Real Madrid

Asensio lanza al Real Madrid tras ganar al Granada (1-0)

El atacante mallorquín, con un gran disparo, resuelve un partido en el que el equipo de Ancelotti fue de más a menos

Maximiano evita el intento de Rodrygo
Maximiano evita el intento de RodrygoGonzalo Pérez MataLa Razón

Los golazos de Asensio desde fuera del área empezaban a ser una leyenda, esas cosas que cuentan los veteranos a los que se incorporan al madridismo, un cuéntame. Porque el delantero lo intentaba, pero siempre encontraba algún rechace, un mínimo desvío o como ocurrió en la primera parte, que el balón no cogió la curva a tiempo y fue al centro. Pero eso no pasaría después, en la segunda mitad: entonces sí, su tiro desde fuera del área hizo ese extraño que hace por el efecto y la violencia y Maximiano, que estaba empezando a dejar su huella en el Bernabéu, se quedó parado, atónito, sin saber muy bien cómo adelantarse a la dirección del balón. La duda es inteligencia dicen. Ya. Si dudas, mueres. Ahí se acabó el Granada, que había resistido bien hasta entonces y durante algunos minutos había puesto nervioso al público. Asensio salvó la situación y tira del Madrid en la Liga. Vuelve a tener colchón y vuelve, tras la Copa, a sentirse campeón. Además, Asensio está tomando forma, recuperando lo que era y cada vez con más ratos. Fue de los mejores en Bilbao y también contra el Granada. Su batalla con Rodrygo por la titularidad, ahora está ampliamente ganada.

Pero LaLiga va a ser larga. Le cuesta al Madrid poner el motor en marcha y calentarse para ir con decisión a los partidos. Se le van los minutos con una frialdad que exaspera a una hinchada que no tiene en la paciencia su mejor virtud. El Granada, como muchos equipos esta temporada, tapó al Real Madrid y durante muchos minutos, casi toda la primera parte, el equipo de Ancelotti deambuló sin prisa y sin ideas echando muchísimo de menos a Vinicius y a Benzema, sobre todo. Quién le iba a decir al francés que iba a crear tanta nostalgia en el Bernabéu. Sin ellos en el campo Ancelotti sorprendió a todos con la titularidad de Isco como falso delantero y el andaluz fue de menos a más, hasta que fue sustituido entre aplausos de la grada, que tal como había estado el ambiente, son buenas noticias. Fue ahí, era el minuto 64, cuando sacó a Hazard y a Jovic, que son secundarios en este equipo y ya no hace falta decirlo más veces. Sin embargo, hicieron minutos para intentar cambiar su situación. Sería una noticia excelente para el Real Madrid.

Sin Benzema ni Vinicius, el Madrid funcionó a ráfagas, cuando encontró a Carvajal para desatascar el ataque. Sin bandas, porque Marcelo no está para ganar en profundidad a nadie, se embotelló por el centro, sin recurso para hacer nada diferente. Y aún así tuvo un par de ocasiones claras para adelantarse en el marcador, las dos por la derecha, la banda que menos utilizó durante esa parte. Pero antes del descanso, el partido estuvo igualado ,con Luis Suárez exigiendo a Alaba y a Militao, lo que pasa que para superar al brasileño estos días hay que ser... Nada, no es posible superarle. La primera se midió por el público, que pitó algunos ratos a su equipo, cuando veía que no podía, que el Granada no sufría atrás más que un par de veces.

Para dar algo de vida a su equipo, Ancelotti quitó a Camavinga en el descanso para dar paso a Valverde. El cambio fue más trascendental de lo que, en un principio, parecía. Camavinga tiene virtudes: como un buen cambio de ritmo y que se va para delante sin miedo, pero le falta limar muchas cosas aún como para ser ya el sustituto de Casemiro. El técnico italiano puso a Kroos como medio centro y a Valverde de interior, un paso por delante. El uruguayo, que no está teniendo su mejor curso, dio otro impulso, aceleró casi todo y con él sea animó todo el equipo y también el público, menos crítico y más unido a los suyos. El cambio de equipo, cambió al equipo. Ya no fue el Madrid frío del primer tiempo, fue el equipo que quiere ganar LaLiga y muestra las razones para hacerlo. Jugó múcho más arriba, más rápido y con más hambre que antes y el Granada empezó a verse disminuido y sin opciones. Las llegadas al área se multiplicaron porque encontró más formas y hasta los centrales ayudaban. Alaba superaba a Marcelo por la izquierda y Militao iba a los córners y se quedaba algún segundo más, con tiempo, por ejemplo para robar la pelota de la que nació el gol de Asensio.

El tanto dio la calma a un equipo que necesitaba la victoria para dejar atrás fantasmas y, ya de paso al Sevilla. Ancelotti aprovechó para cambiar a Marcelo que se llevó un aplauso cariñoso,de una afición exageradamente crítica cuando quizá no sea necesario, pero con memoria.

Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Marcelo; Modric, Camavinga, Kroos; Asensio, Isco y Rodrygo