Liga de Campeones
El Manchester City de Guardiola llega a su primera final de la Champions
Dos goles de Mahrez, que ha marcado tres de los cuatro goles de su equipo en la eliminatoria, le sirven para derrotar al campeón francés, que no pudo contar con Mbappé
Zinchenko y Stones festejaron con un abrazo instintivo que acababan de detener un disparo de Neymar. Nada explica mejor que esa imagen cómo se enfrentó el Manchester City al partido y lo que significaba para sus futbolistas. Dispuesto a jugar contra natura, pero nada importaba si el premio era llegar a la primera final de la Liga de Campeones de la historia del club.
Ni siquiera celebraron con tanta intensidad el segundo gol de Mahrez, el que les confirmaba que estaban en la final. Con mucha alegría, pero de otra manera. A eso le llevó el PSG, decidido a buscar la remontada desde el comienzo a pesar de la ausencia de Mbappé, obligado a permanecer como espectador en la grada por culpa de una lesión.
El PSG entró en el campo con valentía, mandando en el juego y en la posesión, robándole sus armas al equipo de Guardiola. Y lo hizo sin que Neymar estuviera al nivel de los partidos anteriores en esta competición. Eran Paredes, en la salida del balón, Verratti y Di María los que armaban el juego de su equipo, al que le faltaba sólo la puntería que no aportaba Icardi.
Marquinhos remató al larguero en un remate de cabeza y Di María estuvo cerca de sorprender a Ederson, que se equivocó en la salida de la pelota y que no estaba en su sitio para defender la portería.
Se ilusionó también el campeón francés cuando Kuipers, el árbitro neerlandeés, señaló el punto de penalti por una mano de Zinchenko que sólo vio él. Pero para eso está el VAR, que confirmó que la pelota había dado en el hombro del ucraniano. Tenía ganas el árbitro de pitar una mano del City, porque repitió la jugada en una acción posterior de Foden, pero el VAR ya no pudo corregirlo porque no estaba en el área.
El PSG insistía, pero fue Mahrez el que acertó, convertido en el hombre decisivo de la eliminatoria. Marcó el primero cuando más fuerte se sentía el PSG.
Y fue Ederson el que comenzó la jugada, con un preciso pase largo desde su portería a la carrera de Zinchenko. Vio a De Bruyne, pero su remate pegó en un defensa y Mahrez estuvo más despierto que nadie para empujarla a la red.
La resistencia del PSG cedió, pero el derrumbe no fue oficial hasta que Mahrez marcó el segundo. Otra vez. Ha marcado los tres últimos goles de la eliminatoria, pero tuvo la colaboración de De Bruyne y de Foden, que llevaron un contraataque de manera magnífica para que Mahrez llegara al área pequeña para rematar el partido.
Poco después llegó la expulsión de Di María, por un pisotón sin sentido a Fernandinho. Disputaban un balón junto a la banda y cuando la pelota superó la línea, el argentino le lanzó un puñetazo al cuerpo que no impactó. El pisotón posterior no dejaba lugar a dudas para Kuipers. Podía haber expulsado también a Kimpembe, más cerca del final, por una patada exagerada a Gabriel Jesús. Pero todo es interpretable.
El PSG se derrumbó y el City se divirtió en los últimos minutos del partido. Con el marcador a favor y un jugador más no quedaban posibilidades para los franceses y el equipo de Guardiola se permitió ser él mismo. Foden estuvo cerca de ampliar la ventaja con un disparo al que no llegó Keylos Navas y que se estrelló en el poste.
Guardiola cambió poco desopués al joven delantero para que entrara Agüero. Un pequeño homenaje para que el Kun se despidiera en Europa de su estadio.
Los jugadores del City se abrazaban y a algunos, como Zinchenko, se le saltaban las lágrimas. El City ya está en la final que tanto perseguía.
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