Pamplona
Peligrosísimo encierro de Cebada Gago con un toro que se da la vuelta y ha durado más de 5 minutos (Parte médico)
5' y 22'' de carrera con un toro "Caminante", que se ha dado la vuelta en Estafeta y un corneado por asta de toro
Hoy 8 de julio, como si el calendario obedeciera a una antigua alianza entre el mar y el monte, una embajada gaditana de músculo y bravura atraviesa España para tomar Pamplona al galope. Son los toros de Cebada Gago, y llegan con su leyenda a cuestas. Para los corredores veteranos, su nombre basta para ajustar el nudo del pañuelo y encomendarse al santo con más convicción. Saben que no es una ganadería cualquiera: es una de las llamadas duras. De las que no regalan nada.
El encierro de este martes ha sido una prueba más de su poderío. A las ocho en punto, tras los tres cánticos que desgarran el alba —a las 7:55, 7:57 y 7:59—, los astados rompieron la quietud con una zancada afilada, rápida, precisa. Su paso fue vertiginoso, y desordenado.
Cebada Gago ha vuelto a ser fiel a su leyenda. La ganadería gaditana ha protagonizado un encierro cargado de peligro, emoción y dramatismo, con una duración de 5 minutos y 22 segundos en los que San Fermín ha tenido que estar muy presente, desde el primer segundo hasta el último.
Las carreras han sido trepidantes, marcadas por una manada disgregada desde los primeros metros, lo que ha multiplicado los momentos de riesgo a lo largo del recorrido. La tensión ha alcanzado su punto álgido en la calle Estafeta, cuando el toro Caminante se ha dado la vuelta en mitad del tramo, sembrando el pánico entre corredores y espectadores. Un instante eterno que ha puesto el corazón en la boca a todos los presentes.
En medio del caos, ha brillado el espectacular trabajo de los pastores, que han demostrado temple, experiencia y valentía para reconducir la situación y lograr que el toro, finalmente, alcanzara la plaza. Sin su intervención, el encierro podría haber terminado de forma muy distinta.
Los toros de Cebada han cumplido con su fama: han repartido cornadas desde la salida de corrales, confirmando una vez más que su encierro es uno de los más temidos —y esperados— de las fiestas.
Parte médico
Ocho incidencias, y siete traslados al hospital. Ocho varones mayores de 25 años. Y una cornada por asta de toro en la axila
El resto contusiones, torácicas, extremidades y maxilofacial.
Un linaje bravo, nacido del sur
Los toros pastan en "La Zorrera", en el término gaditano de Medina Sidonia, aunque también se crían en otras fincas del entorno: Pozo de la Guardia, Las Ventanillas, El Pino o Corteganilla. Esta diversidad de terrenos se refleja en su carácter: toros de mirada imponente y pitones astifinos. En su genética conviven tres sangres de peso: Torrestrella (Álvaro Domecq y Díez), Núñez y Jandilla. De ahí esa mezcla de embestida inquieta y respuesta fulminante.
La ganadería fue fundada por Salvador García Cebada, un nombre venerado en el campo bravo. Hombre de intuición ganadera y sensibilidad ecuestre, fue amigo personal de Álvaro Domecq, con quien compartía sementales y teorías. Tras su muerte en 2012, con 93 años, la familia mantuvo el legado sin desviarse del rumbo. Hoy, Cebada Gago es sinónimo de emoción, seriedad y respeto. Su debut en Pamplona se remonta a hace más de cuatro décadas, y con 41 participaciones ya a sus espaldas, sigue siendo uno de los hierros más esperados... y temidos.
En 2024, los toros de Cebada Gago firmaron un encierro veloz y sin cornadas. Los siete astados completaron el recorrido en 2 minutos y 42 segundos, en una carrera rápida, ajustada y tensa, que puso a prueba la destreza de los corredores. Su zancada firme y constante, lejos de generar caos, dibujó una trayectoria limpia pero exigente, especialmente en los tramos finales. No hubo heridos por asta de toro, pero sí seis traumatismos que confirmaron que el peligro, cuando se trata de Cebada, no siempre necesita embestir para dejar huella.
El cartel de los valientes
Por la tarde, los mismos toros que surcaron las calles serán lidiados en la plaza de La Misericordia por un trío que los conoce bien. Abre la tarde Antonio Ferrera, veterano en estas lides y con una concepción muy personal del toreo; le sigue Román, uno de los nombres que mejor ha sabido conectar con la afición pamplonesa en los últimos años; y cierra el cartel Pepe Moral, espada sevillano con argumentos de sobra frente a cualquier ganadería exigente.
Los protagonistas del encierro
Estos fueron los siete toros gaditanos que protagonizaron el segundo encierro de San Fermín 2025:
Campero (n.º 1) – Cárdeno – 545 kg
Puntero (n.º 20) – Castaño claro – 570 kg
Caminante (n.º 23) – Negro entrepelado, bragado, corrido, meano – 575 kg
Lioso (n.º 24) – Cárdeno claro – 580 kg
Cotorrito, un morlaco negro, 520 kg
Avanto (n.º 81) – Negro – 545 kg