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Lenny Wilkens, el estratega que ganó mil batallas

Fue el primer entrenador de la NBA en alcanzar el millar de victorias en la primera fase. Don Nelson se retiró en 2010 con 1.335 victorias, sólo tres más que él

Lenny Wilkens, miembro del Salón de la Fama como entrenador y como jugador
Lenny Wilkens, miembro del Salón de la Fama como entrenador y como jugadorHans DerykAP

Los Hawks de Atlanta no eran un gran equipo en la temporada 95/96, la que iba a coronarse con los Juegos Olímpicos en la ciudad de la Coca-Cola. La estrella de un plantel liderado por al All Star Steve Smith, con secundarios meritorios como Craig Ehlo o Christian Laettner, era sin duda Leonard Randolph, “Lenny”, Wilkens, neoyorkino de Brooklyn formado en la Universidad de Providence, y doblemente distinguido miembro del Salón de la Fama de Springfield: como jugador tras quince temporadas en la NBA y como entrenador gracias al anillo ganado con los Seattle Supersonics en 1979, el único título en la historia de la franquicia del estado de Washington.

Wilkens era ya entonces, casi en la sesentena, un técnico crepuscular. Un pope al que la federación estadounidense había premiado con el mando de la segunda versión del Dream Team que debía renovar el oro de Barcelona, en el que participó como asistente de Chuck Daly. Por cierto, que el brillo del legendario roster de 1992 opaca la selección, también excelsa, que se formó para los Juegos siguientes, en la que repitieron cinco jugadores (Stockton, Barkley, Karl Malone, David Robinson y Pippen) y se añadieron varias estrellas (Reggie Miller, Shaquille, Payton, Olajuwon...) para completar un plantel potentísimo. Ahí se centraba, pues, todo el interés baloncestístico en el estado de Georgia hasta que el entrenador de los Hawks alcanzó la cifra mágica de las mil victorias en la temporada regular de la NBA.

Red Auerbach, el legendario «coach» de los Celtics, colgó el pizarrín en 1967 tras acumular 938 triunfos sin contar los «playoffs», que en Estados Unidos siempre computan aparte a efectos estadísticos. Fue todo un símbolo que, durante la temporada anterior, Wilkens le arrebatara esta plusmarca siendo ambos nativos de Brooklyn. Las entradas se agotaron para presenciar aquel Hawks-Cavaliers en el Omni de Atlanta, durante el cual, el entrenador local no abandonó su actitud de siempre (hierático con los brazos cruzados, rostro impertérrito) hasta que Ehlo puso el 71-62 en el electrónico con un triple a falta de 42,1 segundos. Los 12.342 fans gritaron unánimes su nombre (Lenny, Lenny...) y al técnico se le escapó una media sonrisa.

Al término del encuentro (74-68), las animadoras bailaron una coreografía especial en la que terminaron formando el mensaje «Sweet 1000» y Lenny Wilkens tomó el micrófono para decirle al pabellón que se sentía «increíblemente bien por estar en un menú en el que no está nadie más. Hay muchos entrenadores con triples figuras, pero cuádruples, guau, es demasiado. Espero poder llegar aquí en Atlanta a las 1.500». No cumplió su promesa, ya que aguantó cuatro años más en Atlanta en los que la franquicia fue perdiendo fuelle y alargó su carrera en el primer lustro del siglo XXI en Toronto y Nueva York, dos equipos perdedores con los que llevó su número de victorias hasta 1.332 en temporada regular y alcanzó las 1.155 derrotas, un récord que todavía hoy permanece imbatido.

Con los años, otros ocho entrenadores alcanzaron el millar de triunfos para conformar un club al que sólo pueden acceder los elegidos: Phil Jackson, Pat Riley, Jerry Sloan, George Karl, Rick Adelman, Larry Brown, Don Nelson y Greg Popovich. El elegante Riley fue el segundo en orden cronológico y Jackson, el maestro zen que guiaba a los Bulls de Jordan y a los Lakers de Kobe, quien menos partidos necesitó para lograrlo. El récord absoluto de victorias lo ostenta Nelson, que superó por tres a Wilkens (1.335) y de quien se asegura que prolongó una temporada, la 2009/2010, su contrato con los Warriors –patético su balance de 26/56– sólo para batir la plusmarca. El aviador Popovich es tercero en esa tabla histórica e inició el curso con 1.277, por lo que se irá a buen seguro más allá de las 1.300 y adelantará a sus dos antecesores la próxima campaña, siempre y cuando decida continuar su larguísima hégira al frente de los San Antonio Spurs.