El Madrid se queda ya muy cerca de LaLiga tras ganar al Alavés (2-0)

Era la voz de Sergio Ramos la que más se oía en Valdebebas pese a que el futbolista no estaba en el campo por sanción. Estaba sentado en la grada y desde ahí seguía a los suyos con la misma intensidad con la que lo hace en el campo. Es el capitán siempre, aunque no esté en el campo y Zidane tenga que inventarse una defensa y tenga que ser Benzema el que lance los penaltis. Aunque todo cambie, el Madrid sigue igual; ganando, sin recibir un gol y con cuatro puntos de ventaja con sólo ya nueve por disputar. Queda ya lo más corto.

Como contra el Getafe y el Athletic fue una pena máxima la que abrió el marcador. Fue el árbitro quien la vio con claridad: Mendy llega al área y ahí es derribado por Ximo Navarro. Karim mostró la misma infalibilidad que Ramos y acercó, otro pasito más al Real Madrid a LaLiga. Luego Asensio certificó una victoria tranquila a la espera del choque en Granada, que puede decidirlo todo.

Había cierto temor al encuentro contra el Alavés. Por la necesidad del rival y por las bajas que presentaba el conjunto de Zidane. Ramos y Carvajal estaban siendo dos de los futbolistas más decisivos en el regreso del campeonato y de una tacada los perdía Zizou. Si el Madrid está cerca de conquistar el campeonato es por su contundencia atrás. No permite tantos a los rivales, Courtois se va a llevar el Zamora con todo mérito y toda la plantilla se ha aprendido que con firmeza atrás, las victorias están más cerca.

El entrenador francés hizo lo más previsible, por primera vez. Hizo que Lucas Vázquez se situase en la banda derecha. El Alavés, que estrenaba entrenador y sólo tiene tres puntos de ventaja sobre el Mallorca e la agónica lucha por el descenso, buscó ese lado con la seguridad de que, defensivamente, iba a ser el débil. Pero para los equipos más pequeños y más en situaciones de emergencia total como están los vitorianos, hay que coger el tren que pasa porque lo más probable es que no vuelva. Y no lo hizo.

Salió bien animado el partido, con una ocasión para el Real Madrid y con una muy clara, la más clara, el tren, para el Alavés. Superaron a Lucas Vázquez por la derecha y el centro fue rematado al larguero a la primera y sacado por Militao en la línea de gol a la segunda. Ahí le iba la vida al equipo visitante. Se le pasó.

Militao sacó esa pelota y luego estuvo a su buen nivel durante el resto del partido. Era un jugador que dejó dudas en sus primeros días pero que ha vuelto tras el confinamiento dispuesto a ganarse el puesto. Se supone que se le iba a medir en Champions, en el campo del City, pero ha sido en LaLiga donde se está viendo que fue un fichaje acertado. “Mili”, le gritaba con entusiasmo Ramos desde la grada.

Está siendo un Madrid de jugadores secundarios, colectivo como nunca, donde en algunas posiciones cambian los futbolistas y no se resiente nada. Nadie esperaba que Mendy fuese decisivo y el lateral francés, que va a jugar ya lo que queda de campeonato por la lesión de Marcelo fue el que forzó el penalti.

Por su lado estaba Rodrygo, que suele empezar en la derecha. Los cambió Zidane a él y a Asensio de banda y el experimento salió perfecto. Rodrygo estuvo suelto y con velocidad.

A la que va el Madrid para ser campeón.