Conciertos

Izal: tantas primeras veces

El grupo presenta «Copacabana» en Madrid con tres conciertos seguidos en el Circo Price para los que las entradas están agotadas.

Izal realizan una incursión en el pop electrónico con su nuevo trabajo
Izal realizan una incursión en el pop electrónico con su nuevo trabajolarazon

El grupo presenta «Copacabana» en Madrid con tres conciertos seguidos en el Circo Price para los que las entradas están agotadas.

La última vez que aparecieron en estas páginas, hace casi exactamente un año, Izal se disponían a llenar La Riviera de Madrid por primera vez. Llegaron a continuación varias primeras veces en festivales por toda España (SOS, BBK, Sonorama y Dcode) y en septiembre publicaban su tercer disco, «Copacabana», sin alterar los principios de su esforzado proyecto musical independiente. La banda, formada en Madrid por cinco músicos de fuera de la capital (Mikel Izal, Alejandro Jordá, Emanuel Pérez «Gato», Alberto Pérez, Iván Mella), ha ido superando cotas y la semana que viene se enfrenta a otra: tres noches seguidas en el Circo Price. Visto su tirón entre el público joven, en este tiempo han recibido muchas ofertas, no crean: «Bueno, todas las que se pueden en España. Las discográficas grandes e importantes han llamado a la puerta y eso es un orgullo. Pero hemos llegado hasta aquí solos y tenemos un momento buenísimo y no vemos qué pueden hacer ellas por nostros. Pensamos que poca cosa. No tenemos ningún complejo con ellas, que conste ¡Joder, si nos llegan a llamar en 2010! Por entonces no teníamos forma de pagar un disco ni de ir de gira. Es cuando necesitábamos un apoyo, pero ahora...», señala Mikel Izal, cantante del grupo. «Nosotros decidimos todo y bastante tenemos con poner de acuerdo las opiniones de los cinco...», apunta Emanuel Pérez. «Queremos una perspectiva pulcra, musical, no arancelaria. Y no podemos confiar en que eso siga siendo así dentro de una gran compañía. Conoces grupos que han tenido el disco grabado y parado durante un año y medio por cuestiones comerciales», añade Jordá.

La banda basó su éxito en ir incorporando cada vez 20 espectadores más a su concierto. De 20 en 20. «Llevamos bastantes años trabajando poco a poco, como tú dices. Pero si nos preguntas por un monento en el que empezamos a notar que la cosa podía llegar a alguna parte, aunque parezca poca cosa, te diría que la noche que actuamos en el Café La Palma y de repente la gente empezó a cantar. De acuerdo que era un sitio pequeño y sólo cantaron cuatro o cinco canciones. Pero fue la primera vez que nos pasaba algo así y no lo entendíamos. Era el comienzo. Después vino la primera vez en la Joy Eslava. Fue importante porque se llenó y por cómo se llenó. La sensación», comenta Izal. «También nos ganamos algo en la Plaza del Trigo del Sonorama. Se habló de ese concierto en las redes sociales durante meses. Desde entonces nos han ocurrido muchas primeras veces», añade Alberto Pérez.

Toque electrónico

Para el nuevo disco también han pescado en el mar de las primeras veces. «Nos hemos atrevido a ir a sonidos en los que antes nunca se nos ocurrió investigar. Hemos hecho nuestro primer tema totalmente electrónico o el primero que incluye un recitado», apunta Jordá. «Nuestra manera de trabajar es explorar nuestras influencias dispares puestas en común y tratar de divertirnos jugando con la música. Es fundamental pasarlo bien y que el resultado nos llene para el directo, lo cual no es nada fácil. Tratamos de ir a espacios que nunca hemos transitado y de llevar las ideas claras al estudio», comenta Izal. Sin embargo, esta vez se dejaron aconsejar por Santos y Fluren, dos reputados productores barceloneses. «El carácter del sonido es lo principal. Ellos nos aportaron detalles que lo definen. Hasta ahora nuestro sonido buscaba la alta fidelidad, como la mezcla que hizo Luca Petricca, que es muy cristalina. Santos y Fluren juegan a algo diferente, a aumentar el grosor de volumen, el grano. Nos han aportado una descarga analógica, si lo quieres llamar de esta manera. Con mayor profundidad y algo más sucio. Pero también genera sentimientos y eso es lo que más nos importa», añade el vocalista. Parece un disco pensado para tocarse ante miles más que ante cientos. «Cuando lo grabamos, veníamos con el cuerpo del directo, de ir tocando ante mucha gente. Aunque no tengas la intención, te sale así», dice Mella. «Tiene mucho que ver con la forma que tenemos de interpretar. Ya no salimos con la timidez de “Magia y efectos especiales”. Mentalmente ha ocurrido un cambio. Nos vemos más seguros también en el estudio y hacemos lo que nos pide el cuerpo». Y no será la primera vez.