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Entrevista (II)

Álvaro Martín: "Se me caía la cara de vergüenza cuando un compañero de otro país me preguntaba: 'Oye, ¿qué pasa en España con el antidopaje?'".

Álvaro Martín explica las anomalías que había en el antidopaje español: "Si hacemos las cosas bien, nos quejaremos del resto, pero si no hacemos las cosas bien no podemos quejarnos"; y habla del problema intergeneracional de la Seguridad Social de los deportistas

Entrevista a Álvaro Martín
Entrevista a Álvaro Martín. David JarDavid JarFotógrafos

Segunda parte de la entrevista a Álvaro Martín. Después del repaso a lo que supone la retirada del deportista y de cómo es su nueva vida en Cazorla Abogados, el exmarchador habla de las guerras de las que formó parte cuando estaba en activo, que no ha abandonado, como el dopaje o la Seguridad Social de los deportistas.

En los Juegos de Tokio fue cuarto, pensaba que se podía haber escapado el último tren... Y un par de años después uno de los que le gana, el japonés Ikeda, da positivo.

Pues es doloroso. Con el tema antidopaje hay que pensar que todos van limpios, no puedes pensar que el que te haya ganado es porque va dopado, pero es verdad que los Juegos de Tokio sí que fueron especiales, porque fue muy doloroso quedarme tan cerca, quedarme cuarto. Yo he vivido cada Juegos Olímpicos diciendo, bueno, voy a estos Juegos al máximo, porque no sé si voy a estar en los próximos, puede pasar que te retires, te lesiones o que no llegues en tu mejor estado de forma; entonces, los de Tokio los encaré así, y por eso pensaba que a lo mejor era el tren para conseguir una medalla olímpica, y se me ha escapado. Encima, estando tan cerca. Con el tema del dopaje, como ya he dicho, yo no quiero creer que el que me haya ganado se haya dopado; además, la sanción creo que empieza a entrar desde 2023. Entonces, pues es una faena, es doloroso, y sí que te genera dudas: “¿Y en el 2021 no pudo tomar alguna sustancia?”. Como todavía eso no se ha demostrado, él es inocente. Pero sí es verdad que estar tan cerca de algo tan importante como es una medalla olímpica y que te la hayan “robado”, entre comillas, y después da positivo, pues es muy doloroso, porque incluso si la sanción le alcanzase a los Juegos y le quitasen esa medalla y me la pasasen a mí, no sentiría que la medalla es mía, porque lo que te ha robado no es el colgarte la medalla, es vivir la experiencia de que has conseguido medalla, has subido al podio, has estado allí orgulloso con tu familia. A posteriori pues quedará muy bonito, tendrás el valor material, pero no tienes el valor sentimental, que es vivir el día ese como se tiene que vivir.

¿Sigue en la Comisión Antidopaje?

Sí, en la CELAD, sí, sí, sí, sí, por supuesto, porque todavía... O sea, fue escándalo tras escándalo lo que estábamos viviendo con la agencia antidopaje. A mí lo que me daba la sensación... Mira, hemos estado hablando ahora del tema del japonés, pues, joder, ¿cómo vamos a reclamar a los demás si no tenemos nuestra casa en orden? Es que a mí a veces se me caía la cara de vergüenza cuando un compañero de otro país me preguntaba: “Oye, ¿qué pasa en España con el antidopaje?”. Es que se me caía la cara vergüenza, porque al final nos afectaba a todos. Sólo hace falta a veces que en un manzano haya una manzana podrida para manchar todo el manzano, pero, joder, si encima el árbol entero está manchado, ¿cómo demuestras que todas las manzanas están bien? Pues a mí eso me generaba mucha rabia, porque generaba dudas. Dentro de lo que cabe, como deportista de alto nivel, nunca vas a erradicar el cien por cien de las dudas, pero tú lo que tendrás que demostrar es que estás haciendo todo lo posible, que tus autoridades nacionales están haciendo todo lo posible para que seáis lo más limpios y transparentes, y eso no estaba pasando en España. Además, no se estaba cumpliendo la ley, porque tenía que haberse creada esa comisión en la que tuviésemos representación los deportistas, y no existía.

¿Notó miradas de sospecha por ese motivo?

No, pero hombre, que salga la WADA [Agencia Mundial Antidopaje] y esté dando como ultimátums a España... Me acuerdo que incluso antes de París, ese año, había quejas de la WADA hacia España. A ver, no somos Rusia, por supuesto que no, pero la imagen ya como país, yo creo que se ve bastante afectada si no estamos haciendo las cosas bien. Y si hacemos las cosas bien, nos quejaremos del resto, pero si no hacemos las cosas bien no podemos quejarnos.

"Van con retraso en el pago de las cuotas de autónomos, esa es la guerra de ahora; la de antes: deportistas como Romay no podían ni hacerse autónomos"

Otro asunto por el que peleó es el de la cotización en la Seguridad Social de los deportistas...

