Tenis
Open de Australia: Nadal y Kyrgios se enfrentan en octavos en son de paz
En sus siete precedentes, cuatro victorias para el español y tres para el australiano
En este Abierto de Australia se está viendo la versión menos histriónica de Nick Kyrgios, el chico malo del circuito. Aunque ser del todo «normal» le supera y tiene sus momentos, alguna sobrada como un golpe por debajo de las piernas que no venía a cuento en su encuentro ante Khachanov, pero nada exagerado. También discutió en ese partido con el juez de silla cuando le pitaron una falta por violación de tiempo en el saque. Estaba sangrando por la mano después de haberse tirado al suelo. Cosas de Kyrgios, pero no faltas de respeto como otras veces porque al final su extravagante golpe sólo sirvió para que perdiera el punto.
Está centrado en el tenis, como demuestra la capacidad de sacrificio que ofreció ante Khachanov: fue el encuentro más largo de su vida, casi cuatro horas y media en las que le remontaron dos sets, en las que tuvo una pelota de partido en el tercer parcial, otra en el cuarto y en el supertiebreak definitivo resucitó él cuando el ruso tenía dos saques para llevarse el duelo. Acabó 6-2, 7-6 (7/5), 6-7 (6/8), 6-7 (7/9) y 7-6 (10/8). Si la raqueta es su primera preocupación, se convierte en un tenista muy peligroso para sus oponentes. Y el próximo rival será Rafa Nadal, el número uno del mundo, que advirtió: «Es evidente que cuando hace determinadas cosas no me gusta nada, pero cuando juega al tenis con seriedad y muestra pasión por este deporte es un jugador positivo para el circuito porque permite que se abra el abanico de candidatos y eso es bueno», dijo el balear, encantado de su actuación ante Pablo Carreño. Después de dos rondas en las que ganó, pero así, así, contra su compatriota soltó todo su tenis, se dispararon sus golpes ganadores, sirvió bien (ni una bola de break en contra) y su pelota brincó, ayudada por las condiciones, por el solecito que por fin apareció en Melbourne. Ganó el zurdo con un incontestable 6-1, 6-2 y 6-4.
«No lo conozco personalmente para tener una opinión clara», dijo también Rafa de Kyrgios. El partido de octavos, que será en la madrugada del domingo al lunes o en la mañana del lunes, tiene morbo porque la última vez que se enfrentaron, en Wimbledon, hubo chispas por un cruce de declaraciones entre el australiano y el tío Toni. Durante el encuentro las provocaciones del «aussie» fueron continuas. Ahora parece que están en son de paz. «Kyrgios es un tenista con un gran talento con uno de los mejores servicios del mundo. Y dispone de una variedad en su tenis al alcance de muy pocos», explicó el número uno. Para definir lo de su saque, mejor una cifra: 33 servicios directos ante Khachanov, y muchos más en los que el ruso tocó la bola, pero no volvió al otro lado de la pista. Su tenis es algo extraño: no especula demasiado y golpea a la pelota muy plana, muy directa, con poco efecto. Asume riesgos. «Nadal es uno de los más grandes de todos los tiempos. También leí que él piensa que yo soy bueno para el deporte. No lo conozco como persona. La última vez que jugamos fue en Wimbledon. Tuvimos un muy buen partido, 7-6 en el cuarto set, fui derrotado por alguien mejor, estreché su mano, lo miré y dije: “Muy bueno”. Somos dos tenistas diferentes. De todos modos, si no nos gustamos o lo que sea, creo que hay un respeto», siguió con el tono cordial el australiano. Se han enfrentado en siete ocasiones, con cuatro triunfos para el español y tres para su rival, lo que no es un mal balance contra el tenista balear, que suele tener los cara a cara más disparados a su favor contra casi todos.
Por otro lado, Fernando Verdasco fue eliminado por el alemán Alexander Zverev (6-2, 6-2 y 6-4), que sigue creciendo después de un comienzo de 2020 con muchas dudas. Por el lado del cuadro de Nadal, los otros partidos de octavos son: Monfils-Thiem (de ahí sale el posible rival en cuartos), Medvedev-Wawrinka y Rublev-Zverev.
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