Asier Etxeandia «interpreta» su biografía íntima en La Latina

Es un exorcismo sobre el escenario. Asier Etxeandia deja salir al niño que lleva dentro entre convulsiones y a ritmo de los Rolling Stone. ¿El motivo? Recordar su infancia, esos años en los que se colocaba en una esquina de su habitación y se convertía frente a un público invisible en estrella de rock, de soul o de boleros. Lo hacía en la esquina porque, creía, las paredes actuaban como un micrófono. Ahora ha cambiado ese rincón por el Teatro La Latina y allí presenta, después de haberse hecho con el Premio Max 2012 al Mejor Actor Protagonista por la obra «La avería», una apuesta que sobrepasa lo íntimo: «El intérprete».

Sobre el escenario están Gherardo Catanzaro al piano, Enrico Barbaro al contrabajo, Tao Gutiérrez a la percusión y Etxeandia, el niño. Porque el actor no interpreta en esta ocasión, aunque sí se sirva de los elementos teatrales para revivir ese pasado. «Yo sigo siendo un niño y, al final, todos los espectadores se sienten identificados. Ya sea en la ducha, en el jardín o en cualquier otro sitio, todos hemos cantado y la imaginación nos ha salvado en muchas ocasiones en las que la realidad era demasiado cruda», explica.

Etxeandia pone voz a los temas de Chavela Vargas, Kurth Weill, Lucho Gatica, Rolling Stones o Carlos Gardel. Son las canciones que le han enseñado a amar la música. Pero «el intérprete» no revela mucho del repertorio que el público podrá oír, pues hay que jugar con el factor sorpresa para generar emociones, según argumenta. Es una excusa para transmitir que todos y cada uno de nosotros somos maravillosos, que no hay nadie raro. Cada uno tiene que defender el sombrero que lleva, por muy ridículo que le parezca. Así, casi todas las funciones se han cerrado con el público bailando y cantando a pleno pulmón.

Pero éste es también un tiempo de apuestas para Asier Etxeandia, que se ha lanzado a crear su propia productora junto a José Luis Huertas y Ana Sánchez de la Morena. Factoría Madre Constriktor es el nombre de la nueva empresa y «El intérprete», su despegue. Con ella pretenden aunar y dar voz a distintas disciplinas artísticas: actores, músicos, bailarines, y creadores plásticos, entre otros.