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Las Ventas

Una vuelta a la sinceridad de Gerpe

Triste despedida de Javier Castaño en Madrid y digna confirmación de Cristóbal Reyes con una corrida vulgar de Saltillo

Una vuelta a la sinceridad de Gerpe Alfredo ArévaloPlaza 1

El recuerdo al Papa Francisco en un sentido minuto de silencio tras el paseíllo y el respeto a la trayectoria de un torero cabal como Javier Castaño, traducido en una sincera ovación, marcó el inicio de una tarde en la que el salmantino, en su despedida de Madrid, y la confirmación de Cristóbal Reyes se erigían como argumento, amén de los toros de Saltillo.

Pero, al final, fue Luis Gerpe quien cobró el auténtico protagonismo de la tarde, pues salió decidido a ganarse el respeto de Madrid con una decidida apuesta y se notó. Además, lo hizo con un toro mentiroso, que siempre supo lo que se dejaba atrás, pero el toledano se impuso con autoridad para evitar el derrote y la colada. Quien no la pudo evitar fue João Pedro, que tras un par de banderillas al quinto quedó a merced de los pitones contra las tablas. Hubo milagro y el toro no hizo carne, pero guardó ese disparo para la muleta de Gerpe, que otra vez propuso valiente y dispuesto. La faena se convirtió en un «toma y daca», embestidas impetuosas, rabiosas, y un torero entregado hasta ser enganchado y arrollado. Repuesto, volvió al ruedo, convertido en cuadrilátero, para pasarlo con más enjundia que temple, intentando conectar algún muletazo que funcionara como un gancho a la mandíbula del de Saltillo, mientras Gerpe esquivaba los restos al cuerpo. La emoción y la estocada propiciaron una petición que no cuajó, pero la vuelta, protestada por algunos, supo a recompensa.

Quiso torear en los medios Cristóbal Reyes al toro de su confirmación, pero el viento y la viva embestida del toro le hicieron corregir al tercio, donde algún muletazo estimable dejó ver, tarde, el buen fondo de un animal que pudo dar más. Con el sexto, un animal al que le costó humillar y pasó punteando, le buscó las vueltas Cristóbal hasta dar con el pitón más claro del toro, el izquierdo, por donde tuvo recorrido y cierta clase, pero el gaditano no terminó de apretar el acelerador y todo se quedó en buenas intenciones.

Se dobló bien Javier Castaño con el segundo para ponerse pronto a torear. Lo cierto fue que el toro embistió fijo y pronto, aunque sin clase, pero el salmantino, aunque lo pasó con aseo, no se ajustó en un trasteo movido. Y al cuarto no lo quiso ni ver. Cierto es que el toro no terminaba los viajes y le costó humillar, pero, tras un desarme, el torero renuncio a cualquier esfuerzo. Además, el sainete con la espada fue lamentable, teniendo en cuenta que, en un arreón, el Castaño resultó lesionado, teniendo que pasar después por la enfermería para no salir más. Sin duda, una triste despedida para un torero que ha derrochado oficio y dignidad en esta plaza.

FICHA DEL FESTEJO:

Domingo 27 de abril de 2025. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Cerca de un cuarto de entrada.

Se lidiaron toros de Saltillo, correctos de presencia y hechuras. 1⁰, de buen fondo; 2⁰, vulgar; 3⁰, mentiroso; 4⁰, inédito; 5⁰, temperamental; y 6⁰, potable.

Javier Castaño, de blanco y oro, media desprendida (silencio); cuatro pinchazos y cuatro descabellos (silencio).

Luis Gerpe, de verde esmeralda y oro, delantera, aviso, delantera y aviso (silencio); entera (vuelta).

Cristóbal Reyes, de caldera y oro, que confirmó alternativa, dos pinchazos, aviso, media, tres descabellos y aviso (silencio); dos pinchazos, aviso, tres pinchazos, estocada y aviso (silencio).

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por la muerte del Papa Francisco y Javier Cortés saludó una ovación. Cristóbal Reyes confirmó con "Presidiario II", nº 25.

Parte médico: Javier Castaño, tras lidiar al segundo de su lote, ha sido atendido en la enfermería de una lesión de adductores del muslo derecho, pendiente de estudio ecográfico. Con pronóstico reservado que le impide continuar la lidia.