
Despedida
Así ha sido la amarga despedida de Cayetano del toreo: redes sociales, silencio y sombra
El hijo de Paquirri concluye su trayectoria con un simple “Fin” tras una temporada sin brillo, marcada por lesiones, ausencias y un adiós que no fue el que soñaba

Cayetano Rivera ha dicho adiós al toreo como vivió su última temporada: en silencio. Sin luces, sin plaza grande, sin declaraciones. Solo una foto desde el hotel, aún con el vestido de luces, y una palabra: "Fin". Así cerró el último capítulo de una carrera de veinte años, marcada por la un nombre de dinastía, la presión mediática y un camino irregular. Su despedida no fue la de un torero que agota entradas, sino la de quien se desvanece sin hacer ruido.
Écija fue el escenario de su última faena, una plaza menor para un adiós mayor. Allí, cortó dos orejas y salió a hombros junto a Ángel Jiménez "El Astigitano", pero el eco del triunfo no traspasó los límites de aquel ruedo sevillano. En su segundo toro, brindó la faena a su hijo, dejando un gesto íntimo, casi familiar, en medio de una tarde sin vocación de despedida solemne. No hubo anuncio oficial ni palabras para la afición.
Su temporada de retirada ha sido más bien una desaparición progresiva. El 2025 empezó con pocas fechas y muchas ausencias. Ferias importantes como Valencia, Castellón, Madrid, y posteriormente Pamplona o Zaragoza no contaron con su nombre. La lesión sufrida en un tentadero en julio lo sacó de la esperada cita de Santander y arrastró cancelaciones en Ciudad Real y Málaga. Mientras sus compañeros brillaban, Cayetano se diluía en el calendario.
La sombra del incidente con la Policía en un restaurante madrileño, aunque sin repercusiones legales conocidas, sí tuvo impacto mediático. Desde entonces, la relación con su apoderado Curro Vázquez se enfrió, y Cayetanotoreó las últimas corridas en solitario, sin su tío al lado. Reapareció en Tomelloso, pero ya era tarde: el relato de su despedida se había roto.
Ni Ronda, ni Pamplona, ni Madrid. Las plazas que marcaron su historia familiar y personal estuvieron ausentes en su año final. Sin la Goyesca, sin Sevilla por San Miguel, sin San Isidro (ni Otoño), el adiós de Cayetanose convirtió en una despedida sin los símbolos que construyen la leyenda de un torero. Ni siquiera hubo espacio para un homenaje o una despedida institucional que reconociera su trayectoria.
Aun así, su mensaje final, crudo y directo, encierra un matiz ambiguo. Esa palabra solitaria, "Fin", deja más preguntas que certezas. ¿Es el cierre definitivo o solo un punto y aparte? Algunos ya especulan con una reaparición puntual, quizás en Ronda, para cerrar como merece. Por ahora, Cayetanoha bajado el telón como vivió su última temporada: lejos del ruido, con más sombras que luces y sin el aplauso que soñó.
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