Fútbol
Messi se pelea con el gol
El «10» solo ha marcado de penalti esta temporada y desde que se juega sin público únicamente ha logrado cuatro tantos en jugada
Uno de los argumentos para defender a Messi por encima de otros goleadores es que él no necesita marcar para mandar en los partidos y ser determinante. Pero, claro, el gol es el gol... No se está viendo una mala versión de Leo esta temporada, pero sí una menos caníbal ante las porterías rivales, siendo un jugador que ha destrozado todos los registros en ese sentido: es el máximo goleador histórico de la Liga (445 tantos) y el único con siete Pichichis, pero últimamente sólo con la pelota parada acierta.
«Quizá Messi podría tener un rendimiento mejor, pero no tengo ninguna queja», dijo hace apenas diez días Ronald Koeman, espectacular en las conferencias de prensa, muy sincero. La mayoría se echó las manos a la cabeza al escuchar eso, poco acostumbrados a que se ponga un matiz o un pero al «10», cuando el técnico no dijo nada que no viera cualquiera. Después, el entrenador ha ido reculando y ensalzando la labor del capitán en el campo, pero también recordándole que tienen que ser más efectivos: «Se nota que el equipo cada vez va a más, fue un partido completo... Bueno, no tanto porque fallamos bastante delante de la portería», volvió a repetir ayer el holandés sobre el enfrentamiento con la Juventus. Messi fue de los mejores en Turín, pero sus disparos no encontraron la meta... Salvo de penalti. El argentino marcó en la Champions en el último minuto desde los once metros, la única manera en la que ha levantado los brazos al cielo esta temporada. Sus tres dianas han sido así: Villarreal, Ferencvaros y Juve. Esta racha viene de largo. Ya sus 25 goles en toda la Liga pasada fueron pocos (para él), pero hubo un momento en el que se notó más: desde el parón por la pandemia, el «10» ha disputado 20 partidos, en los que ha logrado diez tantos, pero sólo cuatro en jugada y seis a balón parado: cinco de penalti y uno de falta. Con la pelota rodando logró uno en el primer duelo sin público, contra el Mallorca, y dos en el último ante el Alavés, justo el rival de hoy, en una jornada intrascendente porque el Real Madrid ya era campeón. También contra el Nápoles, en la vuelta de octavos de la Champions, se anotó una diana tras una acción personal. Eso sí, ha afinado su rendimiento en los penaltis y lleva diez seguidos con acierto, cuando en una parte de su carrera se ponía en entredicho si era un buen lanzador. Con el Barcelona son 100 penas máximas ya, de las que ha marcado 78 y ha fallado 22.
Koeman volvió a piropear ayer a su capitán. «Para mí Leo es el mejor del mundo ahora», dijo cuando le preguntaron por Maradona, que para el holandés fue «el mejor de su época». En función del rival y de cómo vea los partidos, va buscándole el mejor sitio posible a Messi. La idea del «falso 9» no está terminando de funcionar. Fue la posición en la que le puso Guardiola y que supuso el nacimiento de un goleador sin igual, pero el argentino es ahora otro futbolista. Cada año ha ido retrasando un poco su sitio o alternándolo, para ser hasta organizador, en función de lo que él considera necesario para el partido, porque suele tener libertad. En punta se aburre si no toca muchos balones y la derecha también la abandona cuando ese es su punto de partida. Contra el Real Madrid y contra la Juve jugó en la mediapunta directamente y ahí es donde más daño hizo, donde más en contacto con el balón entró para asociarse con sus compañeros. Busca este Barça que la «Messidependencia» no sea tanta, que la única opción no sea dársela al argentino, aunque sí echa de menos sus goles. Sigue siendo el azulgrana que más ha rematado, con 14 intentos en Liga para transformar únicamente el penalti al Villarreal en la primera jornada. Sólo están por encima los 16 disparos de Benzema (también para un gol, y ha jugado un partido más) y los 15 de Gerard Moreno (3 tantos, 2 de ellos de penalti) y Luis Suárez (4).
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