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Esto es lo que pasa si haces ejercicio y comes mal

Por mucho que te machaques en el gimnasio, la actividad física no contrarresta los efectos de una mala alimentación

El deporte no contrarresta una mala alimentación
El deporte no contrarresta una mala alimentaciónArchivolarazon

Tanto la actividad física regular como una dieta saludable desempeñan un papel importante en la promoción de la salud y la longevidad. Una nueva investigación dirigida por la Universidad de Sidney (Australia) ha descubierto que los niveles elevados de actividad física no contrarrestan los efectos perjudiciales de una mala dieta en el riesgo de mortalidad.

El trabajo, publicado en la revista científica ´British Journal of Sports Medicine´, ha revelado que los participantes que realizaban un alto nivel de actividad física y seguían una dieta de alta calidad tenían el menor riesgo de muerte, lo que demuestra que no se puede “dejar atrás” una mala dieta.

El estudio ha evidenciado que, en el caso de los que tenían altos niveles de actividad física y una dieta de alta calidad, su riesgo de mortalidad se reducía en un 17% por todas las causas, en un 19% por enfermedades cardiovasculares y en un 27% por cánceres seleccionados, en comparación con los que tenían la peor dieta y eran físicamente inactivos.

“Tanto la actividad física regular como una dieta saludable desempeñan un papel importante en la promoción de la salud y la longevidad. Algunas personas pueden pensar que podrían compensar los impactos de una dieta pobre con altos niveles de ejercicio o compensar los impactos de una baja actividad física con una dieta de alta calidad, pero los datos muestran que, desafortunadamente, este no es el caso”, apunta la autora principal del estudio, la profesora asociada Melody Ding, del Centro Charles Perkins y de la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad de Sidney.

Pero este no es único estudio llevado a cabo sobre las deficiencias alimentarias de los deportistas. Un elaborado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, ya confirmó que los españoles que realizan algún tipo de actividad o ejercicio físico tienen una alimentación inadecuada. “En la sociedad actual, el sedentarismo es un problema en continuo incremento, que junto a una alimentación desequilibrada, condiciona las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad”, declara Aquilino García, vocal de alimentación del Consejo.

El 23,4 por ciento de la población española que practica ejercicio físico lleva una dieta inadecuada; y el 50 por ciento de los hombres, así como el 30 por ciento de las mujeres padece sobrepeso u obesidad, según los datos de la sexta edición del Plan de Educación Nutricional por el Farmacéutico (Plenufar), llevado a cabo por el Consejo.

Consecuencias de una mala alimentación

Si nuestra alimentación no es adecuada, o simplemente, consumimos más energía de la que le damos a nuestro cuerpo, podemos tener serios problemas. Las consecuencias directas de una alimentación inadecuada son:

– Disminución de la energía y el rendimiento

– Depresión del sistema inmunológico.

– Aumento del riesgo de lesiones y dificultad para su recuperación.

– No alcanzar tus objetivos deportivos.

– Mal funcionamiento de ciertos órganos vitales.