Esto es bastante llamativo, es un problema bastante gordo. Vamos a ver, tú a un club de atletismo, o de natación, salvo algunos; o de gimnasia, no puedes pedirle que contrate a sus deportistas, porque no tienen, digamos, los recursos para poder mantener esa estructura. Entonces, la única vía para que el deportista cotice en la Seguridad Social es darse de alta como autónomo. Desde 2018, el 1 por ciento de los derechos audiovisuales del fútbol van precisamente al consorcio de deporte para pagar, entre otras muchas cosas, la Seguridad Social de los deportistas. Esto está muy bien en el sistema: tú eres deportista de alto nivel, te das de alta como autónomo y se te van a pagar las cuotas. Ahora bien, no te dicen cuándo se te van a pagar las cuotas. Por ejemplo, este año van con retraso, o sea, llevan más de un año y medio de retraso para pagar las cuotas. Entonces, claro, si tú tienes que adelantar como mínimo 3.000 y pico al año, más otro medio año, a lo mejor hay deportistas que quieren ser autónomos como tal, pero no pueden. Esa es la guerra. Pero esa es la guerra actual, porque esto es un problema intergeneracional. El problema que tiene Fernando Romay, por ejemplo, es muy distinto al mío. Porque Fernando Romay cuando era deportista de alto nivel no podía cotizar la Seguridad Social. Es que no había epígrafe para que lo hiciera. Entonces, estamos hablando de gente, sobre todo de los años 80, que ya se va acercando a su edad de jubilación y tiene muchos años ahí que no han cotizado, pero porque no podían.

Era un problema del sistema, digamos.

Claro. Yo entiendo que no es un fácil, porque además, ya te digo, esto es intergeneracional y cada uno con sus problemas. Lo he intentado resumir, aunque es bastante complejo, pero lo tienes que abordar de alguna manera.

"Va a haber una candidatura de María Pérez para los Premios Princesa de Asturias"

¿Qué se puede hacer para que se valore a María Pérez como lo que es?

Hombre, yo creo que a día de hoy... Ahora sí que se va a poner mucho énfasis. Yo he participado en una candidatura que van a hacer de María para los Premios Princesa Asturias, creo que ya se lo merece. Pero independientemente de eso, el problema es que tienes que hacer algo inédito, histórico, para, digamos, intentar llamar la atención. Al final uno no quiere llamar la atención porque sí, sino porque también eso atrae patrocinadores, o puede mejorar sus condiciones económicas, porque por desgracia vivimos así, el deportista no vive sólo de lo que gana de las becas, sino que tiene que tener también sus patrocinadores privados. Entonces, por eso da rabia de verdad, María debería tener muchísimo más reconocimiento. Que lo está teniendo ahora, bien, pero es que lleva haciendo las cosas increíbles desde hace bastante tiempo.

En una entrevista en LA RAZÓN, María habló de su pueblo, Orce. ¿Cómo es el suyo, Llerena?

Pues son pueblitos muy pequeños donde, puedo hablar de Orce y nunca he estado en Orce, pero me imagino que será así; donde se vive más de forma comunitaria, en el sentido de que tienes un trato más familiar con tus vecinos, no es como, por ejemplo, aquí en la ciudad, donde a lo mejor puedes conocer a tu vecino de al lado, o no, y estar 40 años viviendo juntos. Son esas cosas de pueblo, que todos nos conocemos, todos nos intentamos saludar, todos intentamos ayudarnos, no es ese pensamiento tan individualizado que existe en las capitales. Yo, por ejemplo, la calidad de vida que he tenido en mi pueblo no es comparable a la calidad de vida que hay aquí en Madrid, como es lógico. Todo madrileño tiene su pueblo, como muchas veces se dice, y creo que es muy necesario mantener esos pueblos, porque aunque nos cueste más, hay mucha gente que sale de ahí. Yo intento ir siempre que puedo, aunque no es fácil porque terminas de trabajar el viernes y son cuatro horas y media en coche, la única manera de llegar. Voy porque soy de allí, no sólo por el acento, sino que siento que soy de allí.

Como atleta, hizo el camino inverso: de Llerena a Madrid, y después vuelta al pueblo, a Cieza. Ahora ha regresado a Madrid...

Yo pasé de estar en un Centro de Alto Rendimiento, aquí en La Blume, en Madrid, que tenía todo tipo de instalaciones y facilidades, a irme a Cieza, que es un municipio grande, son creo que 37.000 habitantes, en Murcia, porque estaba allí mi entrenador. Teníamos instalaciones, pero no teníamos esa calidad y esas facilidades y demás, pero he conseguido mis mejores resultados deportivos allí. Quiero decir que, al final, tampoco hay que hacer una saturación de la ciudad, como diciendo: “Tengo que ir a la ciudad, porque si no, no puedo triunfar, ya sea a nivel deportivo o profesional”. Pues yo he conseguido mis máximos resultados, mi medalla olímpica, mis medallas de mundiales, en Cieza. Y también entrenando en Llerena, o sea, dos pueblos. Eso, bueno, pues tiene que demostrar que también haya un modelo deportivo, porque todavía no lo hay, más descentralizado. Que no sea todos tenemos que ir a Madrid o todos tenemos que ir al CAR de Sant Cugat de Barcelona. Llega un momento en el que si tú estás cómodo en tu pueblo y tienes las herramientas, ¿por qué no vas a poder quedarte allí?