La eliminación de la Juventus contra el Oporto en los octavos de final de la Liga de Campeones puede provocar un terremoto de consecuencias imprevisibles para el club italiano, tanto a nivel deportivo como económico. En el centro de la discusión está Cristiano Ronaldo y el elevadísimo coste económico que le supone a la Juventus tener al portugués en su plantilla.

Con Cristiano Ronaldo, la Juventus ha ganado dos títulos de la Serie A y dos Supercopas de Italia, lo que no parece suficiente para justificar su fichaje. Contratado en el verano de 2018 con el objetivo de ganar la Liga de Campeones, la Juventus colecciona tres importantes decepciones en esta competición desde que fichó a Cristiano. Fue eliminada en cuartos de final en la campaña 2018-19 (Ajax) y en octavos en la 2019-20 (Lyon) y 2020-21 (Oporto). Estas decepciones deportivas han venido acompañadas de una disminución de los ingresos del club en la Champions. En los tres años anteriores a la llegada de Cristiano, la Juventus recibió 264 millones de euros por participar en la Liga de Campeones. En las tres campañas con Cristiano, 260 millones.

El director deportivo de la Juventus, Fabio Paratici, ya ha declarado que la renovación de Cristiano, que termina contrato en 2022, “no está en la agenda” y los medios italianos ya especulan con la posibilidad de que el club decida vencer al portugués este próximo verano para intentar recuperar algo de la inversión realizada y aliviar sus cuentas económicas.

Según publica Calcio e Finanza, la Juventus pagó 115,5 millones de euros al Real Madrid por Cristiano, lo que sumado a su ficha significa que el portugués supone un coste de 92,8 millones de euros al año en el presupuesto de la Juventus: 28,8 millones en amortizaciones y 64 millones de salario, incluidos los impuestos que debe pagar el club a Hacienda.

El coste de la plantilla (salarios más amortizaciones) ha pasado de 300 millones de euros en la temporada 2017-18, antes de que llegara Cristiano, a 388,9 en la 2019-20.

Sí es cierto que desde que fichó a Cristiano se ha incrementado el valor de la Juventus como empresa en Bolsa y que los ingresos comerciales y de venta de entradas se han elevado de forma notable, pero según Calcio e Finanza ese aumento no justifica financieramente la inversión realizada en el portugués y no sirven para rentabilizar su fichaje.

Para solucionar sus problemas de liquidez, la Juventus lanzó un bono de 175 millones de euros para reestructurar la deuda en febrero de 2019, con vencimiento en 2024, y en diciembre de 2019 tuvo que hacer una ampliación de capital de 300 millones de euros para cubrir las pérdidas de las últimas temporadas. La Juventus perdió 19 millones en la campaña 2017-18; 40 en la 2018-19; 90 en la 2019-20 y 113,7 a 31 de diciembre de 2020. Es decir, desde que fichó a Cristiano Ronaldo, la Juventus presenta un balance negativo de 243,7 millones. La deuda financiera neta pasó de 309,8 millones a 30 de junio de 2019 a 463,5 millones un año después, para situarse en 357 millones a 31 de diciembre de 2020.

En cuanto a la facturación, Calcio e Finanza desvela que entre la temporada 2018-19 y el 31 de diciembre de 2020, la Juventus registró unos ingresos de 1,150 millones de euros (netos de plusvalías), de los que el 20% fueron a parar a los bolsillos de Cristiano Ronaldo.

Después de analizar los balances económicos y la situación financiera del club, Calcio e Finanza entiende que aunque los ingresos de la Juventus han aumentado debido al impacto que supone Cristiano Ronaldo, eso no justifica el elevado precio que paga la entidad por tenerle en la plantilla. Sostiene que el aumento de ingresos no es suficiente para que Cristiano “se pague a sí mismo, como muchos han intentado justificar el gasto”.