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Fito Cabrales: «No tengo vocación de líder de una banda»

Fito Cabrales. Cantante de Fito y Fitipaldis. La banda publica un CD y un DVD grabados en directo en el Teatro Arriaga de Bilbao, que se celebró a beneficio del Banco de Alimentos.

Fito Cabrales
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Despúes de más de un centenar de conciertos por pabellones, Fito y Fitipaldis no tenían suficiente. Se ve que no sabían cuándo parar, así que se embarcaron con un praréntesis mediante en una gira por salas más pequeñas. Fueron otras 49 noches en las que el repertorio de la banda sonó renovado y que Fito Cabrales, Carlos Raya, Javier Alzola, Joserra Senperena, Daniel Griffin y Alejandro "Boli"Climent pusieron colofón en casa, en Bilbao, en el Teatro Arriaga. De aquellas dos noches en la capital vizcaína quedará el documento de "En directo desde el Teatro Arriaga", un CD y DVD que Warner editó recientemente. para cerrar el círculo, todo el dinero recaudado, casi 100.000 euros, se donaron al Banco de Alimentos de Vizcaya.

-¿Se siente más a gusto en teatros?

-Bueno, el disco surge porque es verdad que hace mucho mucho tiempo que estaba haciendo giras en pabellones y un día pensé que deberíamos volver a lo más pequeño. Solo pensábamos en tener toda la atención del mundo, porque el público en un pabellón se dispersa. Y buen sonido siempre, para que el que sale del escenario sea suficiente y no tanto volumen de amplificadores detrás. Fíjate que entonces ocurrió lo del Madrid Arena y nos quedamos colgados. Nos reubicamos en el Price y fue genial: cinco días en Madrid como si fuéramos los Stones. Después de eso llegaron los locales más pequeños. Y un día me tuve que parar y decir: "Habrá que acabar algún día de hacer gira"(risas). Y el sitio más chulo era Bilbao y el Arriaga.

-Luego dicen que el rock no se compromete.

-La música ciempre se compromete con causas positivas, ya es buena en sí misma. Muchas veces se hablan de cosas y la música no es la culpable. Hay actos solidarias que se montan y que son un desastre. Para nosotros fue fácil porrque lo hacíamos nosotros, y claro fue totalmente transparente. Tantas sillas, tantas entradas y tanto dinero.

-¿Le pide a la música otras cosas ahora, con el tiempo?

-Respondo que sí, pero no sé si es verdad. De corazón te digo que sí, que me encuentro más resolutivo si el sitio no es muy grande. Si tengo que estar corriendo, pues... yo no tengo vocación de Jagger ni soy Carlos Tarque. Yo no soy un gran "frontman". Pero la verdad es que en pabellones me lo he pasado tan bien... Pero el teatro requiere mucha más concentración por los silencios, que se hacen muy difíciles de llevar, desgastan mucho. Y, en cambio, en las giras grandes Carlos y yo acabamos con las manos destrozadas porque hay un momento que no mides, que le das y le das a la guitarra para que suene más y más fuerte... y te haces polvo. Pero si tengo que elegir una vía para el tren sería al aforo más pequeño.

-Tiene otra riqueza el show, y se ve en el DVD.

-Para mí, sí. No tienes que estar luchando contra una muralla. Cuando haces una gira de pabellones, de 20, la mitad son una mierda, suenan fatal. Aquí no están preparados. No sé si en Francia o Singapur, sí; pero aquí, no. Así que cuando haces una gira de 150 conciertos la mitad te sobra, lo has pasado fatal. En cambio, en la gira de teatros no recuerdo una mala noche. Las hubo mejores... pero no por razones del recinto. A veces los conciertos no llegan a ser lo que tu crees o lo que tu quieres, porque lo que quieres es que sea magnífico, que subas al escenario y ser la hostia, que sea como meterte una droga y que te suba. Y a veces no sube y no sabes por qué. La gente está a favor, todo va bien, pero no sube (risas). Es así. Y en esta gira de teatros no hubo ni una sola noche que no sonase maravilloso.

