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El Teatro Quevedo desafía el IVA cultural y coloca su primera butaca

La primera butaca del Teatro Quevedo de Madrid se ha colocado hoy haciendo realidad el proyecto del joven productor Luis Antonio Rodríguez, que se baja de las tablas para dirigir esta nueva sala de apenas 150 localidades y "desafiar la subida del IVA cultural".

A la colocación de la silla también han acudido las actrices Ana Carvajal, Esther del Prado, Pilar del Río y Claudia Azcona, protagonistas de la obra de teatro de Moncho Borrajo "Las cortesanas"que inaugurarán el 18 de septiembre esta íntima sala.

"El hándicap de este teatro es el espacio, pero prefiero tener pocas butacas ocupadas a muchas sin llenar y que den sensación de vacío", ha declarado Rodríguez en rueda de prensa.

"Sin ningún tipo de subvención pública"y con una inversión privada que se sitúa entre los 400.000 y los 600.000 euros, el productor ha sido capaz de transformar un antiguo concesionario de coches en un pequeño templo para la cultura.

El Teatro Quevedo nació a través del montaje de "El amor es para siempre", obra dirigida por el propio Rodríguez y cuya segunda temporada se representará también en este escenario.

"A raíz del éxito en la gira por España decidimos crear una sala pero no solo para representar esta obra sino que nos fuimos encontrando con más proyectos por el camino", ha explicado.

Por ello, el Teatro Quevedo ofrecerá espectáculos infantiles como "El juego de Verdi", una adaptación de la ópera del clásico italiano; funcionará como galería de arte y en él se proyectarán cortometrajes, documentales, series web y capítulos pilotos de corta duración dentro del espacio Micro-Cine.

"Nos centramos en la comedia pero también habrá hueco para el teatro comercial y obras de autores contemporáneos", ha señalado el empresario, de 28 años.

Este escenario honra al genio de las letras Francisco de Quevedo y se suma así a la larga lista de espacios de representación que llevan el nombre de grandes figuras de la dramaturgia castellana como Lope de Vega o Calderón.

"Pretendemos hacer y rendir homenaje a Quevedo, que nunca ha tenido un teatro con su nombre en Madrid, pero también es una forma muy directa de ubicarlo", ha destacado Rodríguez sobre la proximidad del teatro con la glorieta de igual denominación.

Situado en la Calle Bravo Murillo de Madrid, este teatro aleja la oferta cultural del centro de la capital, pero tendrá que competir con los precios bajos del Teatro del Canal y del Teatro Amaya.

"Es un subidón encontrarnos aquí y hacer en el barrio una zona de teatro", ha continuado el productor.

"En época de crisis el teatro se ha mantenido porque la gente quiere distraerse. Por ello, apostar por un teatro es un beneficio importante", ha manifestado la actriz Pilar del Río.

Con entradas cuyos precios oscilarán entre los 15 y los 25 euros, este nuevo espacio nace así como un lugar de encuentro de la cultura, pero también para reivindicar la renovación de un sector muy castigado en estos momentos.