Sección patrocinada por sección patrocinada

Crítica de clásica

Maratón pianística de altos vuelos

Concierto Aniversario 40 años de la revista «Scherzo». Diez pianistas. Auditorio Nacional. Madrid, 1-XII-2025.

(Foto de ARCHIVO) El festival Ensems recibe al pianista Juan Pérez Floristán en el segundo fin de semana de su 47ª edición REMITIDA / HANDOUT por GVA Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 15/06/2024
El pianista Juan Floristán GVAEuropa Press

Bajo la guía de Antonio Moral, fundador y primer director de la revista musical «Scherzo», se han conmemorado con este curioso e insólito concierto en el que se han dado cita diez estupendos pianistas los primeros 40 años de existencia de la publicación. Ante un Auditorio casi lleno han desfilado uno tras otro ofreciendo obras variadas. Realicemos un rápido examen crítico de las diversas actuaciones, que conmemoraban a su vez los 30 años de los Grandes Ciclos pianísticos organizados por la Fundación Scherzo.

Abría el fuego la jovencísima parisina Arielle Beck (2009), que actuaba por primera vez para «Scherzo». Su interpretación de la «Suite Inglesa nº en La menor BWV 807» de Bach puso de manifiesto una singular finura, una serenidad, un toque pianístico ligero pero lleno de contenido, una limpieza insólita. La viveza con la que tocó la «Courante» fue el mejor ejemplo de sus cualidades. Enorme contraste el establecido a continuación por el francés Pierre-Laurent Aimard, que no conoce límites y que nos mostró todas las alternancias, los saltos de octava, las irisaciones, los sobrecogedores claroscuros de las 12 «Notations» de Boulez. Nos defraudó un tanto el severo Till Fellner, más bien paliducho en su recreación de la «Sonata nº 27 en Mi menor op. 90» de Beethoven. Elevamos hasta cierto punto el espíritu con la interpretación de Paul Lewis, analítico y efusivo a partes iguales, de los tres «Intermezzi op. 117» de Brahms, que deletreó de manera exquisita.

La primera parte la cerraba el veterano Christian Zacharias, protagonista hasta en 23 ocasiones en los ciclos de «Scherzo». Esperábamos algo más de sus habilidades. Pese a la ligereza de la pulsación y la sutileza de los acentos no apreciamos total claridad y diferenciación técnica y estilística entre las cuatro obras elegidas: «Sonata en Do menor K 158» de Scarltti, «Improvisación 15» de Poulenc, «Les ombres errantes» de Couperin y «Sonata en Do mayor Hob. XVI; 48» de Haydn. La segunda parte del extenso concierto la abría otra artista muy joven, la rusa Alexandra Dovgan (18 años), que exhibió un gran gesto pianístico en su recreación del sinfónico «Preludio, Coral y Fuga» de Cesar Franck. Concentración y quizá falta de variedad.

Juan Floristán, siempre expeditivo, posee ya un gran dominio cuando hace poco que ha entrado en la treintena. Ofreció una bien estudiada, excelentemente acentuada y recreada, con singular atención a los aspectos rítmicos y a las estratégicas disonancias, interpretación de la racial «Fantasía Baetica» de Falla. Se lució luego en una chispeante exposición de la «Alborada» del gracioso de Ravel. Yuliana Andreeva nos metía a presión en el mundo chopiniano, ausente hasta el momento, y lo hacía con expresivas y locuaces, siempre severas, interpretaciones de dos composiciones magistrales: la «Fantasía en Fa menor op. 49» y el «Vals en La bemol mayor op. 42». Este último, matrícula de honor.

En la misma línea se mostró otro ruso, Alexei Volodin, que levantó al público del asiento tras su electrizante versión de la «Sonata nº 7 de Prokofiev». Cerraba la fiesta la gran Elisabeth Leonskaja, que acaba de cumplir los 80 y que se muestra tan artista, tan expresiva e intensa, tan poética como acostumbra. Lo comprobamos escuchando su versión de la maravillosa «Fantasia Wanderer» de Schubert. Grandes vítores y aplausos a cada actuación y ovación final a todos los pianistas que salieron a saludar junto al organizador e impulsor del acto, Antonio Mora.