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Compañía Antonio Gades

'Carmen' siempre vuelve (y nunca deja de bailar)

La Compañía Antonio Gades ofrecerá en Madrid ocho funciones de uno de los hitos de la danza española

'Carmen' llega a Madrid tras pasar por Francia, donde en solo tres días llenaron 10.000 butacas
'Carmen' llega a Madrid tras pasar por Francia, donde en solo tres días llenaron 10.000 butacasAlberto Rodrígálvarez

Antonio Gades no quería ver a una compañía que bailase, sino «a un pueblo que baila». Algo «real», apunta quien estuvo casada con él hasta la muerte del artista en 2004, Eugenia Eiriz (también directora general de la fundación que lleva el nombre del maestro). En la cabeza del bailarín se dibujaba un mundo «como la vida misma», sostiene su viuda de una escena en la que «no todos son altos y guapos, pero que sí tiene arte y en la que está todo muy medido», continúa Eiriz. «Parece sencillo y es muy sofisticado».

Ese espíritu es el que trata de mantener en el siglo XXI la Compañía Antonio Gades, refundada un año después del fallecimiento del artista y apoyada sobre el repertorio del coreógrafo.

Tras girar por Europa (Suiza, Bélgica e Italia) durante los últimos meses y alcanzar hitos como los logrados recientemente en Francia, donde en solo tres días han llevado al teatro a 10.000 personas, la 'Carmen' de Gades y Carlos Saura regresa a España del 6 al 18 de mayo, al UMusic Hotel Teatro Albéniz, «el que siempre ha sido el teatro de la danza», celebra María Esteve, hija del mito.

María Esteve y Eugenia Eiriz, ayer, en el UMusic Hotel Teatro Albéniz
María Esteve y Eugenia Eiriz, ayer, en el UMusic Hotel Teatro AlbénizJesús G. FeriaFotógrafos

De este modo, 'Carmen' vuelve a poner en la escena madrileña la obra que llevó el flamenco más allá de sus raíces, «convirtiéndolo en un género teatral universal. Marcó un hito al fusionar la música de Bizet con la intensidad del flamenco en vivo, redefiniendo la narrativa de la danza europea», presenta la compañía.

Para Esteve, este montaje une el ballet con el género musical y la danza-teatro. «Es un acto de justicia artística y de resistencia», asegura la actriz: «Con 'Bodas de sangre' y con esta pieza cambió el panorama. Se juntan flamenco y música clásica para contar nuestra historia». La misma de la que se empapó el propio Gades pisando España pueblo a pueblo, como recuerda su hija: «Desaparecía de casa durante un mes si era necesario para ver qué se bailaba y cómo se contaba la historia en cada uno de los rincones de nuestro país».

Gades abrazó todo ese conocimiento popular para «tamizarlo y transmitirlo». Solo así, sin prisa, se pueden conseguir monumentos de la talla de «Bodas de sangre» o «Carmen», sostienen Eiriz y Esteve. Un hecho que su hija ve difícil repetir a la velocidad del presente: «Actualmente, por norma, se hace una obra por año. Apenas unos días de programación y a otra cosa».

«Esta obra nos devuelve lo que somos: un país que baila siempre»

Sueña así Esteve con «no perder nunca» esa esencia que filtraba su padre: «Es la oportunidad de saber cómo vivían tus abuelos. Porque cuando se olvida la historia, tendemos a meter la pata en sitios importantes por falta de referencias», sentencia.

Su padre sí tuvo la calma necesaria para «devolvernos lo que somos», explica la intérprete y presidenta del Patronato de la Fundación Antonio Gades: «Un país que baila siempre. Esperamos al viernes para bailar. Bailamos en cualquier acontecimiento. Como me recordó Eugenia, había danzas hasta para despedir a los niños en los funerales».

Es por ello que la «Carmen» de Gades y Saura acude al original de Mérimée. Limpia algunos personajes del libreto de la ópera de Bizet (de la que se cumplen 150 años) que «dejan mal a Carmen y que convierten la obra en algo frívolo. Esto es un grito de liberación, de amor, de derechos de las mujeres... Por eso es tan vigente. Es pasado y presente», reconoce Esteve sobre ese final «trágico y sin adornos».

Luchadora e incomprendida

Así lo entendió un hombre que llegó a Carmen guiado por la lucha de la mujer por conseguir la libertad frente a lo establecido. Gades definió a su protagonista como «luchadora e incomprendida» (más todavía en la época en la que se escribió, siglo XIX, cuando significó un escándalo): «Hice Carmen porque no me gustaba esa imagen estereotipada y falsa que tiene, siendo una mujer que cuando ama se entrega sin reservas, que no abandona a su clase, aunque se encuentre en las más altas esferas». De esta forma, el ballet refleja dos de las actitudes vitales más características del coreógrafo: su conciencia de clase y su amor a la libertad.

Todo ello lo recoge de nuevo la refundada compañía para poner en valor el «estilo Gades» de la mano de una de sus más estrechas colaboradoras, como es Stella Arauzo, directora artística del equipo. «Hoy existe un virtuosismo brutal, los bailarines son físicamente una barbaridad, pero no tienen acceso a conocer al maestro –defiende Esteve–. Falta personalidad y en eso Stella es fundamental para diferenciar a esta compañía [a los 17 años se puso a las órdenes de Gades]. No hay otra persona en el mundo que pueda enseñar en esta escuela. Por eso nosotros tenemos un libro de estilo muy definido. Los bailarines llegan a la emoción a través del cuerpo; y los actores al revés. Gades es una tortura porque es una mezcla de ambas».

Vuelven Carmen y Gades a Madrid, el artista total que más allá de la danza, fascinado por el cine, la pintura y la fotografía, respondió a Broadway (como 'A Chorus Line') con la pura cultura española.

  • Dónde: UMusic Hotel Teatro Albéniz, Madrid. Cuándo: del 6 al 18 de mayo. Cuánto: desde 33 euros.