Ciclismo

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Entrevista a Alberto Contador: “Lo que no echo de menos es pasar hambre”

Ahora que está retirado se dedica a su fundación y al equipo Kometa Xstra

Alberto Contador
Alberto ContadorKometa Xstra

Alberto Contador (Madrid, 1982) dejó la competición, pero no el ciclismo. Ahora se dedica a su Fundación y al equipo Kometa Xstra, una formación de cantera con aspiraciones de seguir creciendo. Una tarea a la que ahora ha añadido el diseño de una bicicleta con marca propia.

–¿Cómo vive esta nueva faceta?

–Bien, con ganas. Es una cosa que me gusta, me llena, porque me motiva hacerlo. Es un esfuerzo muy grande el que tienes que hacer y lo haces porque te gusta, pero también porque sabes de la necesidad que hay de que en el ciclismo español podamos tener la salud que hemos tenido la última década. Los corredores no salen por salir, salen porque hay proyectos, hay equipos donde tienen la posibilidad de poder ir despuntando, de poder correr en las mejores carreras del mundo, ya no sólo en profesional sino en las categorías inferiores y de formarlos. Es devolver un poco al ciclismo todo lo que te ha dado a ti, pero hay que reconocer que es un trabajo duro, del día a día y a veces se pasan momentos complicados.

–¿Lo más difícil es encontrar patrocinadores?

–Exacto. De los patrocinadores que tenemos el 85 por ciento prácticamente son extranjeros. Para el ciclismo español sería realmente bueno poder tener otro equipo en la máxima categoría. Este año han sido cuatro corredores de nuestro equipo los que han pasado a World Tour. El proyecto está funcionando, pero es una lástima que ese último salto no lo puedan dar con nosotros. Estamos trabajando para ello, estamos en conversaciones con muchos «sponsors», pero no es fácil. Con un «sponsor» o con un par de ellos puedes sacar la categoría continental. En cambio para hacer un World Tour hace falta una multinacional.

–¿Se han marcado plazos para llegar al World Tour?

–No, yo no creo en los plazos. Nuestra prioridad son el equipo juvenil y el equipo sub’23. Y el equipo continental es para intentar dar continuidad al equipo sub’23. El equipo World Tour serviría para dar esa continuidad y para intentar cerrar el círculo.

–¿Cómo ha sido su transición? ¿Echa de menos la competición?

–A mí me gusta mucho la competición y me gustaba mucho correr, eso lo echas siempre un poquito en falta. Si me dijeras que voy a poder seguir hasta los 60, pero sabía que iba a tener que parar tres años o cuatro después, y dije: «lo paso con un buen sabor de boca, con un bonito recuerdo para los aficionados y ya está».

–Hay deportistas que echan de menos la disciplina. ¿A usted le pasa?

–Yo iba al Teide y lo único que tenía que hacer era entrenar y descansar. Eso sí, la parte del Teide en la que tenía que irme a acostar todas las noches con un hambre increíble, que no eras capaz ni de dormirte del hambre que tenías, que llegaba un momento en que hasta mirabas lo que bebías para no pesar más al día siguiente, sinceramente no lo echo de menos. Pero entrenar allí con buen tiempo, buena compañía, [lo haría] encantado de la vida.

–¿Sigue mirando sus datos de rendimiento y comparándolos con los profesionales?

–Yo comparo con los que yo tenía como corredor y veo que en momentos de potencia lo muevo igual, pero ahora he cogido más peso y el vatio/kilo no sería lo mismo. Pero en cuanto a fuerza entrenas tres días a la semana y sales como un toro de casa.

–¿Siente que ese final emociona más a la gente que sus triunfos en el Tour o en otras grandes?

–Hay una cosa de la que estoy convencido, a mí me ha dado más esa última Vuelta a España que otras que he ganado. Lo tengo clarísimo. Yo creo en el ciclismo espectáculo, yo entiendo que en el deporte siempre se lucha por la victoria y lo que vale es la victoria. Y soy el primero que cuando va a una carrera, antes de un Tour, un Giro o una Vuelta no firmo un segundo puesto o un tercero ni loco. Pero también digo que en términos de rentabilidad es mucho más rentable hacer una Vuelta como la que hice en el último año que un segundo puesto yendo a rueda todo el día. O un tercero.

–Hay podios invisibles.

