MotoGP

Arranca MotoGP 2024: el más difícil todavía de Marc Márquez

Empieza el Mundial en Qatar con Pecco Bagnaia como rival a batir y Marc Márquez en busca de la resurrección. Su reto es complicado, pero todos coinciden: si alguien puede hacerlo es el «93»

Los pilotos de MotoGP posan en la recta de meta del circuito de Lusail
Los pilotos de MotoGP posan en la recta de meta del circuito de LusailEuropa Press

Hay un nombre que recorre todos los rincones del «paddock»: Marc Márquez; y una incógnita que va a empezar a despejarse a partir de este fin de semana: ¿Qué será capaz de hacer en este 2024 en el que busca el más difícil todavía? Si se tratara de cualquier otro piloto las respuesta sería muy fácil, pero tratándose de un ocho veces campeón del mundo nadie, o casi nadie, se atreve a apostar abiertamente en su contra, por si acaba perdiendo su dinero o tragándose sus palabras. «Continúa siendo uno de los mejores, por no decir el mejor, ha hecho una apuesta muy fuerte, pero dentro de Ducati está en un tercer equipo, para la fábrica no es el elegido y su material va a ser de segunda fila, no va tener el mejor material de Ducati. Y ahora la tecnología es determinante y si no tienes lo más top, pues debes trabajar mucho más. Y no sé si Marc va a poder hacer la diferencia con su pilotaje», explica Carlos Checa para empezar a poner las cartas sobre la mesa.

Marc Márquez viene de cuatro años sin ganar y está en un proceso de reconstrucción largo y complejo. Para empezar, este invierno tuvo que tomar la difícil decisión de dejar Honda, su casa de siempre, para unirse al Gresini Racing, un equipo satélite y privado donde va a disponer de la Ducati del año pasado. «Una moto que te permite ir rápido desde el principio, aunque lo malo es que los italianos parece que han acertado con la versión de 2024», apunta Carlos Checa sobre la primera de las claves. Marc va a tener una desventaja técnica con los primeros pilotos de la marca, que además llevan varias temporadas subidos a esa moto y la conocen a la perfección. Por eso él ha optado por un perfil bajo en pretemporada, dar vueltas y más vueltas y tratar de contener su instinto, que en cuanto se despista le lleva a conducir como hacía con la Honda.

«Está haciendo lo inteligente, buscar los límites sin pasarse, hacer ritmo de carrera, encontrar la posición y la fórmula de pilotar la Ducati de manera eficiente. Esto es un proceso que lleva su tiempo y seguramente veremos un Marc de menos a más», dice Checa, que coincide con algún otro clásico del Mundial, convencido de que el camino adecuado del de Cervera es estar tranquilo, no precipitarse y seguir la progresión natural.

La otra clave es Ducati y cómo va a tratar a Marc en el aspecto técnico. Queda por ver si le dará mejor material según avancen los meses o no para meterse en la pelea. Enfrente tiene un gigante llamado Bagnaia, que ha ganado los dos últimos títulos y acaba de renovar como piloto estrella de la marca dominadora hasta diciembre de 2026. Es el hombre más en forma y en pretemporada, literalmente, ha asustado con unos tiempos estratosféricos. Reconoce que la Ducati 2024 une las virtudes de las versiones 2022 y 2023, así que el resultado es una bestia aerodinámica difícil de batir. Y ahí está el reto de Marc, que tiene a su favor el peso que supone ser uno de los mejores de la historia. «Marc es un piloto muy influyente y todos saben de lo capaz que es en condiciones técnicas parecidas. Todos saben que va a ser un hueso duro en carrera. Es el rival más incómodo de todos. Pecco tiene un plus técnico que le va a dar confianza. Y Marc, en cambio, no tiene presión porque no es el campeón», detalla Carlos Checa sobre esas posible guerra psicológica que puede ser una carta que juegue el mayor de los Márquez.

«Veremos si ha comenzado mi declive, pronto lo sabremos», decía este jueves en Qatar respecto a si todavía está para luchar por las victorias y los títulos después de cuatro años complicados y con una moto que no es la mejor de las mejores. Y ahí es donde la mayoría no se atreve a ser categórico, por tratarse de un animal competitivo, al que el físico le está respetando por fin y que es capaz de poner un extra de su parte sobre la moto por mucho que en los últimos tiempos los ingenieros y las aletas le hayan ganado protagonismo al talento.

Bagnaia es un tipo fuerte mentalmente, que no se pone nervioso con facilidad, pero ahora tiene un rival más y no es cualquiera. Por el momento no quiere diferenciarlo del resto y se limita a decir que habrá varios pilotos y marcas peleando por el título cuando le preguntan por el «93». No hay duda de que el italiano es el hombre a batir en las 21 citas (42 carreras con los Sprints) que hay por delante desde este fin de semana en Qatar y hasta el 17 de noviembre en Valencia.

El Mundial de MotoGP amanece muy abierto y con muchos alicientes: el ingrediente de Marc, que siempre añade picante, y la llegada de Pedro Acosta, el único rookie de 2024 y que tiene hasta Sachsenring para intentar batir a Marc como el piloto más joven en ganar en MotoGP. «Si no existieran las Ducati, yo lo pondría como un claro candidato al título», dice Checa de Aleix Espargaró, en plena madurez y con una Aprilia que quiere mirarle a la cara a Ducati en cuanto a potencial. Jorge Martín es el subcampeón y quiere más, Bastianini busca demostrar por qué es piloto oficial... la competencia es brutal así que lo mejor es que todo empiece.