Día de la Paloma

Sólo Adrián de Torres consigue puntuar con la buena corrida de José Enrique Fraile de Valdefresno

Después del despropósito del domingo pasado, da gusto volver a Madrid con toros como los del hierro salmantino, que repartieron oportunidades a la terna por igual

Sólo Adrián de Torres consigue puntuar con la buena corrida de José Enrique Fraile de Valdefresno
Sólo Adrián de Torres consigue puntuar con la buena corrida de José Enrique Fraile de ValdefresnoAfredo ArévaloPlaza 1

La corrida de José Enrique Fraile de Valdefresno salió de corrales con todos los atributos que los aficionados esperan ver en Madrid: toros serios, bien hechos y con hondura, aunque en algunos momentos faltó ese punto de fondo físico para que la calidad se desbordara por completo. Sin embargo, la tarde ofreció más que buenas oportunidades para que los tres toreros en el cartel tuvieran una opción de lucimiento, aunque no todos pudieron aprovecharlas por igual.

Adrián de Torres fue, a los puntos, el triunfador de la tarde. El jienense mostró su mejor versión ante dos toros de distinta condición, logrando un solitario trofeo que pudo haber sido más. En su primera faena, frente a un toro segundo descompuesto y complicado, Torres apostó por la estética y la suavidad en sus muletazos. Sin embargo, el toro nunca terminó de humillar, y la faena quedó en intentos interrumpidos por la brusquedad del animal. A pesar de la falta de continuidad, hubo momentos brillantes, como un natural de frente, mandón, que dejó ver el potencial que tuvo aquello y que no terminó de cuajar. Sin embargo, el toro se fue apagando hasta desfondarse, y la faena quedó inconclusa.

El punto álgido de la tarde llegó con el cuarto, un toro de gran clase, aunque algo bruto de salida. Adrián de Torres lo recibió con unos lances que anticiparon lo que estaba por venir: una faena marcada por la calidad del toro y la técnica depurada del torero. Los derechazos fueron lentos y profundos, aprovechando el buen son del animal. Sin embargo, la falta de gobierno en ciertos momentos dejó la sensación de que la faena pudo ser más rotunda. A pesar de ello, la estocada fue efectiva y la oreja cayó con justicia, premiando una labor que, aunque no perfecta, sí dejó destellos de gran toreo.

Más sólido fue el toreo de Gómez del Pilar, que mostró desde el principio una gran seguridad y decisión. Se echó de rodillas para recibir al tercer toro con una larga cambiada en el tercio, seguida de unas verónicas enérgicas que demostraron su voluntad de triunfo. El toro, aunque un punto basto en sus hechuras, respondió bien en la muleta, permitiendo al torero toledano desarrollar una faena sólida y bien estructurada. Con sutileza pero autoridad, Gómez del Pilar supo aprovechar la embestida del toro en varios derechazos de calidad, y aunque el animal comenzó a acusar el esfuerzo, el torero no dejó que la faena decayera. Los naturales, recios y sinceros, fueron lo mejor de su actuación, aunque el toro fue perdiendo gas y no permitió que la faena alcanzara mayores alturas. Otro bue toro fue el quinto, que cumplió en varas antes de acudir presto a la muleta de Gómez del Pilar,r, que le esperó de rodillas en los medios para endilgarle una tanda de derechazos templada, ajustada y mandona, incluso, se dio el lujo de codillear (aún de rodillas) en un par de muletazos acompasados y sutiles. Casta y calidad en el toro, que embistió siempre humillado, siempre codicioso ante un toledano que también supo darle lo que necesitaba, las pausas, la distancia y los toques justos. Cierto es que pudo excederse en algún muletazo por cada serie, que fueron largas y que pudieron evitar que llegara el toro más desahogado al final, cuando miró las tablas y, finalmente se rajó. Noe alargó de más innecesariamente y terminó pinchando una faena maciza, que en otras circunstancias, en medio de San Isidro, por ejemplo, le habrían podido dar mucho más.

Por su parte, Jesús Duque tuvo una tarde marcada por la irregularidad y la mala suerte. Su primer toro, bien hecho y con movilidad, parecía ofrecerle una buena oportunidad. Sin embargo, a pesar de un buen inicio con la muleta, donde el toro se mostró celoso y alegre, la faena fue perdiendo fuste. Duque no logró mantener el nivel inicial, y aunque hubo momentos de calidad, especialmente en los derechazos, la falta de aplomo y la irregularidad en la ejecución dejaron una sensación tibia en los tendidos. La espada, aunque bien colocada, no fue suficiente para calentar al público, y la faena pasó sin pena ni gloria.

El sexto toro trajo consigo la adversidad en su forma más cruel. Visiblemente lesionado de la mano derecha, el toro intentó humillar y embestir, pero cada intento terminaba con el animal rodando por el suelo. A pesar de las protestas del público, el presidente decidió mantenerlo en el ruedo, dejando a Duque en una situación insalvable. El torero valenciano porfió sin éxito, en una faena que, desde el inicio, estaba condenada por las circunstancias. Tras un pinchazo, el toro se echó y fue apuntillado, cerrando así una tarde desafortunada para Duque.

FICHA DEL FESTEJO:

Jueves 15 de agosto de 2024. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Corrida del Día de la Paloma. Alrededor de un cuarto de plaza.

Se lidiaron toros de José Enrique Fraile de Valdefresno, bien hechos. Bueno y a más el primero, deslucido el segundo, bueno pero sin fondo el tercero, de gran clase el cuarto, de mucha calidad el quinto hasta que se rajó, y lesionado el sexto.

Adrián de Torres, de rosa palo y oro, aviso, cuatro pinchazos, dos descabellos, aviso y cuatro descabellos (silencio); y estocada (oreja).

Gómez del Pilar, de verde bandera y oro, estocada desprendida y aviso (ovación); y pinchazo, aviso y estocada tendida (vuelta).

Jesús Duque, de negro y azabache, estocada ladeada y aviso (vuelta); pinchazo (silencio).

Incidencias: Jesús Duque confirmó alternativa con "Yegüesero", nº 21.