–Exacto. Yo creo que lo que muchas veces cala en la gente es la emoción. Y uno que no tenía unos grandes resultados, pero tenía un carisma que marcaba mucho a la gente era Chava, por ejemplo. O Pantani, que sí ha ganado el Tour y ha ganado el Giro, pero a nivel de grandes vueltas no ha sido uno de los más grandes de la historia. Se le recuerda de esa manera por las gestas que hacía, porque hacía cosas diferentes al resto. Tú pones el valor de marca de Pantani con respecto a otro que a lo mejor ha ganado cuatro grandes vueltas y el de Pantani es infinitamente mayor.

–Aquella Vuelta parecía que se había acabado en Andorra y se hizo más bonita gracias a usted.

–Yo pienso que las cosas pasan porque tienen que pasar y ese día no sé por qué, no estaba bien, no pude digerir nada de lo que comí y me pillé una pájara, pero comiendo. Algo que no me había pasado nunca. Pero eso fue lo que me permitió liberarme y correr como a mí me gusta, disfrutar de la gente, dedicar un montón de tiempo a la gente en los autobuses antes de la carrera, después de la carrera, no pesarme durante la carrera. Dije “yo voy comiendo lo que quiero y ya está”. Atacar sin pensar en el día siguiente. Yo creo que correr sin la calculadora, por instinto, intentar romper la carrera es lo que ha cuajado en la gente.

–Su Giro de 2011 también es de esas carreras que marcan.

–Se vio más fácil que desde dentro. Yo en el Giro he tenido que jugar mucho al póquer, tenía una alergia tremenda y los días de sol iba tranquilo. Y los días de lluvia sabía que tenía que sacar la diferencia. Había días de lluvia que no invitaban a ello, pero yo sabía que era el momento. Pero claro, esto no se lo decía a nadie. A mi compañero de habitación, sí porque era Jesús [Hernández] normalmente, pero ni al resto de compañeros del equipo. Porque si no sabían cuál era tu punto débil. Ese año eran compañeros, pero al año siguiente eran rivales.

–Ahora que se acaba de correr el Down Under, ¿se acuerda mucho de aquella victoria en Willunga Hill cuando regresó tras el ictus?

–Hombre, sí me acuerdo porque fue una victoria superemocionante para mí. Era la vuelta después del cavernoma, del ictus que sufrí, y volver a correr al Tour Down Under ya era increíble y conseguir la victoria en la etapa reina llegando con Luis León ya fue algo creo que insuperable. Muy insuperable después de tantos meses fuera de la competición, tan joven, y lo miras con cariño.

–Como todo pasa por algo, ese ictus también le ha traído aquí, a montar este equipo con la fundación detrás.

–Así es. En la Fundación lo que más se conoce es la parte deportiva, con los equipos ciclistas, pero también está la parte social con el ictus, que es una enfermedad que yo creo que todos de una manera más cercana o más lejana conocemos porque tenemos a gente afectada por esta enfermedad, de consecuencias fatales o con secuelas. Desde que lo sufrí trabajamos en el conocimiento de esta enfermedad y con obras sociales como Bicis para la vida by Skoda. Empezamos en 2012 recogiendo bicicletas en la Vuelta a España y ya llevamos muchos años recibiendo bicicletas y mandándolas a África, en aldeas para que puedan ir a la escuela con ellas o ir a por agua. Son bicicletas que la gente tiene olvidadas en casa y que también llegan a centros en España que muchas veces creemos que no lo necesitan, pero tienen una necesidad tremenda.

–Ahora que está fuera ¿se da cuenta de cosas que no veía cuando estaba en la carretera?

–No. En mi caso he sido corredor, pero en cierto modo aparte de corredor tenías que ser como un mánager, como un jefe, Porque tú tenías que intentar hacer que la gente que trabajaba para ti directamente, ya fuese staff o corredores que te iban a acompañar especialmente en el Tour tenían que estar extramotivados. Tenían que tener las mayores facilidades posibles. En cuanto tenían algo que les inquietaba, ya podían ser unos pedales, un casco o que estaba pasando apuros económicos o que se estaba separando de su mujer, tenías que intentar ayudarle de la manera que fuera posible posible. En ese sentido, no. Quizá, pese a que siempre he sido megameticuloso en todo donde estoy cogiendo más experiencia es en el sector de la bicicleta. Porque al final este año con el proyecto que hemos puesto en marcha de hacer una bicicleta prácticamente de cero. Empezamos hace año y medio con todo el desarrollo, todas las pruebas al milímetro como lo miraba cuando iba a ganar un Tour de Francia te das cuenta de lo que supone una pequeña modificación en la bicicleta a nivel de costes, a nivel de tiempos, pero es algo que me gusta.