Sergio Llull
Entrevista a Llull antes de la Copa del Rey: “Está siendo un año complicado”
El alma del vestuario blanco busca un título que en las dos últimas ediciones levantó el Barça en sendos clásicos. Él confía en recuperar su mejor versión
A Sergio Llull (15-11-1987, Mahón) las lesiones, la edad y la paternidad le han cambiado. El documental «Llull. Volver a ser yo» en el que narra el proceso de recuperación de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha ha sido inspirador para mucha gente con lesiones similares. Un vídeo de un compañero de la sección de Deportes de LA RAZÓN –Francisco Martínez– en la que le agradece haberle servido de inspiración emociona al jugador del Madrid antes de arrancar la charla. El base volverá a ser padre de otra niña en julio y llega a la Copa en una temporada complicada, como él mismo confiesa. Eso sí, la última vez que el torneo se disputó en Málaga acabó con él anotando la canasta decisiva desde una esquina y con su equipo levantando el trofeo de campeón. El MVP de aquella edición fue un tal Nikola Mirotic que ahora viste de azulgrana.
–¿Cuántas veces ha visto ese tiro de la final de 2014?
–(Sonríe) Es imborrable, inolvidable. Aquel último tiro fue un momento increíble, fue un momento de felicidad absoluta. El Chacho me dejo solo en la esquina y yo hice lo fácil. Por la importancia que tuvo y el momento en que llegó puede ser mi canasta más importante con el Madrid. A ver si logramos repetir.
–Cuando empezó la recuperación de la grave lesión sufrida en el verano de 2017 y le proponen hacer un documental, ¿pensaba que iba ser un referente para gente que sufriera un problema similar?
–No lo piensas, pero es algo que te llena de orgullo. Saber que de alguna manera has ayudado a la gente está muy bien. Gente que ha tenido una lesión importante y que vea ese documental y que te escriba dándote las gracias o que te mande un vídeo como el de tu compañero es emocionante. Es un trabajo que se hizo con muchísimo cariño por parte de la gente de Real Madrid Televisión, se echaron muchas horas, quedó bonito y enseña mucho de lo que se sufre y cómo se recuperan ese tipo de lesiones.
–¿La irregularidad del equipo en las últimas semanas hace que lleguen más motivados a la Copa?
–Estamos con muchas ganas y con mucha ilusión porque aquí no sirve de nada lo bien o lo mal que lo hayas podido hacer en las semanas anteriores. Se empieza de cero y no cuenta lo que ha pasado.
–¿Y cambia el modo en que se afronta la competición sabiendo que el Barça llega antes de la final, que aparece en una hipotética semifinal?
–No porque para la Copa no hay plan. El único plan es preocuparte de lo que te toca en el primer partido y para nosotros es el Bilbao Basket. Tienen un grandísimo equipo y ya nos ganaron en Miribilla en la primera vuelta.
–¿Se recuerdan en el vestuario las dos últimas finales –resueltas con polémica a favor del Barça–?
–No, no se ha dicho nada. Se nos escaparon por pequeños detalles y no hay que darle más vueltas. Es el pasado.
–Defina cómo está siendo su temporada hasta ahora...
–Está siendo una temporada complicada sin duda por la lesión muscular que se alargó –51 días de baja–. Eso te hace perder el ritmo de competición y a estas alturas luego te cuesta volver a cogerlo porque el calendario es muy exigente. El Mundial, la Euroliga con más equipos, cada vez más semanas con tres partidos, cada vez hay más lesiones como la que me ha tocado a mi este año, pero bueno, se trata de trabajar más todavía para poder volver cuanto antes. Yo estoy tranquilo, estoy trabajando bien y tengo la confianza de la gente que tengo que tenerla... la confianza del entrenador, de mis compañeros y del club así que voy a seguir trabajando para que se vuelva a ver mi mejor versión.
–¿Con esta lesión reciente le volvieron los fantasmas de la anterior o no tuvo nada que ver?
–Es diferente, no es comparable estar un mes o mes y medio a estar nueve meses de baja. Siempre que te lesionas lo importante es poner dedicación y esfuerzo para curarte lo antes posible e intentar volver con el equipo en buen estado de forma.
–¿Qué le enseñaron esos casi nueve meses de baja?
–Sobre todo maduré un poco. En el plano deportivo he intentado aumentar mi repertorio técnico y táctico. Y en el plano personal se produjo un cambio en cuanto a la alimentación y en algunos hábitos para que el cuerpo esté al cien por cien. No es que comiera algo diferente o cambiara el régimen. Se trata de cuidar la alimentación y en mi caso a veces tomaba demasiado azúcar. No es quitar nada de mi dieta, es ir con más cuidado. Yo antes de cumplir los 30 años basaba mi juego mucho en mi físico, sabía que no me podían parar, y ahora hay que adaptarse a la nueva situación.
–El documental de la rehabilitación se titulaba «Llull. Volver a ser yo». ¿Ha vuelto a ser usted?
–Sí porque me he vuelto a sentir jugador de baloncesto que para mí era lo primordial. Hay un cambio en el estilo de juego porque también eso es ley de vida, pero eso se logra con trabajo y esfuerzo. Ya no es sólo por el tema de las lesiones. A medida que vas cumpliendo años no puedes hacerte valer solo de tu físico. Hay que añadir nuevas armas y a lo mejor no siendo tan rápido como antes, siendo algo más lento, también da resultados.
–Aunque esté todavía lejos de su mejor nivel. ¿Cómo lleva las críticas?
–Siempre que vengan desde el respeto están bien. Se trata de que te ayuden a mejorar, de que te hagan mejor jugador. Muchas de las críticas me las hago yo a mí mismo antes de leerlas en cualquier otro lado o en las redes sociales. Cuando acabo un partido sé lo que he hecho bien, lo que he hecho mal y en lo que tengo que mejorar. Estoy tranquilo, estoy trabajando bien y la buena racha llegará.
–¿En qué es mejor el Llull actual al de hace tres o cuatro años?
–Todavía no soy mejor que hace dos o tres años, pero sí que hay algunas cosas como que soy capaz de leer mejor los partidos. Eso te lo da la veteranía, el llevar muchos años en el club, aunque si se me compara con Felipe soy casi un junior.
–Llamó la atención la reciente declaración de Pablo Laso haciendo referencia a que le quedaban muchas tardes de gloria en el Madrid...
–Eso se agradece porque está siendo un año complicado como dije antes. Nos conocemos mucho los dos desde hace tiempo y ese voto de confianza se agradece.
–El prolongado tiempo de recuperación, ¿le hizo establecer nuevos lazos con otros miembros del equipo con los que antes no tenía una relación tan intensa?
–Aquí hay mucha gente que te facilita que tú lo único de lo que tengas que preocuparte es de jugar al baloncesto. Médicos, fisios, delegado, segundos entrenadores, la gente de prensa... son todos muy buenos en lo suyo y siempre están ahí echando una mano.
–¿Recuerda su debut en la ACB? Fue precisamente con su rival en cuartos de la Copa...
–Sí fue con el Manresa en el antiguo pabellón de La Casilla en Bilbao y recuerdo estar muy nervioso en la rueda de calentamiento. Me acuerdo animando desde el banquillo y mi primera canasta, que no fue canasta porque me hicieron un tapón ilegal. Eso sí, perdimos por bastante.
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