Coronavirus
El pádel mundial, ante su primera gran crisis
Con 73.000 licencias y más de 10.000 pistas en toda España afronta una situación inédita en la historia de este deporte en nuestro país
Desde que empezara a ponerse de moda a finales del siglo pasado, el pádel no ha hecho nada más que crecer. Hasta que ha llegado la pandemia del coronavirus y el sector, que cuenta con 73.000 licencias en toda España, se ha encontrado con su primera gran crisis. En España hay más de 10.000 pistas de pádel, muchas de ellas situadas en naves industriales que quedaron vacías durante la burbuja inmobiliaria del 2008 y que ahora albergan proyectos especializados en este deporte. Los clubes que dependen exclusivamente del pádel son los que lo están pasando peor, según explican fuentes de la Federación Catalana, que ha tenido que hacer un ERTE y está reestructurando de cero el presupuesto para este año.
Tres de ellos son el Terrassa Club de Padel, administrado por Guillermo Puente, y el Indoor Padel Barcelona y el Padel Indoor Granollers, administrados por Conrad Torras. “Nosotros, dentro de lo que cabe, hemos tenido suerte. El propietario de la nave donde estamos ubicados sólo nos ha cobrado el alquiler de medio mes de marzo y ya no nos está cobrando”, explica Puente.
“Nosotros aún lo estamos negociando”, dice Torras. “El gasto más importante es el del alquiler. Aquí está la clave de cuánto podremos aguantar los clubes de pádel. Y tampoco nos podemos poner ahora a negociar mucho con los propietarios porque todavía no sabemos cuánto durará esta situación”, añade.
Los tres clubes han tenido que cesar totalmente las actividades que estaban ofreciendo hasta el 13 de marzo. “Tenemos gastos fijos de nóminas, mantenimiento, agua y electricidad a los que aún debemos hacer frente y, en cambio, cero ingresos. Nos vimos obligados a hacer un ERTE desde el primer momento”, relata Torras.
El Terrassa Club de Padel ahora también esta en vías de hacer un ERTE (el mes de marzo se lo pagó íntegro a sus trabajadores), como están haciendo la mayoría de clubes, según la Federación Catalana.
Ninguno de los dos empresarios obvia el sufrimiento que está comportando la situación para los trabajadores autónomos que dan servicio a sus clubes y que ahora tampoco ingresarán nada y tendrán que seguir pagando sus cuotas mensuales.
El Terrassa Club de Padel calcula que en marzo dejó de ingresar unos 5.000 euros netos. Su administrador tuvo la suerte de poder participar la semana pasada en una conferencia con 200 clubes de pádel españoles, en la cual estuvo presente Emilio Sánchez Vicario, propietario de varios clubes en España, China y Estados Unidos. “Él nos dio una visión de lo que está pasando en China y las perspectivas no son buenas. Todo parece indicar que no alcanzaremos una cierta normalidad hasta después del verano, pero estas fechas no están basadas en ningún dato más o menos objetivo”, detalló.
En cambio, Torras intenta ser más positivo. “Yo firmaría poder abrir a principios de junio”, afirma, aunque prevé que cuando acabe el confinamiento las aperturas se harán por sectores y que el deporte será uno de los últimos en “volver a la normalidad”. Por otro lado, teme que les dejen empezar a abrir con restricciones de aforamiento. “Me da mucho miedo que pase esto porque sería fatal. No solucionaría nada. Nos obligaría a abrir, a tener las infraestructuras a punto y al personal trabajando mientras solo ingresaríamos la mitad”. Pero el administrador del Indoor Padel Barcelona y el Padel Indoor Granollers espera que, si pueden estar abiertos con normalidad en julio y agosto, esto les sirva para recuperarse un poco, “porque la gente no estará para viajar y hacer turismo”.
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