-Y ahora, ¿ha empezado capítulo nuevo de canciones?

-Soy un puto desastre, no tengo estudio y no grabo las cosas. Aunque las letras las escribo, estaría bueno. Pero antes lo grababa en un móvil y ya ni lo grabo. Pienso: "Si no me acuerdo mañana, es que era una mierda". O sea, que soy un bicho raro. Y en todo este caos, que es un desorden más bien, llega Carlos y en cuatro horas con él he avanzado ocho meses. Yo puedo escribir, pero no tengo la capacidad de trabajo que Carlos ni sé la música que sabe él a la hora de armonizar, o si repito mucho una cadencia. Él tiene capacidad indiscutible por su talento y porque es muy trabajador. Está todo el día con bandas en su estudio de todo tipo. Yo hago un disco cada cinco años y él hace uno todos los días. Se va una banda y entra otra.

-¿Y cómo escribe?

-No tengo método, trato todos los días de hacer algo, pero no me sale y siempre busco una excusa para marcharme y me vale cualquiera. Cualquiera. Y voy a comprar o allevar al niño a no dé dónde. Pero es verdad que si me pongo a trabajar no tengo límite. A veces el lunes, martes y miércoles no aguanto estar dos horas en el local pero llega el jueves y estoy 20. No es lo ideal, pero creo que en mi caso me quise alejar de que fuera monotema la vida. No estoy todo el día pensando en música, en las canciones mías o de otros..

-¿No es su prioridad la música?

-La prioridad, sí. No me quiero convertir en un señor con la barba larga incapaz de comunicarse con la gente y me sería muy fácil, porque en mi mundo uno se puede sentir muy agusto, peo yo no quiero estar siempre pensdando en mis discos y mis giras. Y al final, como es lo que me da de comer tendría la excusa perfecta y podría mandar a todo el mundo a tomar por culo. ¿No veís que soy un atista? No me gusta los músicos que hablan de música todo el rato. Estoy con gente y solo hablan de sus proyectos, y peinso ¿por qué no hablan de optra cosa? Lo entiendo cuando son jóvenes...

-¿Te ves otros 20 años en esto, de gira?

-Pues no me veo de otra forma. Me gustan unas cuantas cosas y ninguna me da la recomepensa de la música.

-No se ve pintando cuadros...

-No. A veces estoy tranquilamente en mi pueblo y me dicen: "promoción". Y me pongo malo... (risas) Y me recuerdan desde el sello que en todos los discos me he puesto enfermo. Que me bajan las defensas, me entran los nervios y los fríos...Y eso quiere decir también que nada en el mundo me atrae tanto como la música. He conocido a gente muy interesante gracias a este oficio. Lo mejor de mis músicos no es lo bien que tocan, son ellos mismos. Lo mejor de la banda son ellos.

-Hay un mito en el rock de que el rockero que vende no es un auténtico y si les gustas a las chicas, menos.

-Pues es así. Antes yo también puede que despreciase lo que tenía éxito. Pero ahora, intento acercarme, preguntarme qué es lo que tienen eso para fliparle a la gente. Para ver qué puedo pillar yo, y no perdérmelo. Y muchas veces o lo consigo, pero creo que si le gusta a tanta gente, algo debe tener. Pero es un clásico. El rock & roll es complicado. No es lo mismo para nadie. En los 50 era Chueck Berry o en los 70 era Led Zeppelin o Deep Purple, pero ahora el rock a veces... pienso que es tan culpable la oreja como la música. A veces el rock está en la gente que lo oye y no en la banda. Yo escucho al Cigala y para mí es rock. Y si escucho a Bob Marley, pues es reggae, pero tío... para mí es rock. ¡Sí! Y en los bares del pueblo de rock ponen a Bob Marley. Y a veces voy por la calle y escucho a un tipo con la acústica y se supone que toca rock pero yo no lo veo. Creo que hay que tener en las orejas rock. Y es así.