de siete mujeres, quienes recordaron el sufrimiento y los abusos de los que fueron víctimas por parte del rapero. Entre ellas, Lizzette Martínez, de 45 años, aseguró en el proceso que aún seguía luchando contra problemas mentales derivados de lo ocurrido. Por su parte, Angela aseguró que R Kelly utilizó su fama y poder “para engañar y entrenar a niños y niñas menores de edad para su propia gratificación sexual”.
Asimismo, entre las víctimas presentes en la sesión judicial estuvo Jerhonda Pace, quien inició una relación con Kelly cuando ella era menor de edad. Y asegura que el artista le agredió sexualmente: “Me hiciste hacer cosas que quebraron mi espíritu. Literalmente deseé morir por lo mal que me hiciste sentir”, denunció.
Varios testigos aseguraron un patrón de abusos seguido por Kelly. Las mujeres describían cómo el cantante escogía a jóvenes víctimas que iban a sus conciertos, a quienes a veces asaltaba sexualmente a escondidas minutos después del evento. Controlaba cómo vestían, cuándo podían comer o usar el baño, cómo debían interactuar con otros hombres o cuándo podían salir de las habitaciones donde las tenía retenidas. A veces incluso abusaba de sus parejas, a quienes golpeaba y forzaba que le llamaran “daddy” (”papi”). Además, Kelly llegó a utilizar una red de empleados que le ayudaban a la hora de captar nuevas chicas, engañarlas y así hacerse con el control sobre ellas.
Un depredador
La sentencia emitida este miércoles por la jueza federal Ann Donnelly, después de que en la corte federal de Brooklyn Kelly haya sido señalado por estas siete víctimas en una sola hora, recoge estos delitos cometidos por el rapero. La magistrada resumió que “el acusado, una estrella de la música internacional, fue acusado de usar su fama y su organización para atraer a jóvenes a relaciones sexuales abusivas, en una empresa de crimen organizado que, según el Gobierno, duró unos 25 años”. Una situación que, según le definió la fiscalía el año pasado, le describe como “un depredador”, que aprovechó su situación social para romper la ley y para hacer daño.
“Las décadas de delincuencia de Kelly parecen haber sido alimentadas por el narcisismo y la creencia de que su talento musical lo absolvía de cualquier necesidad de confirmar su conducta, sin importar cuán depredadora, dañina, humillante o abusiva para los demás o a las estructuras de la ley”, valoró la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York. De esta forma, solicitaron a la juez una sentencia superior a 25 años y una multa entre 50.000 y 250.000 dólares, pues “a la luz de la gravedad de los delitos, hay necesidad de que sirva como disuasión y de proteger al público de nuevos delitos del acusado”.
En cuanto al cantante de “I believe I can fly”, que ya fue absuelto en 2008 en un juicio por pornografía infantil, se declara inocente, afirmando que las jóvenes eran seguidoras suyas que “se morían por estar con él” y que empezaron a acusarle años después, cuando el movimiento “MeToo” cobró fuerza.