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Baloncesto

¿Cómo llega Pau Gasol al Barcelona?

Pedro Luis Ripoll, uno de los médicos a los que pidió consejo el pívot, y que le recomendó usar células madre, explica la lesión de Pau y si su edad es un obstáculo

La camiseta de Pau Gasol con el Barcelona, en una imagen subida por el pívot a sus redes sociales
La camiseta de Pau Gasol con el Barcelona, en una imagen subida por el pívot a sus redes socialesLa Razón

Pau Gasol ficha por el Barça. La noticia bomba saltó el pasado fin de semana y se hizo oficial el martes. Es la vuelta a casa del mejor jugador de baloncesto en la historia de España, pero hay un par de asteriscos en ese regreso: Pau cumple 41 años el 6 de julio y el último partido que jugó fue el 10 de marzo de 2019, cuando pertenecía a Milwaukee Bucks. Una lesión en el pie le ha tenido torturado desde entonces y una ilusión le ha mantenido peleando por volver a las canchas: poder disputar los Juegos de Tokio. El retraso de la cita olímpica por la maldita pandemia le va a dar la posibilidad de hacerlo, ya que a 2020 no hubiera llegado, aunque los condicionantes citados hacen que todavía pueda existir alguna duda.

Durante su larga recuperación, después de ser operado del pie izquierdo en mayo de 2019, en Estados Unidos, el pívot ha pedido muchas opiniones, y una de ellas fue visitar en noviembre del mismo año de la intervención la clínica Ripoll y De Prado, en Murcia, que cuenta con la excelencia FIFA. «Le sometimos a un examen multiparamétrico que se llama ’'Go5D’', que estudia todo el morfotipo, todo el aparato locomotor; es un examen objetivo y el pronóstico que le damos es que va a superar la lesión y que va a poder competir», explica el doctor Pedro Luis Ripoll. El tiempo de baja para una dolencia como la de Pau puede llegar a un año, pero la puesta a punto del catalán se fue alargando y la evolución se iba retardando. «Cualquier lesión del pie en un deportista es compleja porque el pie tiene gran cantidad de huesos y articulaciones», asegura Ripoll. «Hay que estar perfectamente bien del pie para poder competir. Es más complejo conceptualmente que la rodilla. La ventaja es que con los exámenes de tres y cuatro dimensiones podemos diagnosticar de una manera más precisa y poner solución con métodos menos agresivos», añade.

Uno de esos huesos que hay en el pie es el navicular, que es del que el jugador español fue intervenido. No se trata de una lesión por un movimiento en concreto como por ejemplo un esguince después de una torcedura. «Es un problema de estrés mecánico. La gran mayoría de los problemas de los deportistas en el pie se producen por una sobrecarga mecánica continuada y anormal; es decir, que el hueso al que va destinada esa sobrecarga no está preparado para recibir tanta fuerza», prosigue el doctor. «Son jugadores que pesan mucho, que tienen una gran movilidad durante todo el partido, y luego en la NBA se juega dos o tres veces por semana, es una competición que llamamos nosotros muy demandante», insiste. En ocasiones, el estudio de esa dolencia puede hacer que los desequilibrios se corrijan sin necesidad de operación, porque «se deshace la relación causa-efecto». Pero en otras es necesario intervenir. El proceso de recuperación es largo y puede mejorarse mediante distintos procesos. «Se puede hacer con medios físicos, mediante estímulos que recibe el hueso; y también con medios biológicos, entre los cuales ponemos proteínas y células procedentes de su propio cuerpo para estimular la consolidación. Estamos hablando en términos generales. Nadal, Federer o Gasol han recurrido a este tipo de tratamientos. Pau ya se operó de una tendinopatía rotuliana y le hicieron una técnica mixta de estimulación física y células procedentes de cresta iliaca que le resultó extraordinariamente bien. Nosotros le aconsejamos que las utilice para el tobillo», desvela el director de la prestigiosa clínica.

Gasol ya ha mandado su mensaje de amor al Barça y se incorporará a la disciplina de Jasikevicius la semana que viene. La otra incertidumbre que deja su fichaje es la edad y la inactividad. «Indudablemente, para un deportista estar dos años parado no es una buena noticia. Pero estamos ante un deportista con una mentalidad de lucha y de superación personal extraordinaria, entonces cualquier cálculo comparándolo con otro tipo de personas será errónea», opina Ripoll. Casos similares a Nadal, Federer... No son personas normales, tienen una capacidad de superación y sufrimiento mayor y están donde están por eso. Teniendo en cuenta estos factores y el perfil psicológico que tienen Gasol y su familia, que también es muy importante, todo eso va a hacer que supere su lesión y pueda volver a jugar», concluye el médico murciano. Y en el Barcelona se frotan las manos.